El desafío de Ucrania de reconstruir el país en medio del fantasma de la corrupción
En la cumbre de los líderes del G7, que empieza este jueves, uno de los temas clave será cómo utilizar las ganancias generadas por los activos rusos congelados en favor de Kiev.
Una de las cuestiones de seguridad más urgentes en la reunión de líderes en la Cumbre del G7 que comienza este jueves en Apulia, Italia, será cómo utilizar las ganancias generadas por los activos rusos congelados en Occidente en beneficio de Ucrania, mientras las fuerzas de Kiev continúan sufriendo retrocesos en el campo de batalla. Algunas autoridades anticorrupción han cuestionado cómo se utilizará este dinero para evitar cualquier uso indebido, en el país que enfrenta una corrupción endémica desde los primeros días de su independencia en 1991.
Tanto funcionarios del gobierno de Kiev como activistas independientes han dicho que la lucha contra la corrupción es clave para ganar la guerra existencial que Ucrania libra contra Rusia. Han tenido cierto éxito, dice la cadena BBC, ya que el Índice de Percepción de Corrupción realizado anualmente por la ONG Transparencia Internacional mostró que, en 2023, Ucrania se ubicó en el puesto 104, de un total de 180 países analizados.
Para dejar claro el sentido de urgencia de la reconstrucción, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, asistirá personalmente a la cumbre por segundo año consecutivo antes de viajar a Suiza para una conferencia de paz en Ucrania durante este fin de semana, en la que Rusia estará ausente. El martes y el miércoles, los socios de Kiev se reunieron en Berlín en una conferencia sobre la recuperación y reconstrucción de Ucrania.
El costo total de la reconstrucción de Ucrania durante la próxima década se estima en 486.000 millones de dólares, dijo el gobierno ucraniano en un informe. Los líderes del G7 habían discutido previamente la idea de usar las ganancias de los intereses generados por 325.000 millones de dólares de activos congelados del banco central ruso, pero finalmente acordaron proporcionar a Ucrania 50.000 millones de dólares para fin de año, según dijo la presidencia francesa este miércoles.
Desde el mes pasado, dos funcionarios clave en la reconstrucción de Ucrania, Oleksandr Kubrakov y Mustafa Nayyem (el viceprimer ministro de infraestructura y el jefe de la agencia de desarrollo de infraestructura y restauración, respectivamente), fueron desvinculados del gobierno. En su renuncia, Nayyem citó “obstáculos sistémicos” que impedían su trabajo efectivo. Ambos habían colaborado con autoridades anticorrupción en descubrir sospechas de corrupción el año pasado, según informó Al Jazeera.
Los expertos han dicho que la ausencia de Nayyem, el máximo burócrata a cargo de la reconstrucción de Ucrania, probablemente no sentaría bien a los socios extranjeros en un evento centrado en la reconstrucción del país. “Los socios nos han brindado y continúan brindándonos asistencia por valor de miles de millones de dólares y, con razón, esperan transparencia, responsabilidad y previsibilidad de las autoridades ucranianas”, indicó Olena Halushka, cofundadora del grupo de expertos del Centro Internacional para la Victoria de Ucrania, al medio estadounidense Politico.
“La partida de Nayyem es el último de una serie de cambios de personal en Kiev que han sacudido la confianza de los socios occidentales en el gobierno del presidente Volodymyr Zelensky y han irritado a algunos de los propios funcionarios de Ucrania”, escribió el Financial Times. “Esto envía a nuestros socios el mensaje de que la recuperación ya no es una prioridad”, dijo Hlib Vyshlinsky, director ejecutivo del Centro de Estrategia Económica con sede en Kiev.
Otros expertos relativizan el nivel de corrupción en Ucrania. “En Estados con sociedades civiles fuertes, como Ucrania, los casos de corrupción se exponen y discuten públicamente con mayor frecuencia, por lo que puede parecer que hay más corrupción allí que en autocracias represivas como Rusia”, indicó a La Tercera Mikhail Alexseev, académico de ciencias políticas en Universidad Estatal de San Diego e investigador principal del proyecto “Guerra, Democracia y Sociedad” de la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU.
“También sabemos en ciencia política el gran poder de las expectativas para moldear el comportamiento. La incertidumbre y los reveses militares aumentan los incentivos para romper las reglas. Es por eso que la mejor política anticorrupción que Ucrania puede tener es la que Zelensky persigue incansablemente presionando para obtener más apoyo militar de Estados Unidos y otros”, añadió Alexseev.
Vitaliy Shabunin, presidente de la junta directiva del Centro de Acción Anticorrupción, una ONG ucraniana, descarta las preocupaciones de que la asistencia militar occidental a Ucrania pueda ser malversada. “Todas las armas suministradas por los aliados occidentales terminan en manos de tropas ucranianas que las utilizan eficazmente. Es imposible robar armas occidentales”, dijo Shabunin a la BBC.
La corrupción también preocupa a los ciudadanos ucranianos, que la perciben como el problema más grave -solo superada por la guerra- en el país por el 89% de los ciudadanos, siendo la gran corrupción política identificada como el tipo principal y más grave (81%). A pesar de una mejora notable en la percepción pública de la prevalencia de la corrupción, el 94% de los encuestados todavía considera que el fenómeno está generalizado en toda Ucrania, según la encuesta nacional de percepciones y experiencias sobre la corrupción 2023, publicada por la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID).
Otra encuesta de opinión pública realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) y publicada el 7 de junio, mostró que la confianza en el presidente Zelensky ha seguido disminuyendo entre los ucranianos, con una aprobación que cayó del 64% en febrero al 59% en mayo.
“La mayoría de las instituciones anticorrupción ucranianas están mostrando resultados bastante buenos”, afirmó Andrii Borovyk, director ejecutivo de Transparencia Internacional Ucrania, a la BBC. Andriy Synyuk, jefe adjunto de la Fiscalía Especializada Anticorrupción, sostuvo que los frecuentes informes de funcionarios ucranianos acusados de corrupción son una señal bienvenida. “Esto no significa que se estén cometiendo más delitos. Significa que hemos mejorado en nuestro trabajo”, afirmó.
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