Bolsonaro afirma que regresará a Brasil en marzo para liderar la oposición

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El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habla en un evento organizado por el grupo conservador Turning Point USA, en el Trump National Doral Miami, el viernes 3 de febrero de 2023, en Doral, Florida. Foto: AP

Expresidente le dice a The Wall Street Journal que se defenderá de acusaciones de que fomentó disturbios poselectorales


El expresidente brasileño Jair Bolsonaro dijo que planea regresar a Brasil en marzo para liderar la oposición política al Presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y defenderse de las acusaciones de que incitó ataques de manifestantes contra edificios gubernamentales el mes pasado.

“El movimiento de derecha no está muerto y vivirá”, dijo Bolsonaro en su primera entrevista desde que se fue de Brasil a Florida a fines del año pasado, después de una estrecha derrota electoral ante Da Silva. Dijo que trabajaría con partidarios en el Congreso y los gobiernos estatales para impulsar lo que llamó políticas favorables a las empresas y para luchar contra el aborto, el control de armas y otras políticas que, según él, van en contra de los valores familiares.

Da Silva se comprometió a expandir significativamente la red de seguridad social de Brasil para los pobres y aumentar el papel del Estado en la economía, medidas que, según Bolsonaro y sus aliados, sobrecargarían con deuda al país más grande de América Latina y ahuyentarían la inversión extranjera.

Bolsonaro, que no ha reconocido la derrota, pareció moderar sus críticas al resultado de las elecciones. “Perder es parte del proceso electoral”, dijo. “No digo que hubo fraude, pero el proceso estuvo sesgado”.

Former Brazilian President Jair Bolsonaro speaks at a Turning Point USA event in Doral
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro asiste al evento "Power of The People" organizado por Turning Point USA en el Trump National Doral Miami Resort en Doral, Florida, Estados Unidos, 3 de febrero de 2023. Foto: Reuters

Las autoridades electorales de Brasil declararon a Lula da Silva ganador de la carrera presidencial con el 50,9% de los votos. La votación fue considerada libre y justa por los observadores electorales, entre ellos la Organización de los Estados Americanos, y Estados Unidos y docenas de otros países han reconocido la victoria de Da Silva.

Una considerable especulación e incertidumbre han rodeado los planes de Bolsonaro. El expresidente de 67 años llegó a EE.UU. con una visa diplomática y ha pasado más de un mes en Florida en casas de amigos, uno de los cuales es un experto en artes marciales brasileñas.

Durante su estadía, Bolsonaro ha publicado en las redes sociales videos de sí mismo deambulando por los supermercados, cortándose el cabello y comiendo en KFC y otros restaurantes de comida rápida.

Los fiscales brasileños acusaron a Bolsonaro de incitar disturbios en enero con publicaciones en las redes sociales que advertían sobre fraude electoral. El 8 de enero, multitudes de personas, muchas de las cuales expresaron su apoyo a Bolsonaro, asaltaron edificios gubernamentales en la capital brasileña, incluidos el Tribunal Supremo y el Congreso. Los fiscales que investigan el papel de Bolsonaro en los disturbios se negaron a comentar sobre sus planes de regresar a Brasil.

Bolsonaro, quien estaba en Florida cuando ocurrieron los disturbios, dijo que es inocente de cualquier delito y añadió que agradecía una investigación de los eventos de enero. “¡Ni siquiera estaba allí, y me quieren culpar a mí!”, dijo.

Indicó que estaba consternado por la violencia, que condenó en ese momento en una publicación en Twitter. Pero dijo que era un error decir que los ataques equivalían a un intento de derrocar al gobierno de Da Silva.

“¿Golpe? ¿Qué golpe? ¿Dónde estaba el comandante? ¿Dónde estaban las tropas, dónde estaban las bombas?, preguntó.

Bolsonaro también ha sido nombrado en demandas civiles que alegan que manejó mal la pandemia de Covid.

Durante el período previo a las elecciones presidenciales, Lula da Silva hizo campaña con promesas de mejorar la vida de los pobres y acabar con el hambre, mientras criticaba los planes de Bolsonaro de privatizar empresas estatales y el derecho a poseer armas.

Después de perder las elecciones en octubre, Bolsonaro mantuvo en gran medida un perfil bajo, incluso cuando los camioneros que lo apoyaban bloquearon las carreteras y los partidarios se reunieron en las bases militares para pedirle al Ejército que interviniera e instalara a Bolsonaro como presidente.

Bolsonaro dijo que estaba sorprendido por su derrota dada la sólida actuación de su partido en las contiendas estatales y del Congreso. “La gente estaba conmigo, la agroindustria estaba conmigo, la mayoría de los evangélicos estaban conmigo, la industria estaba conmigo, los dueños de armas estaban conmigo”, dijo.

Señaló que ahora se ve a sí mismo como “el líder nacional de la derecha, no hay nadie más en este momento”. Dijo que apoyaría a candidatos conservadores en más de 5.000 pueblos y ciudades antes de las elecciones municipales del próximo año.

Former Brazilian President Jair Bolsonaro attends an event taking place in a restaurant at Dezerland amusement park in Orlando
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro canta el himno nacional brasileño mientras asiste a un evento que tiene lugar en un restaurante del parque de atracciones Dezerland en Orlando, Florida, Estados Unidos 31 de enero de 2023. Foto: Reuters

Hablando en un edificio de oficinas en el centro de Orlando, con guardaespaldas y un asistente sentados cerca, Bolsonaro habló extensamente sobre Da Silva, quien cumplió dos mandatos entre 2003 y 2010 y dejó la presidencia con un alto índice de popularidad. Fue condenado por corrupción, pero salió de prisión en 2019 por un tecnicismo.

Minimizó la visita de Da Silva a la Casa Blanca la semana pasada. “Lula simplemente vino aquí para ser el centro de atención”, dijo Bolsonaro.

Un portavoz de Da Silva manifestó que el viaje fue “el comienzo de esfuerzos bilaterales en muchas áreas”, y dijo que el izquierdista era mucho más un estadista activo en el extranjero que Bolsonaro. “En el primer mes, Lula se reunió con más líderes internacionales que Bolsonaro en años”.

Cuando se le preguntó si habría hecho algo diferente durante su presidencia, Bolsonaro reflexionó sobre su manejo de la pandemia de Covid-19, que mató a 700.000 brasileños, según cifras del gobierno. Bolsonaro había llamado al Covid “una pequeña gripe” y con frecuencia minimizó los peligros.

Si lo volviera a hacer, dijo Bolsonaro: “No diría nada, dejaría el tema en manos del Ministerio de Salud”. Recordó una broma que había hecho sobre las vacunas que convertían a las personas en cocodrilos. “Era solo una forma de hablar… y me martillaron por eso”, dijo.

Dijo que todavía está indeciso sobre si él mismo se postulará nuevamente para la presidencia, y agregó que el trabajo fue “mucho más difícil” de lo que imaginaba.

Bolsonaro contó que está ansioso por llegar a casa, pero reconoció los riesgos legales.

“Una orden de prisión puede venir de la nada”, dijo Bolsonaro. Relató el caso de su antecesor, el expresidente Michel Temer, quien fue encarcelado en arresto preventivo durante varios días relacionado con denuncias de corrupción tras dejar el cargo a finales de 2018. Temer negó las acusaciones.

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