El futuro del acuerdo nuclear con Irán vive sus horas decisivas
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene hasta el 12 de mayo para extender la suspensión de las sanciones contra Teherán y todo parece indicar que se saldrá del pacto. Ante este nuevo escenario, Francia y Alemania iniciaron una ofensiva para disuadirlo, ante el efecto que ello tendría para las empresas europeas.
La cuenta regresiva para validar el histórico acuerdo nuclear iraní de 2015 ya comenzó y el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso como plazo el 12 de mayo, fecha en la que tiene que extender la suspensión de las sanciones contra Teherán. Esto gatilló la preocupación de países europeos, como Francia y Alemania, que iniciaron una ofensiva diplomática para persuadir al mandatario estadounidense a que no se salga del pacto.
El acuerdo entre Irán, Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania nació como parte de las preocupaciones de las grandes potencias en cuanto a que Irán estaba buscando desarrollar armas atómicas. Así, el pacto impuso límites al programa nuclear iraní a cambio de un alivio en las sanciones para Teherán. Los críticos señalaron en ese momento que el acuerdo fue muy favorable para el gobierno iraní.
Ante los ojos de Trump - que lo ha calificado como "el peor acuerdo"- existen tres inconvenientes: un fracaso para hacer frente al programa de misiles balísticos de Irán; los términos bajo los cuales los inspectores internacionales pueden visitar los sitios sospechosos de actividades nucleares y que las cláusulas que limitan el programa atómico iraní expiran después de 10 años.
La nueva controversia respecto de Irán ocurre en medio de altas tensiones geopolíticas y los enfrentamientos verbales entre Irán e Israel o Arabia Saudita debido a la influencia de Teherán en la guerra en Siria, lo que ha hecho temer una escalada que afecte a todo Medio Oriente. También tiene lugar justo cuando Corea del Norte decidió poner fin a sus ensayos atómicos.
El Presidente francés, Emmanuel Macron, le propuso esta semana a Trump que se negocie un acuerdo complementario para responder a algunas reivindicaciones de Washington. De acuerdo con esta propuesta, EE.UU. y Europa acordarían bloquear cualquier actividad nuclear iraní hasta 2025 y generar las condiciones para una solución política que contenga a Irán por su rol Yemen, Siria, Irak y Líbano. Sin embargo, Macron se mostró después muy pesimista sobre las intenciones de Trump.
A su vez, Angela Merkel se reunió ayer con Trump en la Casa Blanca para hablar, entre otros asuntos, sobre este acuerdo. La canciller alemana reconoció que el pacto con Irán "no es suficiente", pero dijo que hay vías para mejorarlo.
Teherán no tardó en reaccionar. En ese sentido, Akbar Velayati, alto asesor del Líder Supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, señaló el jueves que su país no aceptará cambios al acuerdo. Al tiempo que el ayatola, en un discurso televisado el mismo día señaló: "La nación iraní se ha resistido exitosamente a los intentos de hostigamiento por parte de Estados Unidos y otras potencias arrogantes y seguiremos resistiendo". "Todas las naciones musulmanas deberían unirse contra EE.UU. y otros enemigos", agregó.
La decisión de Trump es de suma relevancia para Teherán, debido a que este período de espera ya ha tenido consecuencias, como una escasez de la inversión, un congelamiento en los proyectos que ya estaban acordados con varios países, y una fuerte presión para reducir el gasto del gobierno.
Impacto económico
Una columna del diario israelí Haaretz señaló que si bien países como China y Rusia continuarán con sus proyectos de inversión, al igual que muchas naciones europeas, sin el sistema bancario de EE.UU., las empresas europeas tendrán problemas en invertir en Irán.
Según CNN, Irán tiene la cuarta mayor reserva de crudo del mundo y poseería casi un quinto del gas natural. Desde que las sanciones fueron aliviadas ha incrementado su producción de petróleo a cerca de 3,8 millones de barriles por día, eso significa un millón de barriles diarios más que en 2015.
En este contexto, nuevas sanciones en las exportaciones iraníes de petróleo impactarían de manera negativa en el suministro global y podrían provocar un aumento de los precios. De hecho, ya ha subido 13 puntos porcentuales este año llegando a su más alto nivel en tres años. "Existen preocupaciones de que podríamos estar entrando en una difícil conversación con Irán, que ciertamente trae el riesgo de expandir cualquier conflicto", dijo a la agencia Bloomberg, Bart Melek, jefe de estrategia de commoditiy global en TD Securities en Toronto.
En la misma línea, la analista del Brookings Institution, Suzanne Maloney, señaló que si se reanudan las sanciones contra Irán la situación económica en ese país se deteriorará.
En los últimos meses el rial se ha desplomado frente al dólar, perdiendo casi un tercio de su valor en 2017. Esta caída ha hecho que las importaciones sean más caras y algunos iraníes incluso acudieron a sus ahorros para comprar dólares y euros. Maloney recuerda que fueron los problemas económicos y el manejo del gobierno lo que gatillaron las protestas a fines del año pasado.
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