Israel dice que posible sucesor del asesinado líder de Hezbolá habría sido “eliminado”

El ministro de Defensa de Israel dijo el martes que parecía que el sustituto del asesinado líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, había sido “eliminado”, en lo que sería otro gran golpe para el grupo respaldado por Irán en Líbano.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, hizo el anuncio sobre Hashem Safieddine mientras Israel iniciaba operaciones terrestres en el suroeste de Líbano, ampliando sus incursiones a una nueva zona, y cuando Hezbolá dejaba la puerta abierta a un alto el fuego negociado.

Se esperaba ampliamente que Safieddine, un alto funcionario de Hezbolá, sucediera a Nasrallah. No se ha sabido nada de Safieddine públicamente desde un ataque aéreo israelí a finales de la semana pasada.

“Hezbolá es una organización sin jefe. Nasrallah fue eliminado, su reemplazo probablemente también fue eliminado”, dijo Gallant a los oficiales en el centro de comando norte del Ejército israelí, en un breve segmento de video distribuido por el Ejército.

“No hay nadie que tome decisiones, nadie que actúe”, afirmó, sin dar más detalles.

Al igual que Nasrallah, Safieddine es un clérigo que usa un turbante negro que denota su ascendencia del profeta Mahoma del Islam. Su parecido físico con Nasrallah, que lideró el grupo chiita libanés durante más de tres décadas, también le ha marcado como favorito para la sucesión.

Safieddine no asistió a la reunión en los suburbios del sur de Beirut la noche del 1 de septiembre. El 27 de enero Israel atacó con un ataque aéreo, matando a Nasrallah.

Pero ha sido un objetivo principal para Israel, nutrido como un líder influyente y heredero potencial. Como jefe del consejo ejecutivo de Hezbolá, ha supervisado los asuntos políticos del grupo y también ha formado parte del Consejo de la Jihad, que gestiona sus operaciones militares.

En un discurso televisado mostrado antes de la publicación del vídeo con el anuncio de Gallant, el líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, dijo que apoyaba los intentos de conseguir una tregua y, por primera vez, no mencionó el fin de la guerra en Gaza como condición previa para detener combates en la frontera entre Líbano e Israel.

Qassem dijo que Hezbolá apoyó los intentos del presidente del Parlamento, Nabih Berri, un aliado de Hezbolá, de lograr el cese de los combates, que se han intensificado en las últimas semanas con las incursiones terrestres israelíes y el asesinato de altos líderes de Hezbolá.

“Apoyamos la actividad política liderada por Berri bajo el título de un alto el fuego”, dijo Qassem en su discurso televisado de 30 minutos.

No estaba claro si esto indicaba algún cambio de postura, después de un año en el que el grupo había dicho que estaba luchando en apoyo de los palestinos durante la guerra entre Israel y Hamas en Gaza, y que no se detendría sin un alto el fuego allí.

Hablando desde un lugar no revelado, Qassem dijo que el conflicto con Israel era una guerra sobre quién llora primero, y Hezbolá no sería el primero en llorar. Las capacidades del grupo estaban intactas a pesar de los “dolorosos golpes” de Israel.

“Decenas de ciudades están dentro del alcance de los misiles de la resistencia. Les aseguramos que nuestras capacidades están bien”, afirmó Qassem.

Su discurso televisado fue transmitido 11 días después del asesinato de Nasrallah, el revés más devastador que Israel ha asestado a su enemigo en décadas. Qassem dijo que el grupo elegiría un nuevo secretario general y lo anunciaría una vez hecho.

Israel aún no ha avanzado después de los enfrentamientos terrestres que estallaron en el sur de Líbano hace una semana, dijo.

“En cualquier caso, después de que la cuestión del alto el fuego tome forma, y una vez que la diplomacia pueda lograrlo, se podrán discutir todos los demás detalles y se podrán tomar decisiones”, dijo Qassem. “Si el enemigo (Israel) continúa su guerra, entonces el campo de batalla decidirá”.

Las tensiones regionales provocadas hace un año por el ataque del grupo armado palestino Hamas al sur de Israel se han disparado en las últimas semanas hasta convertirse en una serie de operaciones israelíes por tierra y aire contra Líbano. El 1 de octubre, Irán, patrocinador tanto de Hezbolá como de Hamas, disparó misiles contra Israel.

Irán advirtió a Israel el martes contra cualquier ataque de represalia. El ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araqchi, dijo que cualquier ataque a la infraestructura de Irán generará represalias.

Araqchi visitará Arabia Saudita y otros países de Medio Oriente a partir del martes para discutir formas de “evitar los crímenes desvergonzados del régimen sionista en Líbano y la continuación de los crímenes en Gaza”.

Fuentes han dicho a Reuters que los Estados árabes del Golfo han tratado de asegurar a Teherán su neutralidad en el conflicto.

El área de operaciones israelíes en Líbano se ha ido ampliando. El Ejército israelí dijo que estaba llevando a cabo “operaciones limitadas, localizadas y selectivas” en el suroeste de Líbano, habiendo anunciado previamente tales operaciones en el sureste.

El Ejército de Israel atacó de nuevo los suburbios del sur de Beirut durante la noche y dijo que había matado a una figura responsable del presupuesto y la logística de Hezbolá, Suhail Hussein Husseini, el último de una fuerza de asesinatos de algunos de los altos funcionarios del grupo