El gurú de la oposición venezolana dirigió la planificación para derrocar a Maduro

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Después de salir del arresto domiciliario, el opositor venezolano Leopoldo López se unió a Juan Guaidó para saludar a los partidarios en Caracas, el 30 de abril de 2019. FOTO: AFP/GETTY IMAGES

Leopoldo López y sus aliados contrataron mercenarios antes del fallido intento para derrocar al régimen.


El políticamente influyente mentor del líder de la oposición venezolana respaldado por Estados Unidos, Juan Guaidó, estuvo detrás de un esfuerzo de meses para contratar mercenarios para derrocar al Presidente Nicolás Maduro, según varias personas involucradas en la planificación.

Leopoldo López, fundador del expartido político de Guaidó, y otros aliados consideraron al menos seis propuestas de contratistas de seguridad privada para llevar a cabo incursiones militares para provocar una rebelión en las Fuerzas Armadas de Venezuela y derrocar al Presidente autoritario, dijeron estas personas a The Wall Street Journal.

Uno de los contratistas eventualmente estuvo involucrado en un intento de ataque en mayo que terminó casi antes de que comenzara, con ocho de los mercenarios asesinados y casi 50 detenidos, incluidos dos exsoldados estadounidenses, todos los cuales todavía están detenidos en una prisión de Caracas.

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El opositor venezolano Leopoldo López habló con los medios el 2 de mayo de 2019, en la puerta de la residencia del embajador español en Caracas. FOTO: GETTY IMAGES

Maduro salió triunfante y sus adversarios políticos quedaron fracturados, desmoralizados y sin una estrategia clara. Algunos aliados extranjeros de la oposición dicen que Guaidó y sus socios deberían haberse apegado a las negociaciones con el régimen de Maduro y ahora están cuestionando su apoyo al líder de la oposición.

“Guaidó ha dañado sus credenciales democráticas”, dijo un diplomático europeo de alto rango que trabajó en la política de Venezuela. “Da la impresión de que está tratando de montar dos caballos, uno por la vía de la negociación y otro más por la vía del golpe de Estado”.

Guaidó y los socios de López han dicho que el ataque de mayo fue obra del régimen de Maduro y que el año pasado cortaron contacto con el grupo que lo llevó a cabo.

La mayoría de los venezolanos critican a Maduro por la devastadora crisis económica del país, con solo el 13% que lo apoya, según una encuesta de mayo de la firma Datanálisis de Caracas.

Pero Guaidó no lo ha podido capitalizar. Su apoyo se ha erosionado constantemente del 61% que disfrutó en enero de 2019, cuando la oposición lo proclamó Presidente en un desafío directo a Maduro. Estados Unidos y más de 50 países reconocieron a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela.

Según la encuesta de Datanálisis, Guaidó vio caer su aprobación al 25% en mayo, su punto más bajo hasta el momento, tras el fallido complot. Los venezolanos ahora son abrumadoramente pesimistas de que se logrará una transición en el país.

“Comenzó como una especie de versión venezolana de Obama”, dijo el director de Datanálisis, Luis Vicente León, sobre Guaidó. “Ahora la gente simplemente no le cree. Cuando pierdes la esperanza de un cambio, también pierdes tu capacidad de pedir sacrificios a las personas”, agregó.

Juan Guaidó, líder opositor venezolano.

Dentro de la indisciplinada coalición de partidos de oposición, gran parte de la culpa se dirige ahora a López, un político de 49 años, de una de las familias más prominentes de Venezuela, educado en Harvard y exprisionero político.

Durante años, ha abogado por la acción directa para eliminar a Maduro, desde una serie de protestas en 2014 que se tornaron violentas a un intento de provocar un levantamiento en las filas militares el año pasado, chocando a menudo con otros enemigos prominentes del régimen sobre la estrategia.

En 2018, después de que Maduro fue reelegido en una votación ampliamente considerada fraudulenta, López expresó la opinión de que las negociaciones y una ruta electoral tomarían demasiado tiempo, señaló una persona que habló con él sobre la estrategia.

“Él estaba muy preocupado de que, a menos que se hiciera algo pronto, el pueblo venezolano terminaría como el pueblo cubano, absolutamente pasivo y quebrado, incapaz de defenderse”, dijo la persona que está familiarizada con la dinámica de la oposición en el país y con la política estadounidense.

López no pudo hacer comentarios para este artículo porque no puede hablar públicamente como parte de un acuerdo con España. Ahora vive en la residencia del embajador español en Caracas, donde está protegido contra el arresto, pero sigue siendo una poderosa fuerza política con influencia sobre Guaidó, proporcionando liderazgo en asuntos que van desde el cambio de régimen hasta la reforma de la industria petrolera, dijeron activistas opositores.

“Uno de los errores más grandes que ha cometido la oposición es respaldar a Leopoldo López”, sostuvo Humberto Calderón Berti, quien fue enviado de Guaidó a Colombia hasta una disputa pública con López el año pasado. “Al final, solo está dañando a Guaidó. Tiene que haber una rectificación de la estrategia, del liderazgo”.

Calderón Berti dijo que aconsejó a los partidos de la oposición el año pasado que eviten involucrar a los desertores militares venezolanos para tratar de expulsar a Maduro, por temor a que la violencia aleje las alianzas internacionales de la oposición. Calderón Berti no es miembro de Voluntad Popular, el partido fundado por López y que fue el camino de Guaidó hacia el liderazgo.

