China aumenta gasto militar en medio de tensiones con EE.UU. y países vecinos

China
Xi Jinping asiste a la sesión inaugural de la Asamblea Nacional Popular, en Beijing.

El gigante asiático proyectó un alza del 6,8% en el presupuesto de defensa este año, el mayor aumento desde 2019. A los problemas fronterizos con India y las disputas con EE.UU. por Taiwán, Beijing también suma roces con países de la región.


En medio de las tensiones con EE.UU. y vecinos clave, China proyectó un crecimiento del gasto en defensa del 6,8% este año, el mayor aumento desde 2019, según el informe preliminar presentado ayer en la sesión inaugural de la Asamblea Nacional Popular (ANP).

Así, el gasto de la potencia asiática en Defensa durante 2021 será de 1,35 billones de yuanes (US$ 208.471 millones), un dato que se revisará durante el plenario anual de la ANP, que durará hasta el próximo jueves.

La cifra anunciada supone que, por sexto año consecutivo, el presupuesto de Defensa de China crecerá a un solo dígito. No obstante, el dato es mayor que el del pasado año (del 6,6%), cuando la pandemia de coronavirus obligó a las autoridades chinas a contener sus gastos. En los últimos cinco años, la partida para Defensa avanzó un 7,36% de media, siendo la mayor subida la de 2018 (8,1%) y la menor, la de 2020.

Pese al aumento respecto del año pasado, el presupuesto militar de China sigue siendo tres o cuatro veces inferior al de Washington y mucho más bajo que los aumentos de dos dígitos que eran la norma hasta 2014. Según los últimos datos disponibles del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (Sipri), una autoridad en la materia, Estados Unidos está primero en gasto militar con US$ 731.751 millones, en 2019, seguido por China (US$ 261.081 millones), India (US$ 71.125 millones) Rusia (US$ 65.102 millones), Arabia Saudita (US$ 61.866 millones) y Francia (US$ 50.118 millones).

El objetivo anunciado en la inauguración del plenario fue que, para 2035, las FF.AA. chinas hayan alcanzado una completa modernización. Todo esto porque, según analistas citados por el diario nacionalista Global Times, “China todavía utiliza mucho armamento desfasado y equipos que hay que sustituir por otros nuevos”. A esto se suma “el desarrollo de armamento avanzado, como la construcción de nuevos portaaviones y la producción a gran escala de cazas invisibles J-20, que necesita inversión”, agregó la fuente.

“Impulsaremos el entrenamiento y la preparación militar en todos los ámbitos, haremos planes generales para responder a los riesgos de seguridad en todas las áreas y para todas las situaciones, y mejoraremos la capacidad estratégica de las FF.AA. para proteger la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de nuestro país”, dijo el primer ministro chino, Li Keqiang, en un informe anual a la legislatura nacional.

El aumento del gasto en defensa se produce después de que China -que en julio próximo celebra los 100 años de la fundación de su Partido Comunista- se enfrentara con India en su frontera y mientras la nación busca modernizar su Ejército para hacerlo más competitivo con el de Estados Unidos. China, la única economía importante del mundo que se expandió el año pasado, también anunció hoy un crecimiento económico objetivo superior al 6% para el año, muy por debajo de lo previsto por los economistas.

China, recuerda Bloomberg, se involucró en un tenso enfrentamiento con India por problemas fronterizos que se tornaron violentos en junio del año pasado, cuando 20 soldados indios y al menos cuatro soldados chinos fallecieron en combates cuerpo a cuerpo. Las muertes marcaron la primera vez que se reportaron víctimas a lo largo de la frontera en disputa desde 1975. Estados Unidos ha tentado a las filas rojas del país en Taiwán con visitas oficiales y ventas de armas, y las tensiones con varios países también se han intensificado tanto en el este como en el sur de China.

El Ejército chino, el mayor del mundo en número de efectivos (cerca de dos millones), está en pleno proceso de modernización para convertirse en uno de “clase mundial” -en palabras del Presidente Xi Jinping-, capaz de competir de tú a tú con Estados Unidos. A sus ojos, Beijing quiere blindarse ante lo que considera intentos de desestabilización, “amenazas externas” o “la posibilidad de que los focos candentes se conviertan en conflictos”, según dijo al Global Times el experto Song Zhongping.

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