La solitaria Navidad de Belén en pandemia

Una unidad de seguridad palestina desplegada en la Plaza del Pesebre, adyacente a la Iglesia de la Natividad, en Belén.
Una unidad de seguridad palestina desplegada en la Plaza del Pesebre, adyacente a la Iglesia de la Natividad, en Belén. Foto: AP

Ante los más de mil contagios diarios en la ciudad donde, según la tradición, nació Jesús, las autoridades palestinas ordenaron un cierre hasta el 2 de enero, dejando a todo el poblado en un triste silencio.


Al igual que amplios rincones del planeta, la ciudad palestina de Belén -donde según la tradición nació Jesucristo- vivirá una Navidad distinta, marcada por las restricciones impulsadas por la pandemia de Covid-19. Con sus calles desiertas, hoteles casi vacíos y la ausencia de turistas extranjeros, este escenario no se repetía desde la escalada de violencia de hace dos décadas, ya que cada año llegan a la ciudad más de un millón de peregrinos y visitantes.

El Ministerio de Salud de Palestina estableció un estricto protocolo para las festividades. En marzo, Belén se convirtió en la primera ciudad de las 11 provincias de Cisjordania en ser confinada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP). La agencia de noticias palestina Wafa informó que el 3 de marzo el ministro de Salud palestino, Mai al-Kaila, dio cuenta de 16 casos positivos, incluido nueve infectados en Belén.

Mediante una cadena televisiva, el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, declaró entonces estado de emergencia por el virus y un cierre por 30 días. A su vez, Israel emitió un comunicado en el que aseguró que en “coordinación con la ANP” establecieron que nadie podía entrar o salir de Belén, sellando por completo las rutas de acceso.

Tras casi tres meses de cierre, a fines de mayo las autoridades anunciaron el “regreso gradual a la vida normal”, cuando había 350 casos positivos. Sin embargo, los repuntes de las últimas semanas obligaron a “silenciar” Belén para Navidad.

De acuerdo con las cifras informadas por el gobierno palestino, ya se registran más de 127 mil casos de coronavirus, 1.226 fallecidos y 102 mil recuperados. Según el diario británico The Guardian, Cisjordania vive un aumento récord de los casos positivos de Covid-19 en las últimas semanas con más de mil contagios diarios en el territorio de alrededor de 2,7 millones de habitantes.

Belén

Normas navideñas

Los palestinos siguieron atentos la conferencia de prensa de Shtayyeh el 18 de diciembre, cuando sus temores de cara a las festividades se hicieron realidad: un nuevo confinamiento hasta el 2 de enero con prohibición de circular durante los fines de semana y toque de queda desde las 19.00.

La tradicional ceremonia del encendido de las luces decorativas del árbol navideño de la plaza del Pesebre, que anualmente es vista por multitudes, este año se limitó solo a 50 asistentes.

Durante la época más importante para el comercio, la mayoría de los negocios -hoteles y tiendas- permanecían cerrados. En toque de queda solo está permitido que funcionen farmacias y panaderías.

Hasta hoy no estaba del todo claro el protocolo para la misa al aire libre que se celebra anualmente en Nochebuena, pero sería limitada a “líderes religiosos y autoridades locales”.

El gobierno de Israel, que controla los accesos a Belén, prohibió el ingreso a todas las personas que no tengan los documentos de residencia para evitar aglomeraciones en la “ciudad responsable de la existencia de la Navidad”.

La organización británica Friends of the Holy Land, que trabaja en la ciudad, advirtió que “sin el turismo navideño no hay ingresos para el 80% de la población de Belén”. Por esto, impulsaron una campaña de donación para las escuelas y gastos médicos, y hasta la fecha tenían 528 donantes.

La Iglesia de la Natividad, uno de los lugares más venerados de la ciudad y que atrae a cientos de turistas que hacen largas filas para cruzar agachados la puerta de 1,3 metros de alto que conduce a la gruta (pesebre) donde se piensa que nació Jesús, ha recibido a visitantes con mascarillas y por “goteo”. Aunque la Navidad no ha sido suspendida, para los residentes el único símbolo que no se verá suspendido será el árbol, instalado en la plaza de Pesebre y las figuras de madera que lo acompañan.

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