Boris Johnson anuncia que se vacunará con dosis de AstraZeneca

Britain's Prime Minister Boris Johnson gives an update on the COVID-19 pandemic during a virtual news conference, in London
Foto: Reuters

Numerosos países europeos, entre ellos España, Francia y Alemania, habían suspendido en los últimos días el uso de esta vacuna por “precaución” ante posibles efectos secundarios como la formación de trombos. Sin embargo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aseguró que el inoculante es “seguro y eficaz”


El gobierno de Boris Johnson defendió el miércoles la seguridad de la vacuna de AstraZeneca y el primer ministro afirmó que se la pondrá personalmente en el marco de la campaña masiva en su país, que podría verse ralentizada por una reducción de suministros.

Numerosos países europeos, entre ellos España, Francia y Alemania, habían suspendido en los últimos días el uso de esta vacuna por “precaución” ante posibles efectos secundarios como la formación de trombos. Sin embargo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aseguró que el inmunizante es “seguro y eficaz” y esta misma jornada naciones del viejo continente reanudaron las inoculaciones.

Pero el miércoles Johnson rechazó estos temores. “Voy a recibir mi inyección, muy pronto”, afirmó ante el Parlamento. “Será ciertamente la de Oxford/AstraZeneca”, aseguró el primer ministro, de 56 años, cuyo grupo de edad está siendo inoculado actualmente.

El Reino Unido, país más castigado de Europa por la pandemia, con casi 126 mil muertos, inició el 8 de diciembre una campaña de vacunación masiva.

Desde entonces ha recibido la primera dosis casi la mitad de los adultos, 25,2 millones de personas: unos 11 millones de AstraZeneca/Oxford y el resto de Pfizer/BioNTech.

Pero las autoridades británicas temen que las suspensiones en Europa aumenten las reticencias y el miércoles se multiplicaron las voces tranquilizadoras.

Reducción de suministros

“No hay pruebas de que estas vacunas hayan provocado coágulos de sangre”, escribió el ministro de Sanidad, Matt Hancock, en el diario popular The Sun, subrayando que esta no es sólo su opinión sino la del regulador británico MHRA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

En el Reino Unido “la tasa de casos notificados (de trombos) entre los vacunados es inferior a la que cabría esperar naturalmente en la población general”, defendió.

El país vacunó primero a los ancianos en residencias y al personal sanitario y desde entonces procede por grupos de edad regresivos con el objetivo de haber administrado una dosis a todos los adultos a finales de julio.

Sin embargo, el servicio público de salud en Inglaterra advirtió en una carta a los centros de vacunación filtrada a la prensa de que los suministros de dosis se verán “significativamente reducidos” a partir del 29 de marzo y durante un mes.

“El suministro de vacunas siempre es irregular y enviamos regularmente cartas técnicas para explicar los altibajos del suministro en las próximas semanas”, aseguró después Hancock en rueda de prensa.

Riesgo de perder la confianza

Algunos en el Reino Unido acusan a los países que suspendieron el uso de la vacuna de AstraZeneca de actuar con motivaciones políticas para distraer la atención de sus lentos despliegues de inoculación.

El profesor Jeremy Brown, especialista en medicina respiratoria y miembro del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) del gobierno británico, afirmó que la suspensión “no es lógica”.

“Para mí no tiene ningún sentido, porque sabemos que la vacuna funciona (...) Es una vacuna increíblemente eficaz y al administrarla se evitan muertes”, dijo a la BBC.

En un artículo de la revista Future Healthcare Journal, publicada por el Real Colegio de Médicos, que representa a 39.000 médicos de todo el mundo, el príncipe Carlos, heredero al trono británico, atacó al movimiento antivacunas.

“¿Quién iba a pensar que en el siglo XXI habría un importante grupo de presión que se opusiera a la vacunación, teniendo en cuenta su historial de erradicación de tantas enfermedades terribles y su potencial actual para proteger y liberar del coronavirus a algunas de las personas más vulnerables de nuestra sociedad?”, escribió.

En el artículo, Carlos, de 72 años, que recibió hace semanas la primera dosis contra el covid-19, abogó por un enfoque integrado de la salud que combine la ciencia, las políticas públicas y el comportamiento individual.

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