Cómo el “no hay plata” de Milei impulsa el regreso de las cuasimonedas a Argentina
La decisión del presidente argentino Javier Milei de reducir las transferencias discrecionales a las provincias obligó a sus gobernadores a buscar alternativas para evitar el ajuste. Una de las propuestas de La Rioja fue la implementación de una moneda complementaria que circulará junto al peso argentino.
“No hay plata” es una de las frases de cabecera del economista de extrema derecha Javier Milei desde su llegada a la Presidencia de Argentina. Públicamente, fue acuñada por primera vez apenas días después de convertirse en jefe de Estado del país suramericano, tras derrotar al peronista Sergio Massa en la segunda vuelta de las elecciones del pasado 19 de noviembre.
Sin embargo, la frase alcanzó su máxima popularidad cuando la pronunció en las escalinatas del Congreso de la Nación, el 10 de diciembre, en su primer discurso como presidente.
La frase engloba muchos ejes de sus políticas de Gobierno. Principalmente, su intención de achicar el Estado y reducir el déficit fiscal. Esas tres palabras que hoy se convirtieron en memes y canciones son su justificación más simple para explicar a los ciudadanos sus ajustes y recortes.
Es, en otras palabras, su manera de “abrir el paraguas” ante las eventuales protestas sociales que puedan surgir como consecuencia de las políticas de shock que aplica desde su arribo a la Casa Rosada.
Entre los más perjudicados por el “no hay plata” se encuentran las provincias. Milei prepara un fuerte ajuste y evalúa cortar las “transferencias discrecionales”. Básicamente, son envíos de dinero complementarios por parte del Estado nacional a las provincias, que no están regulados por ley. Para el nuevo Gobierno, son utilizados para “intercambiar favores políticos”.
“Vamos a reducir al mínimo las transferencias discrecionales del Estado nacional a las provincias, recursos que, lamentablemente, en nuestra historia reciente se han usado como moneda de cambio para intercambiar favores políticos, para hacer política”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, el pasado 12 de diciembre cuando anunció las principales medidas económicas del Gobierno de Milei.
El economista argentino Juan Galizzi, magíster en Desarrollo Económico por la Université Paris-Est Créteil (Paris XII), coincide con la visión de Caputo.
“Las transferencias discrecionales son 100% políticas. Es un mecanismo por el cual el Gobierno central condiciona totalmente a las provincias a cambio de apoyo para sacar leyes en el Congreso, por ejemplo”, declaró a France 24.
Frente al temor de no poder pagar salarios estatales por la reducción de las transferencias discrecionales, las provincias ya aplican alternativas para cumplir con sus compromisos. Una de ellas es La Rioja, que el pasado 17 de enero aprobó por amplia mayoría la creación de una “cuasimoneda”.
¿Qué son y cómo funcionan las cuasimonedas?
Las cuasimonedas o monedas complementarias son bonos de deuda, es decir, instrumentos de deuda que emiten los Estados o las empresas públicas o privadas para financiarse. Los actores emisores se comprometen a devolver con intereses el capital que los inversores (los receptores) le prestan, en un plazo acordado por ambas partes. Se trata, básicamente, de un tipo de préstamo.
Estas monedas complementarias se emiten cuando el Estado o las provincias necesitan cumplir con sus obligaciones (pagos de salarios) y no tienen suficiente liquidez para hacerlo. En el caso de La Rioja, pasarán a formar parte de la circulación monetaria junto al peso argentino como medio de pago.
“Sirven para tener liquidez y, en la medida de lo posible, protegerse de los efectos de la inflación y poder seguir transaccionado sin tener la disrupción de precios que hay hoy”, explicó a France 24 Malena Calissano, licenciada en Economía por la Universidad de Buenos Aires y magíster en Política Económica e Innovación del programa europeo Economic Policies for the Global Transition (EPOG+).
En Argentina no son desconocidas. Vale recordar los ‘Patacones’ (cuasimoneda de Buenos Aires), las ‘Lecop’ (cuasimoneda federal) y otras provinciales que circularon entre 2001 y 2003 durante la grave crisis económica que atravesó el país. En esos años, la Ley de Convertibilidad prohibía al Banco Central emitir más pesos sin su respaldo en dólares.
Todas luego serían rescatadas por el Estado nacional, primero de la mano de Eduardo Duhalde y después con Néstor Kirchner. Los expresidentes cancelaron su propia deuda por la emisión de las ‘Lecop’ y, además, las del resto de las provincias.
A diferencia de una moneda nacional convencional, la cuasimoneda riojana, denominada ‘BOCADE’ (Bonos de cancelación de deuda), o ‘El Chacho’ de manera coloquial, solo podrá ser utilizada dentro de las fronteras de la provincia.
Se espera que los empleados estatales riojanos que reciban sus salarios en ‘BOCADES’ puedan usarlos de forma física o virtual para el pago en comercios o de impuestos. El objetivo principal es que se convierta en una moneda de cambio aceptada para adquirir bienes y servicios.
