Con alfombra roja ingresó al Palacio de La Moneda la mañana de este miércoles -a las 9.27- el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken.

El representante del gobierno de Joe Biden visitó Santiago en el marco de una gira que realiza por América Latina con el objetivo de fortalecer las alianzas con países como Chile, pero también Colombia -donde estuvo a inicios de esta semana- y Perú, país donde arribaba al cierre de esta edición para participar de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Blinken sostuvo una bilateral con el Presidente Gabriel Boric, la que se extendió por 45 minutos, con quien ya había coincidido en la Cumbre de las Américas en junio pasado y hace pocas semanas en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.

Pero en esta oportunidad ambos -junto a la canciller Antonia Urrejola- abordaron desafíos comunes para la región, como la seguridad, la crisis migratoria, los valores comunes que comparten respecto de la vulneración de los derechos humanos -sin importar el color político del gobierno que los transgreda- y de las oportunidades que se abrirán -tanto en términos de inversión como en otros desafíos comunes- con los 200 años que cumplirán el 2023 las relaciones diplomáticas entre la potencia norteamericana y Chile.

Tras la cita con el Jefe de Estado chileno, Blinken se retiró junto a su delegación para participar de una reunión de trabajo con la canciller Urrejola y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes, además de otros equipos de la repartición.

A la salida, ambas autoridades dieron una conferencia de prensa en la que el representante estadounidense entregó varias señales que fueron recibidas positivamente por el gobierno del Presidente Boric. Por un lado, Blinken destacó los valores compartidos con el Mandatario en materia del respeto por la democracia, a la vez que valoró el proceso constituyente que se reinició tras el plebiscito del 4 de septiembre. Por otro lado, comprometió trabajar por una mayor inversión en Chile y, asimismo, ratificó su voluntad por mantener a nuestro país en el programa de Visa Weiver.

“Esta es una relación que se basa en valores compartidos, en el compromiso por los derechos humanos en la región, en nuestros propios países y alrededor del mundo”, dijo Blinken sobre la relación entre Estados Unidos y nuestro país.

“Hemos visto este esfuerzo de Chile por fortalecer la democracia en el proceso pacífico e inclusivo para tener una nueva Constitución. Y lo hemos visto en los liderazgos chilenos en pro de los derechos humanos sobre Nicaragua y la presidencia de la CIDH. Lo vemos también en la posición que este gobierno ha asumido en cuanto a que los países sean liberales, conservadores, de izquierda o de derecha, tengan el mismo estándar respecto de los derechos humanos y la democracia. No debe haber bloques ideológicos cuando se trata de defender principios sobre los que todos estamos de acuerdo”, agregó.

Sobre la crisis migratoria, el representante de la Casa Blanca destacó la declaración que se firmó en la Cumbre de las Américas -y a la que Chile adhirió- para comprometer esfuerzos conjuntos. “Hablamos sobre nuestra reciente colaboración en migración y aprecio el liderazgo de Chile en este tema, han recibido cerca de 500 mil venezolanos y también haitianos. En la Cumbre de las Américas, Chile apoyó la declaración de Los Ángeles en un momento importante, porque reconoce nuestra responsabilidad compartida en cuanto a hacer frente a estos retos”, subrayó.

Un tema que también se abordo entre ambas partes fue la situación de Venezuela. Ante la pregunta de si Chile compartía el bloqueo económico que ejercía Estados Unidos a ese país y si era el mejor camino, la canciller aseguró que “este fue uno de los temas que comentamos con el secretario Blinken en la reunión que tuvimos y nuestras posiciones de que esperamos que el Grupo de Contacto, que está en México, retome las conversaciones con el gobierno de Maduro y con la oposición venezolana”, agregando que “lo que queremos como país -y en eso estamos en la misma sintonía con Estados Unidos- es que se puedan retomar las conversaciones con miras a que en 2024 pueda haber elecciones libres y democráticas”.

Blinken, a su vez, fue requerido por la mirada que tenía su país sobre el proceso constituyente chileno y la incertidumbre que ha generado a nivel de inversión, considerando que Estados Unidos es el segundo socio comercial de Chile después de China. “No voy a decir nada con respecto a los temas de fondo del proceso constitucional, nosotros admiramos el proceso que los chilenos están llevando adelante de manera pacífica y constructiva. Pero en cuanto a los temas de fondo, eso depende del pueblo chileno, no es un tema de los Estados Unidos”, reafirmó.

En ese sentido, el norteamericano comprometió traer más inversión, sobre todo, con foco en energías limpias y comercio verde, áreas en las que destacó el buen posicionamiento de Chile. “Vemos un futuro en el que podemos trabajar e invertir juntos en energías limpias, en tecnologías limpias y trabajos verdes. Ese es el futuro y Chile está muy bien posicionado para generar muchos de estos empleos”, dijo.

Y agregó: “De esto hablamos hoy y estamos viendo maneras de generar más inversión estadounidense, hablamos mucho acerca de la energía solar, pero queda aún más por hacer. Al mismo tiempo, redinamizar las instituciones financieras y los bancos multilaterales de desarrollo para abordar las necesidades de las personas”.

Sobre la mantención de Chile en el programa de Visa Weiver, Blinken afirmó que “estamos trabajando estrechamente sobre esto. Chile es el único país de América Latina que tiene este programa de exención de visa. Nosotros queremos mantenerlo y nuestros equipos están trabajando hasta el fin y estoy seguro de que tendremos éxito en lograrlo”.

La última visita de alto nivel de Estados Unidos a Chile se dio en 2017, durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, cuando Mike Pence visitó el país en representación de Donald Trump.

Según distintas fuentes consultadas por La Tercera, pese a que según Blinken no fue tema con el Presidente Boric ni en su reunión con Urrejola, en la Cancillería ya dan por seguro el apoyo de Estados Unidos a la candidatura de Chile al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, cuyos comicios tendrán lugar el próximo 11 de octubre.

El eventual respaldo de ese país es clave, sin embargo, Chile sigue haciendo intensas gestiones con otros miembros del organismo, con el objetivo de asegurar uno de los dos cupos en que compite con Venezuela y Costa Rica.

Fue con ese objetivo que la ministra Urrejola extendió su estadía en Nueva York tras la la participación del Presidente en la Asamblea General, el pasado 20 de septiembre, y sostuvo diversos encuentros para afirmar la posición de Chile ante esa elección. Entre ellos, con representantes de Uruguay, Cuba, Turquía, Rumania, Noruega, Andorra, Macedonia del Norte y otros países de África y el Medio Oriente.

Para el gobierno es fundamental ganar esa elección, sobre todo, porque fue el argumento que esgrimieron para no apoyar a Claudio Grossman como candidato para la Corte Internacional de Justicia (CIJ), decisión que les valió una compleja polémica.