EE.UU.: Gobierno de Joe Biden pretende cerrar la cárcel de Guantánamo
Durante su mandato, el expresidente estadounidense -Donald Trump- mantuvo su voluntad en conservar abierta la prisión y “llenarla de malos”. En esta oportunidad, Biden viene a revivir la promesa de campaña de Barack Obama.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere cerrar la icónica prisión de Guantánamo antes de que termine su mandato, anunció la vocera de la Casa Blanca.
El demócrata asumió así una promesa de campaña de Barack Obama, quien no pudo concretar la idea por la falta de acuerdo con el Congreso.
Al consultar sobre un posible cierre de la prisión de Guantánamo durante el mandato de Biden, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló: “Este es ciertamente nuestro objetivo y nuestra intención”.
“Hemos iniciado un proceso en el Consejo de Seguridad Nacional para trabajar con los distintos organismos federales y evaluar la situación actual (...) que hemos heredado del gobierno anterior”, explicó
Durante su campaña presidencial de 2016, Donald Trump mostró voluntad en mantener abierta la prisión de Guantánamo y “llenarla de malos”. Postura que se mantuvo siendo presidente.
Durante su mandato, Barack Obama había prometido la liberación algunos detenidos en la prisión militar, donde incluso se alberga a presos vinculados a la “guerra contra el terrorismo”. Uno de ellos es el paquistaní Khaled Sheikh Mohammed, el autoproclamado autor intelectual de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La lucha contra el terrorismo
La cárcel todavía alberga a unos 40 detenidos, 26 de los cuales son considerados demasiado peligrosos para ser liberados, pero no han sido sometidos a procesos judiciales.
El centro de detención fue construido sobre una base naval estadounidense en el extremo oriental de la isla de Cuba, bajo la presidencia de George W. Bush. El sitio de 117 kilómetros cuadrados fue cedido por Cuba a Estados Unidos en 1903, para agradecer a su poderoso vecino su ayuda en la guerra contra los españoles.
Los primeros veinte detenidos llegaron allí el 11 de enero de 2002, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Imágenes de prisioneros con overoles naranja, detrás de vallas rematadas con alambre de púas, impactaron en todo el mundo al igual que la alimentación forzada a quienes se negaban a comer.
En lo más fuerte de su actividad, 780 personas estuvieron detenidas en Guantánamo por su presuntos lazos con Al-Qaeda y los talibanes. Centenares de ellos fueron luego liberados o transferidos hacia su país natal o terceros países.
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