La odisea del venezolano que recorre a pie Sudamérica

El 27 de agosto de 2013, Yeslie Aranda, conductor de autobuses, llegó a Valencia para recoger a sus hijos, Paola y Dairon y regresar a su natal San Cristóbal, en Táchira. Pero el destino le jugó una mala pasada. "Cerca de las 11.00, un camión se interpuso y nos chocó de frente. Mi hija (23) que iba de copiloto quedó aprisionada y como consecuencia perdió su pierna derecha y yo perdí la izquierda hasta por encima de la rodilla. Sentí que me quitaron la vida", sostiene Aranda, de 57 años, en conversación con La Tercera.

Desde entonces, la familia Aranda Hernández inició la larga etapa de recuperación en medio de la feroz crisis política y económica en su país. "El día de la amputación me dieron dos paros respiratorios. En el segundo, morí literalmente por tres minutos hasta que me revivieron. Cuando volví, un médico me dijo: 'no muchos regresan de donde lo trajimos y fue por alguna razón. Búsquela'".

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Yeslie Aranda tras llegar a Ushuaia, el domingo.[/caption]

Antes de cumplir un año desde el accidente, Yeslie y su esposa Victoria participaron en la peregrinación del Santo Cristo de La Grita que se extiende por 80 kilómetros. La frase del médico siguió resonando durante los siguientes cuatro años en la cabeza de Aranda, quien el 28 de junio de 2018 comenzó la mayor travesía en solitario de su vida: recorrer toda Sudamérica a pie.

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En la Ruta 3, entre Tolhuin y Ushuaia, el sábado.[/caption]

"Quería demostrarle a mi hija que podíamos continuar y cumplir nuestros sueños", afirma. Antes de salir de Táchira, el excamionero visitó Caracas, donde le ofrecieron una prótesis biónica -a la que nombró "Autana", como el árbol de la Amazonía- si cumplía la travesía. "Yo les dije que tenía que alcanzar por lo menos para 10.260 km. desde mi casa", señala Yeslie José "Pepe" Asdrubal Aranda Mora.

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Aranda en la Iglesia San Francisco, Salta.[/caption]

Con menos de US$ 30 en el bolsillo, el venezolano inició el viaje desde San Cristóbal hasta Cúcuta, en la frontera con Colombia, donde le regalaron un carrito llamado "Jesús" para transportar sus objetos personales. Después cruzó Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina hasta llegar a Ushuaia. "Quería llegar hasta el fin del mundo, a lo más extremo habitado, para después comenzar mi retorno subiendo por Chile y seguir por Uruguay, Paraguay, Brasil, "las tres guayanas" (Guayana Francesa, Surinam y Guyana) y regresar a Venezuela".

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Argentina.[/caption]

A pesar de que el viaje no ha sido fácil, Yeslie a veces vende pulseras o pide colaboraciones, mientras su familia subsiste con su pensión. Algunas noches, este ciudadano venezolano se ha quedado con "el cielo como techo, pero también desde el lugar más humilde, hasta algunos buenos". Además, registra sus vivencias en su cuenta de Instagram @todasuramericaenunapierna.

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Pucará de Tilcara, Argentina.[/caption]

Sin embargo, en Ushuaia vio eclipsado su sueño. Cuando intentó cruzar a Chile fue rechazado porque no contaba con la visa consular para venezolanos, requisito obligatorio para ingresar al país que comenzó a regir desde el 22 de junio.

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Salas de Uyuni, Bolivia.[/caption]

"Chile es el único país en el que he tenido dificultad para ingresar. Para mí era tan importante pasar por Chile, porque dije que era el único lugar donde me dejarían pasar para llegar a Tierra del Fuego. Por eso pienso que la discapacidad tiene nacionalidad. Ahora la travesía se llamará "Toda Sudamérica en una pierna y una prótesis, menos Chile", plantea.

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Coricancha, Perú.[/caption]

A pesar de la noticia que recibió, el ciudadano venezolano emprenderá en los próximos días el regreso a casa para reunirse con sus cinco hijos y esposa. "Estoy a la mitad de mi sueño y solo espero despertar en una Venezuela libre", concluye entre lágrimas.

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Centro Histórico de Cusco.[/caption]