“La moneda funcionaría con un porcentaje en efectivo y un porcentaje en bono. Esos bonos los recibe la provincia para el pago de los servicios, impuestos y tasas. En cuanto al comercio, hay que acordar con la Cámara de Comercio para que reciba esta moneda como forma de pago”, explicó el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, en declaraciones a Radio 10 el pasado 13 de enero.
Su emisión abrió el debate acerca de su constitucionalidad, ya que las provincias no tienen permitido crear su propia moneda.
“Las provincias no pueden emitir su propio dinero. Ahora bien, como estos son bonos de corto plazo, no es dinero ‘per se’, es un instrumento de deuda y por eso se llaman cuasimonedas”, precisó Calissano.
La economista argentina, que actualmente vive en París, ve con buenos ojos su implementación.
“En un periodo de crisis, donde la situación es muy complicada, me parece una alternativa que tiene potencial, si se hace de forma inteligente y consciente”, añadió.
Para Galizzi, por el contrario, “es una consecuencia de la mala gestión de las cuentas públicas de una provincia”.
La Rioja vs. Javier Milei
El gobernador peronista Quintela es, desde hace tiempo, uno de los mandatarios provinciales más críticos de Milei, incluso antes de que se convirtiera en presidente. En septiembre pasado, sugirió que podría renunciar a su cargo si el libertario se imponía a Massa en las elecciones.
“Se van a restringir los recursos para nuestra provincia y va a ser dificultoso para nosotros resolver los problemas (...) Gobernar mi provincia para castigar a todos los sectores, no lo voy a hacer (...) Prefiero irme y que venga otro a ser francotirador de los riojanos”, expresó en distintos actos institucionales. Luego se desdijo y confirmó su continuidad.
Tras el anuncio de la creación de la cuasimoneda riojana, Milei celebró con sarcasmo la noticia y dejó en claro que su Gobierno no las rescatará.
“Pensar que en la campaña me trataron de loco por postular un esquema en el que hubiera una libre competencia de monedas y ahora la impulsan… Bienvenidas las monedas provinciales a la competencia, las cuales, les quiero señalar, a diferencia de lo que pasó en el pasado, de ningún modo van a ser rescatadas por el Gobierno Nacional”, escribió el presidente en su cuenta de X el pasado 16 de enero.
Sin embargo, este lunes 29 de enero, el ministro del Interior, Guillermo Francos, afirmó que la propuesta de la Rioja “es ilegal” y amenazó con sancionar a la provincia.
“Todos los gobernadores saben que es ilegal. Hay un pacto fiscal que impide la emisión de cuasimonedas, que en realidad son bonos. Conforme a la ley y los convenios de consenso fiscal, esto tiene determinadas sanciones dentro del propio convenio. (…) Esto tiene multas y se le pueden cortar los Anticipos de Tesoro del Estado, si hubiera plata”, declaró el ministro en radio Neura Media, con el periodista Alejandro Fantino.
Los efectos de las cuasimonedas en la economía
Según Galizzi, uno de los riesgos que tiene la cuasimoneda es “que valga menos que el peso argentino”.
“Para equiparar el valor del peso, lo que va a tener que hacer La Rioja es pagar intereses a ese bono. Un ‘BOCADE’ en 30 días va a valer 50% menos de lo que vale. Entonces esa compensación se va a tener que sacar de otro lado. El Gobierno provincial va a emitir más cuasimonedas y eso generará una espiral inflacionaria de ‘BOCADES’”, explicó.
“Por otro lado, sabiendo que la provincia no quiere hacer el ajuste, también cabe preguntarse si los comercios privados van a aceptar esta cuasimoneda”, agregó.
Para el economista francés Raphaël Porcherot, doctor en Economía por la Universidad de París-Saclay, un efecto inflacionista “no es un defecto de las cuasimonedas, sino su propósito”.
“No quiere decir que la gente que las implementa o las defiende quiere que haya inflación y que se desvaloricen los salarios en términos reales. Solo que es lo que va a suceder, porque lo que genera la necesidad de las cuasimonedas, una crisis económica, se resuelve así”, dijo a France 24.
Porcherot encuentra beneficios en las cuasimonedas y asegura que “ayudan a postergar en el tiempo el momento del ajuste”.
“Es ganar tiempo, intercambiando un infarto por una enfermedad crónica. Que se mantenga el gasto público significa continuidad en las transacciones económicas. Puede tener un efecto multiplicador, es decir, conducir a un mayor ingreso. En la crisis de 2001, fueron una forma de desvalorización de los salarios reales, lo que permitió recomponer las condiciones salariales y monetarias de la acumulación de capital y así reanudar un nuevo ciclo de crecimiento económico. Es una forma menos brutal que lo que serían despidos y cierres de empresas, pero cumplen la misma función: que bajen los salarios reales”, concluyó.
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