EE.UU. bombardea bases de Hizbolá en Siria e Irak

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El ataque se produjo luego de la muerte de un civil estadounidense en una base en el norte de Irak.


Estados Unidos bombardeó cinco bases de la milicia islamista Hizbolá en Irak y Siria, anunció el Pentágono hoy, dos días después de la muerte de un civil estadounidense en un ataque con cohetes contra una base militar del norte de Irak. Esos bombardeos realizados "en respuesta a los repetidos ataques de Kataeb Hizbolá (KH) contra bases iraquíes que acogen a las fuerzas de la operación Resolución Inherente (contra el grupo yihadista Estado Islámico) (...) debilitarán la capacidad de KH para perpetrar ataques contra las fuerzas de la coalición", declaró el portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, en un comunicado.

Un dirigente de Hashd al Shaabi, coalición de paramilitares que ahora forma parte de las fuerzas de seguridad de Bagdad en las que participan las brigadas del movimiento islamista Hezbolá iraquí, dijo a la agencia France Presse que 15 combatientes, entre ellos comandantes, murieron la madrugada de este domingo tras los ataques del Pentágono. Además, informó que hay otras personas heridas.

Tres de las instalaciones bombardeadas se encuentran en Irak y las otras dos, en Siria, explicó Hoffman. Se trata de lugares de almacenamiento de armas o de bases de KB, una de las facciones proiraníes del Hashd al Shaabi.

El portavoz del Pentágono acusó al movimiento proiraní de lanzar el viernes más de 30 cohetes contra la base militar iraquí de Kirkuk (norte), matando a un subcontratista estadounidense e hiriendo a cuatro militares del mismo país y a dos soldados iraquíes.

Hoffman recordó que el Hezbolá iraquí "tiene vínculos estrechos" con la fuerza de élite Quds iraní e instó a Teherán y sus aliados a "cesar sus ataques contra las fuerzas de EE.UU. y de la coalición internacional (antiyihadista) y a respetar la soberanía de Irak para evitar cualquier acción defensiva adicional de las fuerzas estadounidenses". "La coalición se encuentra en Irak por invitación del gobierno iraquí para garantizar la derrota del Estado Islámico y proporcionar asistencia al ejército iraquí", añadió.

Desde octubre se intensificaron los disparos de cohetes y obuses contra bases estadounidenses en Irak, donde Washington cuenta con 5.200 soldados que forman parte de la coalición internacional contra el Estado Islámico (EI). EE.UU. prometió hace poco "una respuesta firme" ante la multiplicación de las arremetidas contra sus intereses en Irak.

Por otro lado, poco después del ataque del Pentágono, un responsable de las fuerzas de seguridad que prefirió no ser citado señaló a France Presse que "cuatro misiles Katiusha cayeron anoche cerca de la inmensa base militar iraquí de Taji, al norte de Bagdad, que alberga a soldados estadounidenses, sin causar ninguna víctima".

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