El Papa Francisco le dice a Orbán que se abra a los inmigrantes en Hungría

El Papa Francisco, en una visita a Hungría, le dijo al primer ministro Viktor Orbán, de línea dura contra la inmigración, que el país debería dar la bienvenida a los extranjeros y que las naciones europeas deberían facilitar juntas la recepción de refugiados y otros inmigrantes.

El Papa, que ha hecho de la defensa de los inmigrantes un tema característico de su reinado, hizo sus comentarios el viernes al comienzo de una visita de tres días a Hungría.

Al dirigirse a Orbán y a otros dignatarios, incluida la Presidenta Katalin Novák, el Papa Francisco citó al monarca medieval San Esteban I, el primer rey de Hungría, quien instó a su hijo a mostrar favor a los extranjeros y “recibir a los extranjeros con benevolencia y tenerlos en estima, para que prefieran estar contigo antes que en otra parte”.

Orbán ha sido un opositor vocal de las políticas de inmigración abiertas. Durante la crisis de refugiados sirios de 2015, construyó una valla a lo largo de la frontera de su país con Serbia y ordenó a las tropas militares que expulsaran a los inmigrantes.  El año pasado, avivó la controversia internacional con un discurso en el que denunció la mezcla de naciones europeas y no europeas. “Nosotros (los húngaros) no somos una raza mixta, y tampoco queremos convertirnos en una raza mixta”, dijo.

El Papa Francisco pidió el viernes a los países europeos que trabajen juntos para establecer “corredores seguros y legales y procesos establecidos” para recibir a quienes huyen de la guerra, la pobreza y el cambio climático.

Durante su visita a Hungría, que se limitará a la capital Budapest y finalizará el domingo por la tarde, el Papa se reunirá con algunos refugiados de la guerra en Ucrania. Hay 35.000 refugiados de la guerra registrados en Hungría, según la agencia de refugiados de las Naciones Unidas, ACNUR, y ha habido 2,5 millones de cruces fronterizos hacia Hungría desde Ucrania desde que Rusia comenzó su invasión a gran escala en febrero de 2022.

El Papa Francisco tocó una nota más armoniosa con el gobierno de Orbán al denunciar la “teoría del género”, un término que el Papa ha usado para describir la idea de que el género no está ligado al sexo biológico, y que dijo el viernes que era un ejemplo de “colonización ideológica” por parte de “un fluido, si no insípido,  ‘supranacionalismo’ que pierde de vista la vida de sus pueblos”. Varios gobiernos europeos han apoyado una demanda contra una ley húngara, criticada como anti-LGBT, que restringe la representación de la homosexualidad o las intervenciones transgénero en el contenido de los medios para menores.

El Papa también elogió a Hungría por sus “políticas efectivas para la natalidad y la familia”. El país ofrece subsidios y exenciones fiscales para las familias numerosas en un esfuerzo por fomentar una mayor fertilidad.