El fallido plan contra Maduro que acabó con dos estadounidenses presos
La incursión fue gestada en 2019 por un exoficial de las Fuerzas Especiales del Ejército de EE.UU. Tanto Donald Trump como Juan Guaidó han negado su participación en la Operación Gedeón.
Hasta ayer, el gobierno venezolano había detenido a 25 personas en relación a la fallida incursión por vía marítima realizada el domingo y que tenía por objetivo sacar a Nicolás Maduro del poder.
El plan fue ideado por Jordan Goudreau, un veterano de 43 años que había pertenecido a las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense. El operativo fue propuesto en septiembre del año pasado a un grupo de representantes de la oposición venezolana en Miami.
Esa tarde, Goudreau aseguró tener a 800 hombres listos para penetrar Venezuela y “extraer” a Maduro, según contó al diario The Washington Post Juan José Rendón, el estratega político venezolano elegido por el líder opositor Juan Guaidó para ayudar a encabezar el comité secreto.
En octubre, el plan ya se había convertido en un acuerdo firmado. El documento establecía que el objetivo de la operación era “capturar/detener/remover a Nicolás Maduro” junto “al actual régimen e instalar al presidente reconocido de Venezuela, Juan Guaidó”.
Sin embargo, Goudreau no pudo probar que contaba con el financiamiento ni los 800 hombres que había mencionado, y exigió el pago inmediato de US$ 1,5 millones.
Luego de una fuerte discusión en la casa de Rendón, los primeros días de noviembre, la oposición venezolana asumió que la maniobra -bautizada como Operación Gedeón- había fracasado.
Sin embargo, la operación se intentó llevar a cabo este fin de semana, aunque fue frustrado por agentes de Maduro que habrían estado infiltrados en ella. Al menos ocho hombres murieron y dos fueron capturados el domingo. El lunes se sumaron 11 detenidos, entre ellos dos excompañeros boinas verdes de Goudreau.
El miércoles se publicó el testimonio de uno de ellos. Luke Denman, de 34 años, confirmó que el objetivo de la misión era capturar a Maduro, y que el entrenamiento y la organización de la operación se realizaron cerca de la ciudad de Riohacha en Colombia, cercana a la frontera con Venezuela. Además, dijo que las armas y uniformes habían sido donados por “Jordan, a través de Silvercorp”.
Ayer fue dado a conocer el interrogatorio del segundo exmilitar, Airan Berry, quien declaró que no le habían ofrecido “ningún monto específico en dólares”. Al ser consultado sobre el fin de la misión, el estadounidense de 41 años contestó que era “alcanzar objetivos específicos y creo que matar a Maduro”.
La administración de Donald Trump negó tener conocimiento sobre la operación. “No hubo un involucramiento directo del gobierno de EE.UU.”, dijo el miércoles el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Tras la discusión, Goudreau dijo haberse sentido traicionado por la oposición venezolana y que decidió seguir adelante con la misión para la que había sido contratado, aclarando que no tenía que ver con dinero, sino con hacer “lo correcto”.
No es primera vez que el canadiense nacionalizado estadounidense se involucra en la lucha contra Maduro. En febrero de 2019, el exboina verde trabajó como agente de seguridad en el concierto organizado por el multimillonario británico, Richard Branson, en la frontera entre Venezuela y Colombia.
Antes de eso, había servido 15 años en el Ejército de EE.UU. en una unidad de morteros de infantería y luego como sargento médico de las Fuerzas Especiales. Entre 2006 y 2014, se desplegó dos veces en Irak y Afganistán. En 2018, fundó la empresa de seguridad Silvercorp USA, que entre sus servicios promociona la ayuda a víctimas de secuestros y extorsión.
“Plan C” de la oposición
A mediados del año pasado, la oposición venezolana se estaba quedando sin opciones para sacar a Maduro del poder. Guaidó había intentado liderar un levantamiento militar en abril que terminó por fracasar, y luchaba por mantener unido a su sector.
Así, en agosto decidió crear un nuevo “comité estratégico”, del cual formaba parte Rendón. Su misión era investigar escenarios que derivaran en un cambio de régimen. Aunque se estudiaron opciones como hacer presión internacional contra el gobierno, los miembros también consideraron la posibilidad de secuestrar a Maduro y sus socios cercanos. Rendón dijo a The Washington Post que debieron hablar con una docena de abogados sobre la legalidad de una misión de este tipo.
Sin embargo, algunos artículos de la Constitución venezolana y la Convención de la ONU contra la Delincuencia Organizada Transnacional los amparaban en caso de que siguieran adelante con el plan.
A través de un comunicado publicado el lunes, Guaidó -quien está siendo investigado por su vínculo con la incursión- negó que existiera un contrato con Goudreau, y dijo que su “gobierno interino” no tenía conexión con la operación. Rendón lo confirmó al Washington Post, asegurando que el presidente de la Asamblea Nacional solo sabía de un “plan exploratorio”.
Algunos temen que Maduro use la operación para arrestar a Guaidó, algo que no se ha concretado hasta ahora, tras más de un año de tensiones. En lo inmediato, dijo que va a llevar el caso ante La Haya y el Consejo de Seguridad de la ONU.
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