Biden y Trump intercambian roles tras el contagio del Presidente con Covid-19

Después de enfrentar meses de críticas de parte del Presidente Donald Trump por permanecer cerca de su hogar en Delaware, Joe Biden ahora está viajando por el país. Trump, que realizó actos de campaña durante el verano (boreal), está enfermo con coronavirus y fuera de las pistas.

El repentino cambio de roles entre los candidatos ha empujado la ya turbulenta campaña a una nueva etapa a menos de 30 días de la jornada electoral. Trump, que se encuentra detrás en las encuestas con más de 3 millones de votos anticipados emitidos, según datos compilados por el Proyecto de Elecciones de Estados Unidos de la Universidad de Florida, enfrenta nuevos desafíos para cerrar la brecha con el candidato demócrata, que tiene ahora los estados más disputados prácticamente para él solo para hacer campaña en persona.

Antes de viajar hasta Florida, Biden le dijo a los periodistas que “él estaba reacio a hacer comentarios sobre la salud del Presidente”.

“Me alegró ver al Presidente hablando y grabando videos durante el fin de semana”, dijo Biden más tarde en un evento con cubanoamericanos en Miami. “Ahora que está ocupado tuiteando mensajes de campaña, le pediría que haga esto: escuche a los científicos y respalde el uso de mascarillas”.

Mientras, Trump y sus partidarios han buscado proyectar fortaleza. El Mandatario dejó el Centro Médico Nacional Militar Walter Reed y volvió a la Casa Blanca la tarde del lunes, se sacó la mascarilla y estuvo en el balcón Truman. Su personal estaba haciendo planes para poner a los hijos del Presidente y al vicepresidente, Mike Pence, en el foco de la campaña esta semana.

El Presidente dejó claro que él quería volver al tuitear: “¡Volveremos pronto a la campaña!”.

La campaña anunció un evento virtual con Pence, Donald Trump Jr., su novia Kimberly Guilfoyle y Lara Trump, que está casada con Eric Trump.

“Existe el sentido común de que el Presidente ha estado luchando por nosotros y ahora es nuestro turno de luchar por él”, dijo la asesora de campaña Mercedes Schlapp. “Sigue siendo un impulso agresivo. Si bien no podemos reemplazar al Presidente, existe un esfuerzo muy coordinado”.

Aún así, el donante republicano Dan Eberhart dijo: “Que Trump no esté en la campaña preocupa a todos en la galaxia republicana”.

Los funcionarios de la campaña de Trump buscaron tranquilizar al personal durante el fin de semana, diciéndoles en una llamada el sábado que habían estado en contacto con el Presidente y que él participa activamente en la campaña. Pence también habló con el personal de la campaña el sábado, dijo una persona familiarizada con las llamadas.

Pence está bajo presión antes del debate vicepresidencial de este miércoles en Salt Lake City, como la cara pública de la campaña de Trump para defender la respuesta del gobierno al coronavirus. El equipo de Trump enfrenta críticas por realizar actos de campaña con multitudes grandes que no usaban mascarillas, que se encontraban amontonados en los hangares de los aeropuertos, también por una ceremonia para anunciar a la nominada a la Corte Suprema, donde los asistentes no siguieron las pautas de distanciamiento social y por realizar una recaudación de fondos en Nueva Jersey la semana pasada después de que un asistente diera positivo para el nuevo coronavirus. Pence hará campaña en Arizona a finales de esta semana, después del debate.

La campaña dice que han seguido pautas de seguridad, como controles de temperatura y ofrecimiento de mascarillas para los asistentes en sus eventos, y la Casa Blanca defendió el viaje de recaudación de fondos y señaló que fue aprobado por los funcionarios de operaciones.

El vicepresidente habló con los periodistas cuando salía de Washington rumbo a Utah el lunes y señaló: “Hablé con el Presidente hace un momento y sonaba fantástico”.

Sean Conley, el médico del mandatario, dijo en una conferencia de prensa el lunes que Trump podría regresar a salvo a la Casa Blanca para continuar su recuperación. De cara al futuro, dijo: “En lo que respecta a los viajes, ya veremos”.

