Jessica Bolter, analista del Migration Policy Institute: “Cualquier medida que dificulte la entrada legal, hará que más gente entre ilegalmente a un país”

Migrantes Colchane
Migrantes venezolanos caminan por la carretera para cruzar de forma irregular en la frontera entre Chile y Bolivia, el 3 de febrero pasado. Foto: AFP

En entrevista con La Tercera, la especialista elogió la medida de Colombia de regularizar a más de un millón de venezolanos en situación migratoria irregular, porque “es la mejor manera de que un gobierno sepa quién está en el país, para que los migrantes no sean relegados a una subclase”.


Jessica Bolter es analista del centro de estudios estadounidense Policy Migrant Institute. Su investigación se centra en los patrones de migración en la frontera entre Estados Unidos y México. También trabaja en programas sobre política migratoria latinoamericana, particularmente en respuestas regionales a la migración venezolana. En conversación con La Tercera analiza la situación migratoria tras las crisis en Colchane.

Chile está endureciendo las medidas para los migrantes que quieran ingresar al país. ¿Cuáles son las mejoras formas para hacer frente a estas olas migratorias?

Creo que es realmente difícil. Estos migrantes van a seguir viniendo, las condiciones en Venezuela son muy malas y no parece que vayan a mejorar pronto. Entonces, las medidas que han tomado los gobiernos para dificultar la entrada al país, como cuando Chile comenzó a exigir una visa para los venezolanos en 2018 o cuando otros envían a militares a la frontera, todo eso solo va a llevar a los migrantes a que tomen rutas más peligrosas, a que traten de evitar a las autoridades. Pero al mismo tiempo, también es comprensible que los países sean un poco cautelosos a la hora de permitir el ingreso de grandes cantidades de migrantes, porque es cierto que, como ocurre en las comunidades del norte de Chile, también están pasando apuros. Ellos también están realmente luchando por el acceso a los recursos y cosas así. Creo que en casos como este, realmente es necesario que la comunidad internacional dé un paso adelante para asegurarse de que tanto los migrantes como las comunidades de acogida puedan tener acceso a los recursos que necesitan. Porque si los migrantes entran y son los únicos que están recibiendo recursos, como atención médica o asistencia en efectivo o cosas por el estilo, eso generará resentimiento en las comunidades de acogida.

Migrantes venezolanos usan un paso ilegal para cruzar la frontera entre Bolivia y Chile. Foto: Reuters

Colombia anunció que iba a regularizar a 1,7 millones de venezolanos. ¿Cree que este es el camino que deben adoptar los países?

Si bien esto puede ser políticamente difícil y puede generar cierta oposición, es realmente la mejor manera de lidiar con esta migración, porque no hay forma de detenerla. Entonces, la mejor manera es asegurarse de que el gobierno sepa quién está en el país, que tenga información sobre las personas, tanto por cualquier riesgo de seguridad, así como para asegurarse qué tipo de educación tienen y puedan aprovechar las habilidades que la gente pueda ofrecer al país y también para asegurarse de que estas personas no sean relegadas a una subclase permanente de residentes. Esto es importante, especialmente en un momento de pandemia, cuando es relevante que todos tengan acceso a la atención médica.

En Chile se aprobó una nueva ley migratoria, en la que se pide que los migrantes resuelvan la visa antes de ingresar al país y las autoridades han señalado que deben “sincerar” sus razones de entrada. En el caso de migrantes que huyen por razones económicas del país, ¿cómo se pueden sincerar sus motivos para llegar al país?

Creo en el caso de Venezuela la situación es complicada, porque la mayoría de la gente se está yendo por razones económicas, aunque hay algunos que han sido perseguidos por sus creencias políticas. Pero la mayoría se marcha por motivos económicos. Pero al mismo tiempo, el desastre económico en Venezuela ha sido causado esencialmente por el fracaso del Estado. Entonces, no son razones puramente económicas. Esto nos lleva a la pregunta de si debería considerarse ese contexto adicional al decidir si los venezolanos están protegidos por el derecho internacional. Creo que esta restricción reduce mucho la población de venezolanos que podría cumplir los requisitos para esa visa. Incluso con la imposición de la Visa de Responsabilidad Democrática de 2018 hemos visto un pequeño número de venezolanos que puede obtener esa visa. Sin embargo, hemos visto un aumento significativo de las entradas irregulares o no autorizadas. Así que creo que cualquier medida que dificulte la entrada legal en realidad hará que más personas entren ilegalmente. Lo que realmente debería pasar es que el gobierno facilite el ingreso legal para no tener esto.

Se dice que los países deberían trabajar en conjunto para hacer frente a este problema. ¿Qué medidas se pueden tomar en este sentido?

Es interesante, porque al comienzo de esta gran migración de venezolanos vimos que los países intentaban unirse para tratar de acordar las medidas que todos tomarían para que pudieran tener respuestas similares. Una de las áreas en las que esto ha tenido éxito es que la mayoría o, al menos, muchos países han acordado aceptar pasaportes venezolanos vencidos como documentos de identidad, por ejemplo. Hemos visto que es muy difícil mantener a todos estos gobiernos priorizando, trabajando juntos en lugar de priorizar, de responder a la opinión pública o a las presiones internas en sus países. Así que creo que muchos gobiernos se han inclinado hacia ellos mismos. Creo que la pandemia podría proporcionar un camino para trabajar juntos de nuevo, porque ha mostrado lo interconectados que estamos, pero no he visto ningún indicio de que eso esté sucediendo. Los gobiernos son cada vez más propensos a utilizar la pandemia como una razón para cerrar sus fronteras.

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