Este mes varios miembros prominentes de Voluntad Popular han renunciado al partido, diciendo en privado que ya no podían lidiar con la mano dura de López y las políticas del partido, que vieron como perjudiciales para la oposición.

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El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante un discurso el pasado 30 de marzo. Foto: DPA

Guaidó dijo que algunos de sus asesores se reunieron con los organizadores del fallido ataque a principios del año pasado para evaluar las estrategias para una incursión. Sin embargo, afirmó que sus asesores cortaron el contacto casi seis meses antes de la ofensiva por desacuerdos sobre la estrategia.

Los líderes del partido señalaron que para octubre de 2019, la planificación de la operación había sido infiltrada por agentes de inteligencia venezolanos. Algunos en el partido informaron detalles de la infiltración a funcionarios estadounidenses y colombianos ese mes.

“No solo fue una infiltración, sino que fue una operación financiada por la dictadura”, dijo Guaidó en una videoconferencia el mes pasado. “El único al que sirvió esa operación fue al régimen de Maduro”.

Los miembros de Voluntad Popular sostienen que su partido ha favorecido las negociaciones e inició conversaciones supervisadas por Noruega en 2019 que luego fracasaron. Guaidó ha dicho con frecuencia que el problema es el régimen, que según él negocia de mala fe.

Funcionarios de la administración de Trump aseguraron que la operación en mayo no ha dañado a Guaidó ni a la oposición, y que podría haber sido una operación de bandera falsa organizada por el régimen de Maduro para ganar puntos de propaganda. Los funcionarios de la administración han negado cualquier participación o conocimiento de la ofensiva.

El ataque “fue una gran noticia durante un par de días y luego se desvaneció, y no ha tenido un impacto duradero en la política estadounidense ni en la oposición democrática venezolana”, sostuvo Elliott Abrams, representante especial de EE.UU. para Venezuela. “Esto se debe principalmente a que hay muchas preguntas sin respuesta sobre la participación del régimen en la concepción, el financiamiento y el avance de toda la operación”.

En su nuevo libro sobre la Casa Blanca de Trump, el exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, señaló que el Presidente dudaba abiertamente de que Guaidó tuviera el peso para desafiar a Maduro. Para la primavera de 2019, escribió: “Trump estaba llamando a Guaidó el ‘Beto O’Rourke de Venezuela’, difícilmente el tipo de cumplido que un aliado de EE.UU. esperaría”.

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El autoproclamado Presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, junto a Donald Trump en la Casa Blanca, el 5 de febrero.

Trump pensó que invadir Venezuela sería “genial” y le ordenó buscar opciones militares, escribió Bolton. El exasesor de Seguridad Nacional y otros dijeron que una opción militar era un plan sin posibilidades de éxito y lo lograron disuadir, escribió.

Trump dijo al Journal en una entrevista que Bolton “es un mentiroso”.

En 2019, mientras algunos líderes de la oposición y diplomáticos venezolanos prosiguieron las negociaciones con Maduro para ganar el derecho a elecciones libres y justas, López y sus colaboradores más cercanos buscaron una empresa de seguridad sin haber alertado a los políticos de otros partidos anti-Maduro, según indicaron personas involucradas en la planificación y otros líderes de la oposición. Aunque escucharon a varios contratistas, figuras de la oposición cercanas a Guaidó y López dijeron que las reuniones rara vez fueron más allá de conversaciones informales.

“Si una de estas propuestas hubiera sido viable, habríamos tomado esa opción de inmediato”, dijo una figura de la oposición cercana a los dos hombres. “No tenemos ningún problema ético para deshacernos de Nicolás Maduro”, agregó.

A fines de la primavera del año pasado, varios amigos cercanos a López y miembros de su partido estaban conspirando con Jordan Goudreau, un veterano de guerra del Ejército de EE.UU. y propietario de la firma de seguridad SilverCorp USA en Florida, y un exgeneral venezolano que se había trasladado a Colombia, Clíver Alcalá. Estaban entrenando a una desorganizada fuerza de venezolanos que habían abandonado las Fuerzas Armadas en campamentos en el noreste de Colombia, no muy lejos de Venezuela.

En octubre, un alto funcionario de Guaidó y un funcionario de Voluntad Popular firmaron un contrato con Goudreau para destituir a Maduro y reemplazarlo por Guaidó, bajo cuyo gobierno el mercenario estadounidense trabajaría como asesor de defensa, de acuerdo con el contrato.

Los asociados de López presentaron a Alcalá y Goudreau a otros líderes de la oposición en varias reuniones en Bogotá, buscando entre US$ 2 millones y US$ 7 millones de los líderes de la oposición para financiar una operación, según personas familiarizadas con las conversaciones.

Hacia el final del año, según la oposición, quedó claro que el plan no era viable porque subestimaba las defensas militares del régimen y había muy pocos combatientes voluntarios. La oposición no le pagó a Goudreau los cientos de miles de dólares que dijo que quería, dándole solo US$ 50.000 por gastos antes de cortar todos los lazos a fines de 2019.

Goudreau, que estaba en Florida en el momento de la operación, no ha dicho por qué ordenó que la misión avanzara a principios de mayo, como ha reconocido públicamente. No respondió a las solicitudes de comentarios para este artículo.

Los líderes de la oposición ahora dicen que fue un error de los miembros de Voluntad Popular sentarse con los mercenarios.

“Ellos fueron los que legitimaron a Goudreau y la idea de toda esta operación”, dijo uno que había estado siguiendo la planificación de la misión en Bogotá. “Esperemos que no haya otras acciones deshonestas en el futuro”.

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