Dos años después de masacre de Texas, Biden llamó a combatir el “terrorismo arraigado en la supremacía blanca”

U.S. President Biden
Presidente Joe Biden llamó a combatir el odio racial al reunirse con líderes de la comunidad estadounidense de origen latino en la Casa Blanca. Foto: Reuters

“Vamos a tener que estar unidos contra esta violencia porque se extiende a todas las comunidades”, advirtió el presidente de EE.UU., al recibir en la Casa Blanca a líderes de la comunidad estadounidense de origen latino. El mandatario prometió luchar contra el “extremismo interno” y trabajar para acabar con “el flagelo de la violencia armada" en esa nación. El 3 de agosto de 2019, un sujeto de 21 años disparó un rifle semiautomático en una tienda Walmart en El Paso, Texas, provocando la muerte de 23 personas, incluidos ocho mexicanos, e hiriendo a decenas. Según autoridades federales, quería “asustar a los hispanos para que se fueran de Estados Unidos”.


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, marcó el martes el segundo aniversario de la masacre contra hispanos en El Paso, Texas, con un llamado a luchar contra el “terrorismo interno arraigado en la supremacía blanca”.

“El atacante apuntó contra las personas y la diversidad de El Paso y nuestros valores estadounidenses más profundos”, dijo el mandatario al recibir en la Casa Blanca a líderes de la comunidad estadounidense de origen latino.

“La amenaza terrorista más letal para nuestra patria en los últimos años es el terrorismo interno, el terrorismo interno arraigado en la supremacía blanca”, afirmó.

“Vamos a tener que estar unidos contra esta violencia porque se extiende a todas las comunidades”, advirtió Biden, prometiendo luchar contra el “extremismo interno” y trabajar para acabar con “el flagelo de la violencia armada en Estados Unidos”.

El 3 de agosto de 2019 un joven de 21 años disparó un rifle semiautomático en una tienda Walmart en El Paso, Texas, provocando la muerte de 23 personas, incluidos ocho mexicanos, e hiriendo a decenas.

Patrick Crusius condujo unas diez horas desde Allen, Texas, para llegar a esa ciudad fronteriza con México, donde más del 80% de la población es de ascendencia hispana.

“Este ataque es una respuesta a la invasión hispana de Texas. Ellos son los instigadores, no yo. Simplemente estoy defendiendo a mi país del reemplazo cultural y étnico provocado por la invasión”, había dicho en un manifiesto en internet titulado “La verdad incómoda”.

Según autoridades federales, quería “asustar a los hispanos para que se fueran de Estados Unidos”.

Crusius, acusado de unos 100 cargos de delitos de odio y uso de arma de fuego, se declaró no culpable el año pasado de los cargos estatales, y será enjuiciado en noviembre. Para el caso a nivel federal aún no se fijó fecha de juicio.

Los cargos conllevan una pena máxima de muerte o cadena perpetua, informó el Departamento de Justicia, señalando que el fiscal general decidirá más adelante si solicita la pena de muerte.

En una columna publicada en el diario El Paso Times, Biden subrayó que el atacante eligió una ciudad “que celebra su rica herencia hispana y su conexión con la gente de Ciudad Juárez”, en México.

“Pensó que su odio a los inmigrantes podría resultar más poderoso que la cultura y la vitalidad de la gente de esta comunidad. Estaba equivocado”, dijo.

“Gracias, presidente por su apoyo”, dijo Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), al retuitear la columna de Biden.

Vargas estaba entre los latinos que se reunieron con Biden. Otra fue Janet Murguía, presidenta y directora ejecutiva de UnidosUS, la mayor entidad representante de la comunidad latina en Estados Unidos.

“En el aniversario de El Paso, unidos contra el odio”, tuiteó Murguía tras la cita, señalando que también hablaron “sobre economía, salud, vivienda, inmigración y derecho al voto”.

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