España alista reforma que facilitará el proceso para residencia y el permiso de trabajo a extranjeros
A contracorriente de las políticas restrictivas de la Unión Europea, la administración de Pedro Sánchez propicia cambios al reglamento de extranjería, lo que abre una vía de regularización transitoria a los que les denegaron su solicitud de asilo.
Hace un par de semanas, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, había reivindicado la llegada de extranjeros al país en medio del debate sobre la inmigración en España. “Los españoles somos hijos de la inmigración, no vamos a ser padres de la xenofobia. Hagamos una política migratoria de la que nuestros mayores puedan sentirse orgullosos. Y hagamos una política migratoria que garantice el futuro de sus nietos”, aseguró en su discurso en el Parlamento.
Mientras Bruselas apuesta por complicar el día a día de los extranjeros y coquetea con la idea de crear centros de deportación en terceros países -a imagen y semejanza del modelo de la ultraderechista italiana Giorgia Meloni- y pese a que la inmigración se mantiene como primer problema nacional en el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el gobierno de Sánchez sigue, de momento, “su propia estela en materia migratoria”, como apuntó el diario El País.
De hecho, según el periódico español, el Ministerio de Migraciones ultima un nuevo reglamento de extranjería que facilitará trámites a los 6,5 millones de inmigrantes que ya viven en España. Y a otros muchos que planeen ir a ese país a trabajar.
El País tuvo acceso al último borrador del nuevo reglamento de extranjería, el cual facilitará la residencia y el permiso de trabajo a decenas de miles de extranjeros. En concreto, reduce plazos y fomenta que los inmigrantes puedan trabajar, abriendo una vía de regularización transitoria a los que les denegaron su solicitud de asilo.
A contramano de la mano dura con la migración que se impone en otros países de Europa como Italia, la reforma al reglamento de extranjería español abrirá la puerta a la potencial regularización de decenas de miles de personas. “(Esto), el paso a paso, callado y sin alharacas, es más efectivo que un proceso de regularización extraordinario”, dijo a El País una fuente gubernamental al tanto de la reforma.
Por medio de esta modificación del reglamento, la segunda en tan solo dos años, se reducirán plazos para acceder a permisos de residencia y trabajo, se harán renovaciones de mayor duración, se eliminarán requisitos y se facilitará, de forma generalizada, la incorporación al mercado laboral. Según el diario español, los estudiantes, los trabajadores en busca de empleo, las familias, y decenas de miles de solicitantes de asilo a los que les han denegado su petición en los últimos años, serán los principales beneficiados con las nuevas normas.
Uno de los cambios más relevantes del reglamento es que, a partir de su aprobación, los extranjeros que estén en situación irregular y quieran optar a un permiso de residencia y trabajo por arraigo podrán hacerlo cuando cumplan dos años de haber llegado a España. Hasta ahora, la vía más habitual para obtener los papeles obligaba al extranjero a estar hasta tres años en situación irregular y a trabajar en la clandestinidad, apunta El País.
Asimismo, para los extranjeros que hayan cursado sus estudios en España habrá un cambio sustancial. En el nuevo reglamento se simplificará el paso de la estancia por estudios a una autorización de residencia y trabajo, siempre y cuando cuenten con el contrato laboral en un sector que se corresponda con lo que hayan estudiado. También habrá modificaciones en los visados para la búsqueda de empleo, una figura que aplica a hijos o nietos de españoles de origen o para determinadas ocupaciones y territorios. A partir de la entrada en vigor del nuevo reglamento, tendrán una vigencia de un año y no de los tres meses actuales.
Está previsto que la norma llegue al Consejo de Ministros a mediados de noviembre, según fuentes ministeriales citadas por El País.
La situación con la inmigración ilegal empeoró el pasado verano. Las Islas Canarias tuvieron un récord de migrantes africanos que llegaron en rudimentarias embarcaciones: más de 6.200 llegadas entre julio y agosto. Pero el número continúa en ascenso ya que en las últimas dos semanas de septiembre se registraron otros 4.000 desembarcos. Esa situación también genera tensiones internas con el opositor Partido Popular, que cuestiona la política oficial.
Desde que Pedro Sánchez es presidente del gobierno, al que llegó en 2018, hay 621.466 españoles menos y 2.703.938 extranjeros más. Pero si se contaran como inmigrantes a los casi 600.000 hijos de mujeres extranjeras que nacieron entre el 1 de julio de 2018 y el 1 de julio de 2024, el balance sería de 1,2 millones de españoles autóctonos menos y 3,3 millones más de población inmigrante. Son datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos en su último estudio por Alejandro Macarrón, coordinador del Observatorio Demográfico del CEU, citados por el medio The Objective.
Actualmente, hay 39.761.459 habitantes que nacieron en España y 9.036.416, cifra récord, que lo hicieron fuera del país. De estos, la mayoría proceden de Marruecos, Colombia y Rumanía. Esto supone que el 18,5% de los residentes ha nacido en el extranjero, lo que sitúa a España como uno de los países europeos con un porcentaje mayor.
De hecho, la inmigración se mantiene como primer problema nacional en el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de octubre, donde recaba un 28,1% de menciones, seguida de la crisis económica (23,8%) y la vivienda, que se anota un 22,7%, siete puntos más que el mes anterior y su máximo de los últimos años.
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