Biden logra el control del Senado tras triunfo de demócratas en balotaje de Georgia
Cuando el presidente electo asuma el próximo 20 de enero, el Partido Demócrata será mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado, lo que lo ayudará a cumplir con su agenda legislativa.
“Llamé al reverendo Warnock y Jon Ossoff esta mañana para felicitarlos por sus reñidas campañas. Los votantes de Georgia entregaron un mensaje rotundo este miércoles: quieren acción sobre las crisis que enfrentamos y lo quieren ahora mismo. Juntos lo haremos”, tuiteó el presidente electo, Joe Biden, luego de que los candidatos demócratas al Senado por el estado sureño confirmaran sus triunfos. Así, cuando asuma el próximo 20 de enero, Biden controlará las dos cámaras del Congreso.
El fenómeno no es inusual en Estados Unidos. Trump llegó al poder en las mismas condiciones en 2017, Obama en 2009, y Clinton en 1993, entre otros.
“Georgia, gracias por la confianza que me han otorgado”, dijo unas horas antes el candidato demócrata Jon Ossoff en una breve declaración, adjudicándose la victoria en la segunda elección senatorial del estado frente al republicano David Perdue, triunfo que luego fue confirmado por las proyecciones de CNN, AP y NBC. Con el 98% de los votos escrutados, Ossoff obtenía el 50,3%, mientras que su rival alcanzaba el 49,7%, superándolo por más de 27 mil votos.
Unas horas antes de la declaración de Ossoff, se había proclamado el triunfo del reverendo demócrata Raphael Warnock sobre la senadora republicana designada, Kelly Loeffler (50,7% a 49,3%).
De esta manera, la conformación de la Cámara Alta queda dividida exactamente en 50 escaños y el desempate será decidido por la vicepresidencia que, a partir del 20 de enero, quedará en manos de la demócrata Kamala Harris. Así, las dos cámaras del Congreso tendrían mayoría demócrata, preparando el camino para que Biden pueda avanzar en la agenda legislativa que prometió en su campaña.
Warnock hará historia al convertirse en el primer senador negro de Georgia, el primer demócrata afroamericano en representar al estado sureño en la Cámara Alta y el primer demócrata en ser elegido para el Senado por el estado sureño en 20 años. Además, será el cuarto senador negro del sur de Estados Unidos y el undécimo afroamericano en pasar por la Cámara Alta, luego de figuras como Barack Obama, que fue senador por Illinois, y Kamala Harris, senadora por California.
Los votantes negros del área metropolitana de Atlanta, la cuna del movimiento de derechos civiles, y los suburbios habrían ayudado a Warnock a obtener el preciado escaño. “Amo este país porque soy una repetición del sueño americano”, dijo Warnock durante un evento de campaña hace unos días en Macon.
El reverendo creció en viviendas públicas de Savannah, Georgia, como el undécimo de 12 hijos. Más tarde, se graduó de Morehouse College, una universidad históricamente negra de Atlanta, y es el pastor principal de la Iglesia Bautista Ebenezer de la misma ciudad, la misma donde predicaba Martin Luther King, el líder de los derechos civiles asesinado en Memphis, en 1968.
El padre de Warnock era un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que pese al racismo que debió enfrentar, “nunca se dejó vencer por la amargura, nunca se dejó vencer por el resentimiento”, en palabras del pastor. Su madre, la reverenda Verlene Warnock, trabajó recogiendo algodón y tabaco en la década de 1950.
Jon Ossoff también es un novato de la política. “Vamos a marcar historia el martes”, decía el joven demócrata de 33 años el fin de semana ante un pequeño grupo de electores reunidos en Eatonton, un modesto municipio rural.
El productor de documentales y excolaborador parlamentario ha destacado el simbolismo de su candidatura y la de su compañero, en un estado marcado por la esclavitud y la segregación. “Piensen en lo que hemos avanzado. En que sus candidatos en este momento histórico son el joven hijo judío de un inmigrante y el pastor negro que ocupa el púlpito” de Martin Luther King en Atlanta, decía Ossoff durante su campaña.
El Presidente saliente, Donald Trump, había intentado animar a los republicanos a salir a votar en masa en el balotaje por los dos escaños de Georgia. Sin embargo, sus denuncias de fraude en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre pueden haberle quitado credibilidad entre sus partidarios. Una doble derrota en un estado tradicionalmente conservador es un golpe muy duro para el Partido Republicano, coinciden los expertos.
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