Elon Musk califica al premier británico como “absolutamente despreciable” y suma nueva polémica con Europa

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y Elon Musk observan el lanzamiento del sexto vuelo de prueba del cohete SpaceX Starship en Brownsville, Texas, el 19 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Además de criticar al gobierno laborista de Keir Starmer, el empresario le pidió al rey Carlos III que disuelva el Parlamento británico y aseguró que la ministra de Protección Social “merece estar en prisión”. El episodio con Reino Unido se suma a su apoyo a la extrema derecha alemana, y a las críticas a jueces italianos y a la Comisión Europea.


El periplo en la política de Elon Musk, el hombre más millonario del mundo que durante 2024 decidió entrar de lleno en ese mundo al apoyar a Donald Trump en su candidatura a la Casa Blanca, se internacionalizó en los últimos días luego de que criticara duramente al gobierno de Reino Unido. Actualmente liderado por el laborista Keir Starmer, el gabinete y el propio primer ministro han sido el foco de los ataques del magnate nacido en Sudáfrica, quien ha centrado sus críticas en supuestas faltas, e incluso acusaciones, relativas a investigaciones sobre explotaciones sexuales infantiles. No es el primer desencuentro con autoridades europeas.

En esta ocasión, según el dueño de Tesla y SpaceX, Starmer no habría procesado a las bandas que maltrataban sexualmente a niños y niñas en su paso por la Fiscalía inglesa, cuando ofició como director del Ministerio Público entre noviembre de 2008 y noviembre de 2013. Desde el gobierno británico se habían limitado a señalar que las afirmaciones eran “inexactas”.

Sin embargo, las imputaciones a través de la red social de Musk, X -antes Twitter-, llegaron a tal punto, que el premier debió salir a referirse al tema durante este lunes, en un punto de prensa destinado a la reforma sanitaria del país.

El primer ministro británico, Keir Starmer, responde a una pregunta de los medios de comunicación durante una visita al Centro Ortopédico Electivo del Hospital de Epsom, el 6 de enero de 2025. Foto: Reuters

“Cuando fui fiscal jefe durante cinco años, me enfrenté a ello (los casos de abusos sexuales contra menores) dando la cara... y por eso reabrí casos que habían sido cerrados y supuestamente terminados. Llevé a cabo el primer procesamiento importante de una banda asiática de captación de menores... Cambié por completo el enfoque de la acusación”, señaló Starmer ante la prensa local, visiblemente enojado.

El jefe de gobierno respondía así a serias acusaciones hechas por Musk, como que el premier había sido “cómplice de la VIOLACIÓN DE GRAN BRETAÑA (sic)”, y que debía enfrentar cargos por “el peor crimen masivo en la historia de Gran Bretaña”. También lo acusó, sin pruebas hasta ahora, de que supuestamente Starmer había encubierto los abusos.

Lejos de desescalar la tanda de acusaciones, Musk respondió al premier británico a través de la red social que posee. “¡Qué locura!”, exclamó, para luego añadir que “Starmer ignoró repetidamente las súplicas de un gran número de niñas y de sus padres, con el fin de asegurarse apoyo político. Starmer es absolutamente despreciable”, cerró.

El millonario sudafricano, que apoyó abiertamente a Donald Trump, fue más allá el sábado y solicitó al rey Carlos III que disuelva el Parlamento y que llame a nuevas elecciones generales debido a la supuesta relación del gobierno con “bandas clandestinas” una década atrás.

“Es mi más ferviente esperanza de que (el rey Carlos III) considere este asunto en interés de sus súbditos”, escribió el fin de semana en X.

Los orígenes de la disputa ocurrieron luego de que la ministra de Protección Social de Reino Unido, Jess Phillips, rechazara las solicitudes para que el gobierno liderara una investigación, a través del Ministerio del Interior, sobre la actividad de explotación infantil detectada en la localidad inglesa de Oldham.