Mientras tanto, las infecciones han aumentado en la Casa Blanca. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, se convirtió en la asesora número 12 en contraer el virus. Los ayudantes que estaban en Cleveland para el debate presidencial se estaban haciendo la prueba del coronavirus, aunque los que no tenían síntomas todavía iban a la oficina de campaña en Virginia.

El diagnóstico de Trump ha arrojado dudas sobre los dos debates presidenciales que quedan en octubre. Cuando se le preguntó si los debates deberían continuar, Biden dijo: “Escuchen a la ciencia. Si los científicos dicen que es seguro ... entonces creo que está bien”.

La campaña de Biden dijo durante el fin de semana que ha seguido todas las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y señaló que estaba a más de 3,7 metros de distancia del Presidente durante el debate del martes de la semana pasada en Cleveland y no tuvo contacto cercano con él. Biden publicó tres resultados negativos de pruebas de coronavirus entre el viernes y el domingo.

Una encuesta de Wall Street Journal / NBC News publicada el domingo señaló que Biden supera al Presidente por 53% a 39% entre los votantes registrados. La encuesta se realizó dos días después del debate, pero antes del diagnóstico de Trump.

Doug Sosnik, un asesor de la Casa Blanca del expresidente (Bill) Clinton que ahora trabaja con la firma de asesoría Brunswick Group, dijo en un memorando a sus clientes que para tener la oportunidad de conseguir 270 votos electorales, Trump necesita mantener estados que parezcan favorables a los republicanos, pero ahí las encuestas muestran una carrera competitiva, como en Ohio, Iowa y Georgia. También necesita recuperar terreno en otros estados disputados, como Florida y Carolina del Norte.

“A diferencia de Biden, que tiene múltiples caminos hacia los 270 votos electorales, Trump necesita pasar por varias etapas en los días restantes de la campaña para estar en la posición de tener la oportunidad de ser reelegido”, dijo Sosnik.

La campaña de Trump dice que ven números más cercanos en sus encuestas internas, argumentando que están liderando o empatados en los estados disputados clave. También dicen que su organización en terreno, que ha estado trabajando allí durante meses, les da una ventaja.

Luego del viaje del lunes a Florida, Biden planeaba reunirse con su compañera de fórmula Kamala Harris en Arizona este jueves. Se espera que haga campaña el viernes en la costa oeste.

Ambas campañas presidenciales están concentrando la mayor parte de sus anuncios de televisión esta semana en los estados más disputados, como en Arizona, Florida, Michigan, Carolina del Norte, Pennsylvania y Wisconsin, según datos del rastreador de anuncios políticos Kantar / CMAG.

Kristin Healey, aseguradora hipotecaria en Potterville, Michigan, dijo que pensó que Trump contraería el virus eventualmente, citando lo activo que había estado el Presidente en la campaña electoral. Healey dijo que pensaba que Trump probablemente no debería haberse arriesgado a propagar el virus al salir de las habitaciones del hospital el domingo para saludar a sus partidarios. “Si bien no creo que fue la mejor idea, entiendo por qué lo hizo, y creo que fue solo para demostrar que estaba despierto y bien”, señaló Healey, quien votó por Trump en 2016 y planea votar por él nuevamente.

Sara Williamson, de 84 años, de Canyon Lake, Texas, manifestó que espera que la enfermedad de Trump haga que se tome la pandemia más en serio y trate a las personas con más empatía, “pero no sé si ha estado lo suficientemente enfermo como para hacer eso”.

Williamson, una autodenominada independiente, votó por el republicano John McCain en 2008, pero ha votado por los demócratas para Presidente desde entonces.

“Esta puede ser nuestra última oportunidad de votar dada nuestra edad, pero ambos dijimos que nunca volveríamos a votar por los republicanos”, sostuvo Williamson, refiriéndose a ella y a su esposo, que tiene 89 años. “No creo que sigan siendo un partido. Creo que ahora son el partido de Trump”.