El esperado y único debate en España entre Núñez Feijóo y Sánchez se realiza entre interrupciones y acusaciones de mentir
Considerado como un hito en la campaña presidencial, al ser la única oportunidad en que los dos principales candidatos para las generales del 23-J se vean las caras debatiendo, a ratos la discusión se atascó por las continuas interrupciones, donde Feijóo se mostró mucho más dispuesto a atacar y un Sánchez que le costó imponer sus términos en el ritmo hasta bien avanzado el debate.
Catalogado por algunos analistas como uno de los hitos más importantes de la campaña electoral de cara a las elecciones generales adelantadas del 23 de julio en España, el llamado 23-J, este lunes se realizó el único debate televisivo entre el actual presidente del gobierno y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, y el líder de la oposición y del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo.
A las 22:00 hora española empezó el debate que se extendió por más de los 100 minutos pactados inicialmente, y que incluyó críticas cruzadas sobre datos económicos, un Sánchez acusando de mentir a Núñez Feijóo –y luego viceversa: “no es cierto”, retrucó luego– y que, al menos en la primera parte, se vio al primero ligeramente nervioso en un político caracterizado como de tener “nervios de acero” en el pasado. Si bien analistas debaten sobre quién ganó, con algunos afirmando que Sánchez perdió una oportunidad y que Feijóo sorprendió considerando que en la previa se le retrataba como un político menos hábil en estas instancias, el debate estuvo marcado por constantes interrupciones y una inexistente moderación.
El encuentro se cerró con el presidente aseverando que en julio se juega “que España avance o entre en un túnel tenebroso”, mientras que el candidato opositor pidió una “mayoría fuerte sin contar con los extremos”.
La discusión se realizó alrededor de cuatro ejes. Economía, Política social e Igualdad, Pactos y Gobernabilidad y Políticas de Estado, Institucionales e Internacional. En cuanto a lo primero, Sánchez destacó uno de los primeros cruces entre los candidatos, cuando Feijóo lanzó: “Los españoles no somos tontos, señor Sánchez”, con relación al empleo, seguido de un dato que generó polémica.
Según el líder del PP, “usted (Pedro Sánchez) es el tercer Presidente que menos empleo ha creado. Mariano Rajoy creó más empleo que usted”, pero periodistas de radio SER pusieron en tela de juicio la cifra al corroborar que en la nombrada administración se crearon 1.191.000 puestos de trabajo, mientras que en la actual se han instaurado 1.508.000.
“Hemos creado empleo como nunca”, se defendió el actual presidente, mientras Núñez Feijóo continuaba insistiendo en la cifra. “Hemos creado empleo como nunca, en un momento muy adverso, creciendo más que el resto de las economías europeas”, respondió Sánchez.
Según el líder del PP, quien se mostró enfocado en el ataque –coincidieron medios como La Razón y SER– y en presentar un panorama negro de la realidad española, la propuesta de su contraparte socialista “tiene la política económica del Partido Comunista”, disparó.
La defensa de Sánchez nuevamente volvió a apelar a que España “es la primera economía europea que ha rebajado la inflación un 2%”. “¿Eso significa que va todo bien? No, pero sí que vamos en la dirección avanzada”, cerró.
“Habla de inflación. ¿Se dan cuenta de que Feijóo no habla nunca de Ucrania? ¿De los efectos que ha tenido sobre los precios en España, en Europa y en el mundo? ¿Pero en qué mundo vive usted?”, retomó la discusión Pedro Sánchez. Y retrucó Núñez Feijóo: “Me dice que no hablo de Ucrania... ¿Solo afecta a España? El IPC ya en 2021 era muy superior a la media de la Unión Europea”.
El modelo del debate era libre, con los candidatos interrumpiéndose constantemente. Si bien a ratos la conversación era fluida, con uno escuchando y el otro hablando, en otros momentos el cruce de datos y acusaciones de mentir hacía difícil entender la discusión.
“Parece que Núñez Feijóo es el presidencial y Sánchez el aspirante”, dijeron desde el Partido Popular a radio SER, mientras que en el Partido Socialista Obrero Español lamentaron el “nerviosismo” mostrado en el primer bloque por Sánchez, quien intentó interrumpir mucho a su contendiente sin plasmar su idea base, explicaron fuentes del PSOE en off al mismo medio.
El evento, titulado como Cara a Cara y transmitido por Atresmedia, fue el único en que ambos políticos se enfrentaron sin intervención de terceros, lo que generó expectación en España al considerar que, según las encuestas, son los únicos dos contendientes con posibilidades reales de triunfar en las elecciones.
