De Cajamarca a Ciudad de México: la nueva vida de la exprimera dama peruana y sus hijos tras recibir asilo político
Tras obtener un salvoconducto peruano, Lilia Paredes viajó en la madrugada del miércoles hasta México, donde vivirá bajo la protección del gobierno de ese país.
A casi dos semanas de la destitución del Presidente de Perú, Pedro Castillo, su esposa Lilia Paredes y sus dos hijos llegaron hasta México, luego de que el gobierno de ese país les concediera asilo político.
La llegada a México de la exprimera dama fue confirmada por Martín Borrego Llorente, director general para América del Sur de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, mediante sus redes sociales. “En nombre del @GobiernoMX recibí en nuestro país a la familia Castillo, protegida por la figura del asilo político. Fieles a nuestra tradición diplomática y orgullo de la política exterior mexicana que sigue salvando vidas en América Latina”, escribió en Twitter.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, hizo el anuncio del asilo el martes, en la conferencia de prensa que suele dar a diario el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). “El asilo ya se les concedió, porque están en territorio mexicano, están en la embajada, y cuando están en la embajada les concedes el asilo, es una decisión independiente y soberana de México. Ahora lo que se está negociando es el salvoconducto para que si desean salir (del Perú) lo puedan hacer y venir a México, si así lo desean”, dijo el ministro.
Horas después, el gobierno peruano concedió el salvoconducto, pero se reservó la facultad de pedir su extradición si las autoridades judiciales lo requieren, escribió el diario El Comercio.
La canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, indicó que México fue informado de que Paredes está incluida en una investigación preparatoria como coautora del delito de organización criminal, y que no existe persecución política en el país.
La fiscalía acusa a Paredes de formar parte de una supuesta organización criminal en la que realizaba “acciones de coordinación y concertación”, con conocimiento de Castillo, para aprovecharse del Estado.
El martes se comunicó que una sala judicial anuló una orden de comparecencia con restricciones que tenía Paredes, que incluían el pago de una caución y reportarse periódicamente ante la fiscalía. La decisión judicial de comparecencia se anuló por un “defecto estructural o vicio de motivación insubsanable”, según el tribunal.
“Eso quita a México la posibilidad de justificar asilo político que sólo se otorga a perseguidos políticos”, dijo a The Associated Press el abogado penalista César Nakazaki, profesor de la Universidad de Lima.
La hermana de Lilia, Yenifer Paredes, a la que Castillo y su esposa criaron como a una hija, no fue incluida en el asilo. También es investigada por la fiscalía y estuvo en prisión preventiva más de un mes.
El lunes, la fiscal Marita Barreto pidió sin éxito al Poder Judicial que atendiera con celeridad la apelación a una sentencia que permitía viajar a Lilia Paredes.
El presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, señaló este miércoles que Perú lamenta que las relaciones diplomáticas con México se encuentren en un estado “lamentable”, por responsabilidad del presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador. “No vamos a permitir que siga causando intromisión”, manifestó.
En su primera conferencia de prensa como jefe del Gabinete, Otárola también dijo que se informó a México que Lilia Paredes es investigada “como coautora del delito de organización criminal”. Asimismo, indicó que se ha reafirmado al gobierno mexicano que “en el Perú no existe ninguna persecución política, impera el Estado de Derecho y la separación de poderes”.
La exprimera dama y sus hijos viajaron a México la madrugada del miércoles, luego de que el gobierno de AMLO les otorgara el asilo político.
Poco antes de su viaje, un equipo de la cadena RPP Noticias pudo constatar que la esposa de Pedro Castillo se encontraba en el aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima a la espera del avión que la trasladaría a la capital mexicana. Su paradero era desconocido desde que su esposo fuera detenido por intentar un golpe de Estado.
AMLO dijo el miércoles que su país no romperá relaciones diplomáticas con Perú luego de que el gobierno del país sudamericano expulsara en la víspera al embajador mexicano por injerencia en los asuntos internos de esa nación, tras la destitución de Castillo.
El martes, Perú declaró como “persona non grata” al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, y le dio 72 horas para que abandone el país andino, en una escalada de la crisis diplomática entre ambas naciones latinoamericanas.
“Lamentar la decisión que tomó el gobierno de Perú, un gobierno muy cuestionado por su proceder (...), como declarar persona no grata a nuestro embajador en Perú”, dijo el mandatario mexicano.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores ha decidido no romper relaciones (diplomáticas con Perú)”, agregó López Obrador. “No vamos a expulsar a nadie. No lo hemos hecho ni se va a hacer”, añadió.
De Cajamarca a México
Paredes nació en abril de 1973 en Anguía, en la provincia de Chota, en Cajamarca, uno de los departamentos más pobres del país. Es profesora de educación primaria y pertenece a la Iglesia Cristiana del Nazareno.
Conoció a Castillo en la primaria y, tras unos años sin verse, retomaron el contacto en la educación secundaria. Llevan casados 21 años.
Hasta que Pedro Castillo fue elegido presidente de Perú en 2021, vivió en el campo de Chugur, un centro poblado ubicado en Tacabamba, que cuenta con aproximadamente 2.920 habitantes, donde trabajaba como profesora y se involucró en labores del campo y ganadería.
“Nunca nos vamos a olvidar de dónde somos”, dijo en la iglesia de la localidad poco antes de marchar a la capital peruana.
En Lima, Paredes empezó su rol como primera dama con actos de corte social. También estuvo a cargo de la Oficina de Apoyo al Cónyuge del Presidente de la República.
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