British Airways deja de vender vuelos cortos desde Heathrow tras problemas de aumento de demanda y falta de personal

British Airways anunció hoy martes que suspendería las ventas de vuelos de corta distancia desde el Aeropuerto de Heathrow en Londres durante una semana, en respuesta a la petición del aeropuerto de que se limitaran las reservas para ayudar a aliviar los problemas causados por la combinación de un aumento de la demanda y falta de personal.

Las restricciones a pasajes para vuelos internos a Gran Bretaña y servicios europeos que salían desde Heathrow, el aeropuerto británico con más tráfico, se impusieron hasta el lunes. Los pasajeros aún podían reservar vuelos cortos con destino al aeropuerto.

La aerolínea dijo que sus acciones respondían al límite impuesto por Heathrow de 100.000 pasajeros de salida diarios hasta el 11 de septiembre. El aeropuerto pidió a las compañías que dejaran de vender pasajes y redujeran vuelos, una petición que fue criticada.

El tráfico de pasajeros en Heathrow y otros aeropuertos europeos se ha disparado tras dos años de restricciones en los viajes debido a la pandemia, pero aeropuertos y compañías no han podido seguir el ritmo porque despidieron a miles de trabajadores en el peor momento de la pandemia.

“Como resultado de la solicitud de Heathrow de limitar las nuevas reservas, hemos decidido tomar medidas responsables y limitar los pasajes disponibles en algunos servicios de Heathrow para ayudar a maximizar las opciones de cambio de fecha para los clientes previos, dadas las restricciones que se nos han impuesto y los desafíos que sigue enfrentando toda la industria de la aviación”, señaló en un comunicado de prensa British Airways.

Este verano se han producido escenas frecuentes de caos en Heathrow, con largas filas en los controles de seguridad y problemas técnicos en el sistema de recogida de equipajes que produjo enormes montones de valijas perdidas y sin reclamar.

El aeropuerto se disculpó el mes pasado con los pasajeros que vieron sus viajes afectados y dijo que el servicio había sido inaceptable.

British Airways había respondido en un principio al límite de pasajeros con la cancelación de 10.300 vuelos hasta octubre.