Líderes europeos se reúnen con Zelensky en Kiev mientras Lviv se prepara para ser el próximo blanco de Moscú
A juicio de los expertos, el Kremlin tendría en la mira a esta ciudad ubicada en el oeste de Ucrania, a 80 kilómetros de la frontera con Polonia. Ello, en momentos en que crecen las voces que sostienen que el Ejército ruso no tendría recursos para sostener la invasión por más tiempo.
Desde comienzos de marzo que la ciudad de Lviv se prepara ante un posible ataque del Ejército ruso. Los trabajadores municipales envolvieron las estatuas con cubiertas y tapiaron las ventas de varias de las iglesias de la histórica ciudad europea en el oeste de Ucrania.
En la estación de trenes de Lviv, al oeste de la ciudad y cuya grandiosa fachada Art Nouveau coronada por una gran cúpula de vidrio y acero, forma un dramático telón de fondo, miles de personas se reúnen con la esperanza de abordar uno de los llamados trenes de evacuación hacia la vecina Polonia.
Lviv, a no más de 80 kilómetros de la frontera con Polonia, se había librado de cualquier ataque directo desde el comienzo de la invasión rusa el 24 de febrero pasado, a diferencia de otras ciudades importantes como Kiev, Kharkiv y Mariupol, que han sufrido semanas de bombardeos y fuertes combates.
Pero el domingo, una serie de ataques con misiles tuvieron como objetivo el Centro de Mantenimiento de la Paz y Seguridad Internacional de Ucrania, ubicado a 40 kilómetros al noroeste de Lviv, amenazando con romper la tenue sensación de calma de la ciudad. Según el gobernador regional de Lviv, Maksym Kozytskyy, 35 personas murieron y 134 resultaron heridas en el ataque.
Así, Lviv se está convirtiendo rápidamente en una importante base de retaguardia: canaliza suministros -incluidas 17.000 armas antitanque, como misiles Javelin, y 2.000 armas antiaéreas de la OTAN y EE.UU.- y hombres a las ciudades de primera línea y apoya a cientos de miles de personas que huyen en dirección contraria.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, emitió una advertencia a la OTAN el domingo de que estos envíos serán vistos como “objetivos legítimos” para la acción militar, ya que los aviones de combate rusos dispararon alrededor de 30 misiles de crucero contra una base aérea ucraniana ubicada a 20 kilómetros de la frontera con Polonia.
Además, sería la localidad desde donde el Ejército ucraniano realiza las operaciones y donde también -según los expertos- se encontrarían las agencias de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido, que han entregado información valiosa a Kiev, como el paradero de tres generales rusos que murieron recientemente a manos de francotiradores ucranianos.
Esta elegante ciudad de calles empedradas y arquitectura austrohúngara, un sitio del patrimonio mundial de la Unesco, ya se ha convertido en el hogar de embajadas extranjeras y departamentos gubernamentales reubicados desde la capital, y es la principal ruta de entrada de medicamentos, equipos y personal.
Según los analistas de inteligencia occidentales, las armas suministradas desde el exterior también se están introduciendo a través de esta región, por medio de la frontera terrestre con Polonia, indicó The New York Times.
Los expertos creen que existe una posibilidad de que el Ejército ruso realice un ataque en Lviv y de llevarlo adelante apuntaría al cuartel general militar ucraniano. De tener éxito cortaría o dificultaría el vínculo entre la inteligencia occidental y el Ejército ucraniano.
Diversos analistas han señalado que Rusia no tendría capacidad de prolongar la guerra por más tiempo. Es posible que las fuerzas rusas solo puedan mantener la capacidad de combate total durante otros “10 a 14″ días, indicaron al diario Daily Mail fuentes de defensa de Reino Unido.
Mientras que el asesor del jefe de gabinete del Presidente ucraniano, Oleksiy Arestovich, fue más minucioso en su análisis del conflicto. En su opinión, la guerra probablemente no vaya más allá de principios de mayo, cuando cree que Rusia se quedará sin recursos para mantener sus ataques.
En un video publicado por varios medios de comunicación ucranianos, Arestovich dijo que el momento exacto depende de la cantidad de recursos que el Kremlin esté dispuesto a invertir en la campaña.
“Creo que a más tardar en mayo, principios de mayo, deberíamos tener un acuerdo de paz. Tal vez mucho antes, ya veremos, estoy hablando de las últimas fechas posibles”, dijo Arestovich, quien añadió: “Ahora estamos en una encrucijada”.
“O habrá un acuerdo de paz muy rápido, en una semana o dos, retiros de tropas y todo, o habrá un intento de reunir a algunos, digamos, sirios para una segunda ronda (del conflicto). Y cuando los trituremos (habrá) un trato a mediados de abril o de finales de abril”, aseguró.
Arestovich también citó “un escenario completamente loco” que implicaría que Rusia envíe nuevos reclutas después de un mes de entrenamiento. Moscú se enfrenta a una escasez de tropas después de que supuestamente fracasara su táctica de invasión. El país ha anunciado que contratará a mercenarios con experiencia en la guerra de Siria para componer sus filas.
Según el asesor del jefe de gabinete del Presidente ucraniano, incluso después de un acuerdo de paz, los pequeños enfrentamientos tácticos pueden continuar hasta por un año. Ucrania insiste en el retiro completo de las tropas rusas de su territorio, pero durante las negociaciones, el Kremlin probablemente reclamará algún tipo de control o autonomía para los territorios de habla rusa que ocupó durante la guerra.
