Interrumpen la entrega de ayuda humanitaria en Guta Oriental ante presión del régimen sirio

Guta
Un camión del convoy humanitario. Foto: EFE

Solo este lunes, bombardeos mataron al menos a 73 civiles, en varios sectores rebeldes, incluida Duma, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.


El convoy humanitario que entró este lunes a la parte rebelde de Guta Oriental tuvo que interrumpir su operación de entrega de ayuda debido a los bombardeos del régimen contra el enclave, del que las fuerzas progubernamentales sirias ya recuperaron más de un tercio.

Tras más de dos semanas de unos bombardeos especialmente intensos que mataron a más de 760 civiles --entre ellos unos 170 niños--, el régimen de Bashar al Asad reconquistó 40% de este bastión rebelde situado a las puertas de Damasco, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Solo este lunes los bombardeos mataron al menos a 73 civiles, en varios sectores rebeldes, incluida Duma, según el OSDH.

Esta ciudad, la principal del enclave, fue la primera en la que pudo entrar el convoy humanitario desde el inicio de la campaña de bombardeos, el 18 de febrero, en la que el régimen sirio cuenta con apoyo de su aliado ruso.

El objetivo de las entregas era ayudar a unos 30.000 de los 400.000 habitantes del enclave, que sufren escasez de alimentos y medicamentos y viven encerrados en sótanos.

Pero según el representante en Siria de la Agencia para los Refugiados de la ONU, el convoy tuvo que retirarse tras nueve horas de entregas "en medio de los bombardeos".

"Entregamos lo máximo que pudimos en medio de los bombardeos", tuiteó Sayad Malik. "Los civiles están atrapados en una situación trágica".

El convoy estaba compuesto por 46 camiones que transportaban comida y material de asistencia médica a este enclave de unos 100 km2, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha).

En total, la ONU recibió las autorizaciones necesarias para distribuir ayudas a "70.000 personas", por lo que está previsto un segundo envío el jueves.

A Guta Oriental no se puede ingresar ninguna ayuda sin la luz verde del régimen. La última vez que fue posible llegar a los habitantes fue a mediados de febrero.

"Paso positivo", pero insuficiente

El convoy, con camiones de la Media Luna Roja Siria y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), "es un primer paso positivo y aliviará los sufrimientos inmediatos de algunos civiles", indicó el director del CICR en Medio Oriente, Robert Mardini.

"Pero un convoy, por muy grande que sea, nunca será suficiente teniendo en cuenta las desastrosas condiciones" en el enclave, asediado por el régimen desde 2013, matizó.

Según asociaciones humanitarias y grupos de la ONU el gobierno sirio bloqueó la entrada de suministros médicos.

La organización Save the Children dijo que el régimen había sacado los equipos quirúrgicos y la insulina, lo que exacerba la grave escasez de recursos médicos en el enclave.

"Los médicos dicen que tienen que reutilizar las vendas y las jeringuillas en varios pacientes porque no tienen suficientes", señaló.

En el marco de su ofensiva sobre el terreno, las fuerzas prorrégimen siguieron "avanzando en el este del enclave" y se enfrentaron a Faylaq al Rahman y Yaish al Islam, los dos principales grupos rebeldes de la zona, indicó Rami Abdel Rahman, director del OSDH.

En la noche del lunes, las fuerzas leales recuperaron la ciudad de Mohamadiyé, en el sur del enclave, tras haber reconquistado varias ciudades en el este en las últimas 72 horas.

Ahora controlan el este y el sudeste del enclave y según el OSDH empezaron a penetrar en el núcleo del bastión rebelde, a dos kilómetros de Duma. El objetivo es partir en dos el enclave rebelde para separar el sector norte, donde se encuentra Duma, del sur, según Abdel Rahman.

"La operación debe continuar", advirtió el domingo Bashar al Asad, quien hace oídos sordos a los llamados de las potencias occidentales para respetar la tregua diaria de cinco horas anunciada por Rusia y que entró en vigor el martes pasado para permitir el envío de ayuda y la evacuación de heridos y civiles.

Gracias al apoyo militar de Rusia, pero también de Irán, el régimen de Al Asad multiplicó las victorias frente a los rebeldes y a los yihadistas, hasta retomar el control de más de la mitad del territorio sirio.

El país está arrasado por la guerra desde 2011, que ha dejado más de 340.000 muertos.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó este lunes una resolución solicitando la apertura de una investigación sobre el asedio al enclave rebelde.

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