Elon Musk, consejero delegado de Tesla y SpaceX, gesticula, mientras asiste al festival político Atreju organizado por el partido de derecha Hermanos de Italia, de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en Roma, el 16 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

Ante esto, Musk y sus seguidores empezaron una suerte de campaña para acusar lo que ellos consideran un intento de esconder los casos de abusos sexuales a menores por parte de la administración laborista, miembros de un partido contrario en el arco ideológico. Para él, la jefa de la cartera “merece estar en la cárcel”.

Apoyo a AfD y críticas a la Comisión Europea

Pero el enfrentamiento está lejos de ser uno solo con Reino Unido. El hombre que ya era uno de los más poderosos del mundo por su capital económico y que ahora sumó uno político al convertirse en consejero de Donald Trump, lleva meses inmiscuyéndose en la política europea.

Recientemente, Musk recibió críticas por apoyar en diciembre al partido Alternativa para Alemania (AfD), tienda que apunta hacia políticas antiinmigración y antiislamista que es calificado de extrema derecha por los servicios de seguridad alemanes. Luego se supo que posiblemente el magnate entreviste en una transmisión en vivo de X al líder de AfD a mediados de enero. Musk ya había llamado “tonto” al canciller alemán, Olaf Scholz. Ahora, miembros del Parlamento Europeo presionan a la Comisión Europea para que investigue un supuesto intento de Elon Musk por influir en las elecciones alemanas de febrero.

A través de una misiva, los legisladores que se plegaron al pedido se preguntan si “el uso algorítmico de la plataforma de Musk cumple con los requisitos de transparencia establecidos en la Ley de Servicios Digitales (DSA)”, consignó Euronews. “Hay indicios de que Musk codificó un multiplicador en el código de X. Esto significaría socavar la neutralidad del algoritmo en beneficio de su propio alcance”, planteó el legislador Damian Boeselager (Alemania/Verdes).

En noviembre de 2024, una andanada de publicaciones en X agitaron el panorama europeo. La primera llegó el 11 de noviembre, cuando respondió a un post que aseguraba que un tribunal italiano había bloqueado el último plan de la primera ministra, Giorgia Meloni, para detener el ingreso al país de migrantes provenientes de Albania, dictaminando que siete hombres de Bangladesh y Egipto podían entrar a Italia. “Esos jueces tienen que marcharse”, escribió el magnate.

Días después, la dinámica se repitió, pero esta vez con relación a la Comisión Europea, el principal órgano Ejecutivo de la Unión Europea. Citando un video realizado por un miembro del Parlamento Europeo que criticaba el sistema de votación del equipo de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

En él, el joven miembro del ente legislativo señalaba que no le parecía bueno el sistema, pues la votación incluye a todo el equipo de Von der Leyen, independientemente de que uno de sus miembros no te parezca el correcto. Ahí fue donde Musk lanzó los dardos: “Esto es antidemocrático. El Parlamento de la UE debe votar directamente sobre los distintos asuntos, no ceder su autoridad a la Comisión Europea”, escribió en la red social de la que es dueño.

Un cruce de acusaciones

De regreso con el premier británico, quedó claro este lunes que, si bien no atacaría directamente a quien es y será un cercano de la administración Trump, hablaba tanto a sus rivales internos -los conservadores- como los externos -Elon Musk-. “Cuando dejé el cargo, teníamos el mayor número de casos de abuso sexual infantil procesados jamás registrado”, señaló Starmer. En ningún momento nombró directamente al multimillonario, pero evidentemente le respondía los ataques.

Elon Musk, que próximamente se convertirá en el encargado de dirigir el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, creado por el electo mandatario estadounidense, Donald Trump, llevaba varios días lanzando críticas y acusaciones contra el gobierno laborista.

