Cómo ha cambiado la relación entre EE.UU. y Corea del Norte a un año de la primera cumbre Trump-Kim en Singapur

Cumbre
Foto: Twitter @WhiteHouse

Una de las últimas muestras del vínculo entre ambos líderes mundiales fue una carta que recibió Trump de parte de Pyongyang. Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, afirmó que es "totalmente posible" una tercera reunión, aunque la segunda terminó de forma abrupta.


Este 12 de junio se cumple un año desde la primera cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, en Singapur. Un hecho histórico para el mundo reciente, y que ha tenido repercusiones en las relaciones de ambos países.

La última muestra del estado de las relaciones entre ambos líderes mundiales fue una carta que recibió Trump de parte de Pyongyang. De acuerdo al mandatario estadounidense -quien dio a conocer el intercambio este martes-, se trató de una misiva "muy personal, muy cálida y muy amable" y aseguró que aprecia este gesto.

Sin embargo, no se aventuró a decir si se aproxima una nueva cumbre luego ni habló de alguna fecha en particular: sólo señaló que "pasará algo muy positivo".

Por otro lado, destacó el actuar de Corea del Norte. "No ha habido pruebas nucleares, no ha habido grandes pruebas de misiles… (Kim) Ha cumplido su promesa, y eso es muy importante para mí".

Esto pese a que en mayo Pyongyang lanzó varios misiles balísticos de corto alcance, aunque el régimen insistió que se trató de ejercicios militares ordinarios.

Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, afirmó que es "totalmente posible" una tercera cumbre entre el mandatario estadounidense y el líder norcoreano, y dijo que Washington estará "listo cuando ellos estén listos".   

En tanto, desde Corea del Norte solicitaron a EE.UU. que dé "marcha atrás a su política hostil".

Las gestiones para la primera cumbre en Singapur

El panorama hace exactamente un año atrás era de expectación. El 12 de junio de 2018, los ojos del mundo estuvieron en el Hotel Capella en la isla de Sentosa en Singapur para presenciar el primer encuentro entre un presidente de Estados Unidos y el líder de Corea del Norte.

Los meses previos al encuentro estuvieron marcados por reuniones entre el secretario de Estado, Mike Pompeo, Kim Jong-Un y el general norcoreano Kim Yong-Chol, bajo una permanente amenaza de terminar con las negociaciones y no realizar la esperada cita. 

De hecho, el paso más firme se dio el 31 de marzo y 1 de abril en la capital norcoreana, donde el jefe de la diplomacia estadounidense se juntó con el líder de Corea del Norte para discutir acerca del todavía pendiente primer encuentro y dónde y cuando se concretaría.

Pero la cita estuvo en peligro incluso con esos puntos definidos. Corea del Norte decidió cortar relaciones con Corea del Sur, luego de que se realizaran una serie de ejercicios militares en conjunto con Estados Unidos. El gobierno norcoreano amenazó con suspender en encuentro con Trump y el mandatario respondió anunciando que no formaría parte de la cumbre. Pese a esto, días después fue el propio presidente de EE.UU. quien aseguró que estaba abierto a la posibilidad de realizar el encuentro en Singapur.

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Trump y Kim caminan durante una pausa en sus conversaciones en el Hotel Capella, en Singapur.[/caption]

Finalmente, a las 21.04 horas de Chile de la fecha acordada previamente comenzó el encuentro. Ambos líderes, de manera histórica, se estrecharon la mano frente a miles de cámaras y dieron por iniciada la cumbre. "Un gusto conocerlo", dijo en inglés el líder norcoreano al saludar a Trump, dando tiempo para que los fotógrafos y camarógrafos pudieran captar de mejor manera el evento. Así, minutos después se inició la reunión bilateral - que se extendió por cerca de 45 minutos- y luego, también a puertas cerradas, comenzó otro encuentro donde estuvieron presentes los respectivos asesores.

Si bien nunca hubo claridad sobre a qué acuerdos se llegaron, desde Washington aseguraron que se habló sobre desnuclearización, un acuerdo de paz y el inicio de un proceso que "establecería las condiciones para futuras conversaciones".

Tras la cumbre en Singapur, comenzaron una serie de cambios tenues entre ambas partes. Por ejemplo, fueron liberados ciudadanos estadounidenses que se encontraban detenidos por el régimen de Pyongyang, y además fueron entregados los restos de soldados de EE.UU. fallecidos durante la guerra de Corea (1950-1953).

Además, de acuerdo a la prensa norcoreana y estadounidense, algunas de las bases nucleares de Corea del Norte comenzaron a ser desmanteladas.

La fallida segunda cumbre

Pero el pasado 28 de febrero, ambos líderes terminaron de manera abrupta una reunión que sostenían en Hanói (Vietnam) luego de meses de organización y preparación, en lo que constituía el segundo encuentro entre Trump y Kim.

Uno de los factores que más afectó el proceso de negociación fueron las sanciones impuestas a Pyongyang y la solicitud de desmantelar el centro de investigación nuclear de Yongbyon, epicentro del programa atómico norcoreano.

En la instancia, el régimen norcoreano dejó claro que de momento solo está abierto a desmantelar una parte de Yongbyon -que no incluye activos considerados clave por Washington- y que además solo lo hará a cambio de que se levanten todos las sanciones estadounidenses y de la ONU que comenzaron a aplicarse desde 2006.

Con el termino abrupto de esta reunión, además, quedó pendiente la firma del acuerdo de paz entre las dos Coreas y el establecimiento de las oficinas "de enlace" en sus respectivas capitales, un primer paso para iniciar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

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Reuters[/caption]

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