A juicio del destacado politólogo estadounidense, Francis Fukuyama, “Rusia se dirige a una derrota absoluta en Ucrania”. “La planificación rusa fue incompetente, basada en la suposición errónea de que los ucranianos eran favorables a Rusia y que su ejército colapsaría inmediatamente después de una invasión. Putin en este punto ha comprometido la mayor parte de su ejército en esta operación; no hay grandes reservas de fuerzas que pueda llamar para agregar a la batalla”, indicó.
“El colapso de su posición podría ser repentino y catastrófico, en lugar de ocurrir lentamente a través de una guerra de desgaste. El ejército en el campo llegará a un punto en el que no podrá ser abastecido ni retirado, y la moral se evaporará. Esto es al menos cierto en el norte; a los rusos les está yendo mejor en el sur, pero esas posiciones serían difíciles de mantener si el norte se derrumba”, añadió en su columna titulada “Preparándose para la Derrota”.
Bombardeos en Kiev
Por otro lado, Rusia incrementó sus ataques sobre Kiev, donde cuatro personas murieron en el bombardeo de un edificio de 15 pisos del distrito de Sviatoshin, dijeron los servicios de rescate en la capital.
“A las 04.20 de la mañana, todo tembló con fuerza. Me levanté, mi hija corrió y me preguntó: ‘¿Estás viva?’. Pero en una de las habitaciones no podíamos sacar a mi yerno y a mi nieto, así que rompimos las puertas y pudieron salir”, dijo a la agencia France Presse, Lyubov Gura, de 73 años, que vivía en el piso 11.
Otro edificio de nueve pisos fue alcanzado en el distrito de Podil (noroeste), más cerca del centro de la ciudad, y se reportó un herido. El lunes, en el límite noroeste de la capital, Pierre Zakrzewski, camarógrafo polaco de Fox News, murió, y su colega Benjamin Hall resultó herido. La periodista ucraniana Oleksandra Kuvshynova fue asesinada en el mismo ataque.
Al tiempo que cerca de 20.000 civiles escaparon en automóviles privados de Mariupol por un corredor humanitario, en la que se piensa fue la mayor evacuación hasta ahora del asediado puerto ucraniano.
Negociaciones entre Moscú y Kiev
En casi tres semanas de conflicto, más de tres millones de personas han huido de Ucrania, sobre todo hacia Polonia, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). De ellos, 1,4 millones corresponden a niños, es decir “casi un niño por segundo”, según Unicef.
El Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky denunció que desde el inicio de la invasión han muerto 97 niños en bombardeos rusos contra “escuelas, hospitales, viviendas”.
Los primeros ministros Mateusz Morawiecki, de Polonia; Petr Fiala, de la República Checa; y Janez Jansa, de Eslovenia, se reunieron en Kiev con Zelensky, mientras arrecian los bombardeos rusos. Según el diario El País, los tres gobernantes llegaron en tren este martes a la capital ucraniana en una iniciativa de la que se ha distanciado la Comisión Europea.
“Esta guerra es resultado de un cruel tirano que ataca a civiles indefensos y bombardea ciudades y hospitales en Ucrania. Tenemos que detener esta tragedia en el Este lo antes posible. Por eso (...) estamos en Kiev”, señaló Morawiecki, en una publicación en Facebook localizada en la capital ucraniana.
Zelensky agradeció “realmente” el gesto de apoyo. “Su visita a Kiev en estos momentos difíciles para Ucrania es un claro signo de apoyo”, indicó a través de su canal oficial de Telegram, en un mensaje acompañado de un video del encuentro.
La visita de los tres jefes de gobierno de países de la UE se produce justo cuando el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, anunció un toque de queda de 35 horas en la capital, advirtiendo de “un momento difícil y peligroso”.
El objetivo de la visita de Morawiecki, Fiala y Jansa es “reafirmar el apoyo inequívoco del conjunto de la Unión Europea (UE) a la soberanía e independencia de Ucrania”, según un comunicado del gobierno polaco.
Los tres países centroeuropeos son antiguas naciones comunistas que ahora pertenecen a la UE y la OTAN. Resaltando el deterioro de la situación en Kiev, una serie de bombardeos golpearon un barrio residencial en la capital de nuevo el martes.
La visita coincide con la reanudación de las conversaciones ruso-ucranianas, interrumpidas el lunes. “Las negociaciones están en curso”, afirmó en Twitter Mykhailo Podoliak, negociador en jefe de la delegación ucraniana. Entre los temas que se deben abordar figuran “un alto el fuego y la retirada de las tropas” rusas del territorio ucraniano, añadió.
Las conversaciones se celebran por videoconferencia después de tres rondas cara a cara en la vecina Bielorrusia y una reunión el jueves en Turquía de los jefes de la diplomacia rusa y ucraniana. El Kremlin consideró prematuro cualquier “pronóstico”, después de que un consejero de la presidencia ucraniana considerara posible un acuerdo de paz antes de “finales de mayo”.
Por otro lado, Zelenski lamentó que a pesar de haber escuchado “durante años” que “las puertas” de la OTAN estaban “supuestamente abiertas” en realidad no lo están y pidió a sus compatriotas que en la guerra con Rusia confíen en ellos mismos.
“Ha quedado claro que Ucrania no es miembro de la OTAN. Lo entendemos. Somos gente comprensiva. Durante años hemos escuchado que las puertas estaban supuestamente abiertas, pero ya hemos visto que no podemos entrar”, sostuvo el Presidente ucraniano durante una reunión por videoconferencia con alto mandos militares de la Alianza Atlántica.
Por otra parte, el Kremlin respondió a las nuevas sanciones de EE.UU. a varios de sus funcionarios de defensa prohibiendo la entrada a Rusia a 13 estadounidenses, incluido el Presidente Joe Biden, quien la próxima semana viajará a Bruselas para participar en las cumbres de la OTAN y de la UE.
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