Carlos Elordi Cué, periodista español, dijo en la previa a El País que “aquí todo el mundo en la política española está pensando desde hace tres o cuatro días solo en el debate. Todos saben que este debate es el hito de la campaña. (…) Es el gran momento en que pueden cambiar las cosas”, detallando la sensación de trascendencia en el evento.
Según un estudio realizado por SocioMétrica y publicado en El Español, que toma como referencia sondeos publicados por IMOP, Data10, Sigma Dos, Electopanel, Demoscopia, NcReport, Gad3, DYM, 40db, Ipsos, Target Point y Hamalgama, las preferencias estarían de lado de Núñez Feijóo. La suma del PP más Vox, el partido de ultraderecha español, estaría por sobre la mayoría absoluta, detalló el medio.
Esa unión, justamente, fue tema de discusión en el debate. “Un error jurídico se corrige, pero un acto machista, no”, dijo sobre la “ley del solo sí es sí” y a la reducción de condenas de violadores por una laguna legal. “Están cambiando ideales por votos”, continuó en la misma línea el líder del PSOE por la posible alianza con Vox.
Según Sánchez, “Vox es un partido constitucional, como todos los partidos. Pero Vox no es constitucionalista. Abascal va contra al menos 25 puntos de la Constitución”. En otro bloque, el de Políticas de Estado, Institucionales e Internacional, el partido de extrema derecha volvió al ruedo cuando el presidente en funciones dijo que “en Bruselas (por la Unión Europea) están francamente preocupados por un posible gobierno del PP con Vox”.
“Le perseguirá siempre (a Sánchez) que habrá miles de violadores con las penas rebajadas en la calle”, respondió Feijóo. “Esos violadores machistas que están en la calle, están libres por usted”, continuó el líder del PP. Y agregó que si tiene los votos necesarios, no pactará con Vox, y en el caso de ser necesario, hablará con cualquier partido constitucionalista, ya sea el PSOE o Vox.
“El Partido Socialista y Vox muchas veces votan juntos solo para que el PP no pueda gobernar”, respondió Feijóo ante la pregunta de una de las moderadoras sobre el miedo de algunas mujeres a que el PP gobierne junto al partido de extrema derecha, quien niega la idea de la violencia de género.
La contracara fue aprovechada por Núñez Feijóo y el ofrecimiento de apoyo de Bildu, los herederos políticos de ETA. “Bildu es su socio”, le dijo el candidato derechista. “¿Cómo que mi socio?”, respondió Sánchez. “De pactos, usted no puede dar ninguna lección”, continuó Núñez Feijóo, refiriéndose a las muestras de apoyo de Bildu, partido que hace más de diez años que renegó del terrorismo para entrar al sistema político democrático.
El contraataque de Sánchez llegó con una lista de supuestos aliados de Feijóo que han dicho frases machistas, negacionistas del cambio climático, de las vacunas y alusivas a la dictadura franquista.
Ambos candidatos contaban con un minuto de oro, 60 segundos libres para intentar convencer a sus votantes. En él, Sánchez aseguró que “nos estamos jugando seguir avanzando o pasar a un túnel del tiempo”. Feijóo, por otro lado, dijo que no será “un presidente que mienta” y pidió que votaran por él ”para acabar con los bloques que atenazan la política española”, cerró.
En la previa, el análisis sobre cómo este debate afectaría la carrera por llegar al Palacio de la Moncloa era relativamente parecido entre analistas: buscar movilizar a los votantes del propio partido que no mostraban intención de ir a las urnas.
Así lo planteó Berna González Harbour, periodista española, que aseguró a El País que “está muy demostrado que los debates no cambian tantos votos, pero sí movilizan y refuerzan los propios. En la derecha la movilización es mucho más fuerte que en el PSOE. Un 70 y tanto por ciento de los votantes del PP están dispuestos a ir a las urnas, mientras que solo el 60 y pico de los del PSOE lo están. Por tanto, hoy no estamos hablando de cambiar el voto, sino de movilizar y reforzar convicciones”.
Sin embargo, González aseguró que salir bien parado del debate no tiene el mismo valor para uno que para el otro. “Ganar el debate no es ganar las elecciones, pero en el caso de Feijóo, perderlo podría no necesariamente fracasar en las elecciones, sin embargo, en el de Sánchez, si lo pierde, ya sería muy difícil ganar los comicios generales”, dijo al mismo medio.
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