Imran Khan se convirtió en el nuevo primer ministro de Pakistán
El ex jugador de críquet se convierte así en el vigésimo segundo mandatario del país desde su formación en 1947, sin que hasta ahora ninguno de ellos haya logrado finalizar un mandato completo de cinco años en esta potencia nuclear de 205 millones de habitantes.
El ex jugador de críquet Imran Khan fue investido hoy primer ministro de Pakistán en una ceremonia en Islamabad a la que asistieron las autoridades del país, en la segunda ocasión en la historia de Pakistán en la que un Gobierno acaba un mandato completo y da paso a un nuevo Ejecutivo.
Khan se convierte así en el vigésimo segundo mandatario del país desde su formación en 1947, sin que hasta ahora ninguno de ellos haya logrado finalizar un mandato completo de cinco años en esta potencia nuclear de 205 millones de habitantes.
El político de 65 años pone así fin a décadas de alternancia en el poder de la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), del encarcelado ex primer ministro Nawaz Sharif, y el Partido Popular de Pakistán (PPP), de Bilawal Bhutto.
"Yo, Imran Khan, juro solemnemente que soy un musulmán y creo en la unidad y finalidad del todopoderoso Alá. Yo, con la mayor sinceridad, seré leal al país", afirmó Khan ante el presidente del país, Mamnoon Hussain.
Ataviado con un tradicional sherwani negro -chaqueta larga-, Khan no logró evitar sonrisas mientras juraba el cargo, siguiendo las palabras del presidente, según las imágenes retransmitidas por las televisiones locales.
A la ceremonia, celebrada en el Palacio Presidencial, asistieron las máximas autoridades del país, entre ellas el jefe del poderoso Ejército, Qamar Javed Bajwa, y el primer ministro interino, Nasir ul Mulk.
La tercera esposa de Khan, Bushra Maneka, también estuvo en el evento, cubierta totalmente por un traje blanco con velo y sin que se le viese la cara, en su primera aparición pública desde su boda a comienzos de año.
Además, varios de los jugadores de críquet que ganaron la copa del mundo de 1992 con la selección capitaneada por Khan participaron en al acto, al igual que el indio Navjot Singh Sidhu, rival en los terrenos de juego del ahora primer ministro.
Tras la jura del cargo, Khan fue recibido por una guardia de honor en la residencia del primer ministro, que prometió convertir en un espacio público y donde no residirá porque le daría "vergüenza", según anunció tras su victoria electoral.
De igual forma, el partido Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI) de Khan anuncio durante el acto de juramento que el banquete de nueve platos que tradicionalmente se ofrecía tras la toma de posesión se ha reducido a un "tentempié" en una nueva política de "austeridad".
El político fue elegido ayer primer ministro por la Asamblea Nacional (NA) con el apoyo de 176 de los 342 diputados que forman la Cámara Baja del Parlamento del país asiático.
El PTI contó con el apoyo de varios partidos menores y diputados independientes que sumó a los 158 escaños que logró en las elecciones del 25 de julio.
Khan, sin experiencia de gobierno, repitió en su discurso tras ser elegido mandatario las ideas de su campaña para las elecciones con un mensaje anticorrupción y avisó de que impondrá un sistema de responsabilidad del que no escapará nadie.
Lejos del tono conciliador del día que ganó los comicios, Khan prometió que llevará ante la justicia a "los que han saqueado el país" y llevado el dinero de "la educación, los hospitales y el agua" fuera de Pakistán, en referencia a los Gobiernos anteriores.
Su principal rival, el líder de la Liga Musulmana de Pakistán PML-N, Shehbaz Sharif, logró 96 votos.
La sesión parlamentaria fue un acto caótico protagonizado por las protestas de la oposición para protestar por un supuesto fraude electoral.
Los comicios de julio estuvieron plagados de denuncias de fraude, con un anuncio de los resultados que se retrasó más de dos días y acusaciones de varios partidos de que sus representantes fueron expulsados de colegios electorales durante el recuento.
Durante la tensa campaña electoral, partidos y grupos de derechos humanos denunciaron presiones por parte de "los poderes establecidos" (alusión a los militares) a la prensa y algunos candidatos para favorecer al PTI.
Esta es la segunda vez en la historia del país en la que un Gobierno acaba un mandato electoral completo y da paso a uno nuevo, después de que lo consiguiese el hoy opositor PPP en 2013.
Pakistán ha sido gobernado por dictaduras militares la mitad de sus 71 años de historia.
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