En su feed de X, el propietario de Tesla llegó a plantear la posibilidad de que EE.UU. “libere” a Reino Unido. Mediante una encuesta, preguntó a sus millones de seguidores si “Estados Unidos debería liberar al pueblo británico de su gobierno tiránico”. El sondeo, que no tiene ningún rigor académico ni una población representativa de la que colgarse, tuvo casi dos millones de respuestas, con cerca de un 59% respaldando la pregunta del millonario.

Keir Starmer se ha abstenido de replicar a esa clase de polémicas, pero, aparentemente, las acusaciones sobre su trabajo en la investigación de casos de abusos a menores fue la línea roja que colmó la paciencia del premier británico.

“Los que están difundiendo mentiras y desinformación lo más lejos y lo más ampliamente posible no están interesados en las víctimas, están interesados en sí mismos”, dijo este lunes el líder laborista, cuyo partido no gobernaba desde hace 14 años.

“Estoy dispuesto a llamar a esto por lo que es... Cuando el veneno de la extrema derecha conduce a graves amenazas... en mi opinión, se ha cruzado una línea”, prosiguió.

El primer ministro británico, Keir Starmer, pronuncia un discurso el 1 de agosto de 2024. Foto: Reuters

Una investigación desarrollada en 2014 concluyó que al menos 1.400 niños fueron víctimas de explotación sexual en Rotherham, en el norte de Inglaterra, entre los años 1997 y 2013, recordó la agencia Reuters.

Starmer también tuvo palabras para con su colaboradora, la ministra Phillips: “Aquellos que están atacando a Jess Phillips, a quien estoy orgulloso de llamar colega y amiga, no están protegiendo a las víctimas. Jess Phillips ha hecho mil veces más que lo que estos podrían soñar cuando se trata de proteger víctimas de abusos sexuales”, dijo a los medios británicos.

La cadena BBC indicó que la defensa de Phillips para no convertir la investigación de Oldham en una nacional, es que las autoridades del propio lugar deberían encargarse de ello, añadiendo que el gobierno conservador de Reino Unido ya había denegado una petición similar en 2022.

No es el primer pleito entre Musk y Starmer. En noviembre pasado, cuando una ola de violencia antiinmigración azotó a Gran Bretaña, el dueño de X aseguró que “la guerra civil” era “inevitable” en la isla, añadiendo que “las fronteras abiertas y la migración” eran la razón de la crisis.

Y cuando parecía que el choque quedaría entre el millonario político estadounidense y el líder del gobierno de Reino Unido, la situación se expandió hacia el vecino del sur de la isla europea. Fue el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, quien salió al paso de Musk indirectamente. El presidente galo acusó al sudafricano de “apoyar una nueva internacional de reaccionarios”, además de entrometerse en las elecciones de otros países, consignó la agencia de noticias EFE. “Debemos conseguir una agenda de defensa de la democracia”, añadió Macron, sin nombrar al millonario dueño de SpaceX.

Elon Musk, consejero delegado de Twitter, X Corp y Tesla, posa antes de sus conversaciones con el presidente francés Emmanuel Macron, el 15 de mayo de 2023 en el Palacio del Elíseo, en París. Foto: Reuters

“Hace 10 años, ¿si nos hubieran dicho que el propietario de una de las mayores redes sociales del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en elecciones, incluida Alemania, quién se lo habría imaginado?”, se preguntó. Para el mandatario, esta “nueva internacional de reaccionarios” representa a “grandes intereses financieros privados”. “Debemos conseguir una agenda de defensa de la democracia”, aseveró.

En un artículo del periódico estadounidense The Wall Street Journal, el medio señala que “muchos líderes europeos se han mostrado cautelosos a la hora de criticar públicamente a Musk, temiendo que pudiera dañar las relaciones con Trump y simplemente incitar al empresario tecnológico a redoblar sus ataques”. Sin embargo, las “repetidas publicaciones dirigidas a sus 211 millones de seguidores en X, la plataforma de redes sociales de su propiedad, ahora están marcando la agenda de noticias en varios de esos países”, añadió el WSJ, lo que está “haciendo que sea imposible ignorarlas”.

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