María Corina Machado acusa secuestro tras marcha en Venezuela, mientras el chavismo apunta a un montaje
El retorno a las calles por parte de la líder opositora venezolana estuvo marcada por una tanda de acusaciones cruzadas de supuestos secuestros y “falsos positivos” entre el gobierno y la plataforma de María Corina Machado. La incertidumbre por su paradero se alargó por varios minutos, hasta que diferentes fuentes confirmaron que estaba a salvo.
A un día de la toma de posesión presidencial de Venezuela, este viernes 10 de enero, la oposición, liderada por María Corina Machado y Edmundo González, intentó hacer una última muestra de fuerza este jueves, cuando convocaron a una multitudinaria marcha tanto en las calles de las ciudades venezolanas como en las urbes del mundo. Sin embargo, la situación terminó convirtiéndose en un caos luego de que el comando opositor denunciara que agentes del régimen chavista habían detenido a la líder de Vente Venezuela.
La cronología se volvió confusa con el pasar de los minutos, en que la incertidumbre y las declaraciones de autoridades locales e internacionales empezaban a aparecer. “María Corina fue violentamente interceptada a su salida de la concentración en Chacao”, escribió a las 16:21 hora chilena Vente Venezuela, el partido de Machado, en su página de X. Y añadieron luego: “Efectivos del régimen dispararon contra las motos que la trasladaban”.
Desde la ONG Human Rights Watch, ratificaron la detención a las 16:48. “Hemos confirmado la detención de la líder opositora de Venezuela, María Corina Machado. La comunidad internacional debe exigir al unísono su inmediata liberación”, escribió en X el subdirector para las Américas, Juan Pappier.
Una fuente cercana a la dirigente opositora dijo a la agencia de noticias AFP que el arresto se dio poco después de que la moto que la transportaba saliera de la manifestación. Momentos después, a las 17:06, Edmundo González declaró que “como presidente electo, exijo la liberación inmediata de María Corina Machado”, en una publicación en X. “A los cuerpos de seguridad que la secuestraron les digo: no jueguen con fuego”, añadió.
Un alto jerarca del chavismo citado por el diario español El País descartó que Machado haya sido secuestrada -pese a reportes de testigos que aseguraron presenciar cómo era detenida- y aseveró que se encuentra “tranquila en su casa”.
Momentos más tarde, el propio Pappier contestó su mensaje inicial anunciando: “Hemos confirmado con fuentes de la oposición que María Corina Machado ha sido liberada. Exigimos que se garantice su seguridad”, señaló en redes sociales a las 17:54.
Solo minutos después, a las 18:02, Comando ConVzla publicó un mensaje señalando que “saliendo de la concentración en Chacao, Caracas, María Corina Machado fue interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el período de su secuestro fue forzada a grabar varios videos y luego fue liberada. En las próximas horas ella se dirigirá al país para explicar los hechos”.
Ante la ofensiva comunicacional de la oposición, dos pesos pesados del chavismo salieron a acusar un “falso positivo”. Diosdado Cabello, ministro del Interior y Justicia de Venezuela, dijo al medio oficialista VTV que sus rivales políticos “terminan mintiendo (con) que el gobierno había capturado a María Corina. Ella está loca porque nosotros la capturemos. Ese era el plan de ella, decirle al mundo: ‘fui capturada’”.
Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Venezuela, publicó en Telegram un comunicado “aconsejando” a Machado “que busque un oficio y se ponga a trabajar antes que la locura la consuma”. “¿A quién se le ocurre montar semejante show para tapar el estruendoso fracaso de su convocatoria el día de hoy?”, añadió.
La gran interrogante ahora es que se esclarezca si es que efectivamente Machado fue detenida por agentes del gobierno, y de haber sido real, por qué razón la liberaron y si es signo de quiebre en las filas chavistas.
Marcha y caos
La jornada estuvo marcada por la tensión que rodeó a la marcha previo a su realización, donde no se sabía si efectivamente aparecería Machado -estuvo fuera del foco público presencial durante meses luego de anunciar su paso a la clandestinidad en agosto de 2024-, ni cómo reaccionarían las fuerzas de orden -oficiales y paramilitares- del actual mandatario, Nicolás Maduro.
Y luego de prometer que estaría en la manifestación, cerca de tres horas después del inicio de la marcha, apareció finalmente María Corina Machado, parada arriba de un vehículo motorizado y con decenas de teléfonos y cámaras grabándola, en el sector de Chacao, Caracas. Fue cerca de las 15:30 hora chilena que la líder opositora subió a sus redes sociales el ingreso a la manifestación.
“Lo dijimos, hoy nos encontrábamos en todas las calles de Venezuela y el mundo. Yo estoy aquí, contigo, y HASTA EL FINAL”, escribió. Vestida de blanco y acompañada por una bandera venezolana, se dirigió a los asistentes y a quienes escuchaban la transmisión de su discurso.
“Hoy toda a Venezuela salió a la calle”, inició, en su primera intervención pública desde el 28 de agosto pasado. “¡No tenemos miedo! (...) Hemos llegado hasta aquí porque hemos tenido una estrategia robusta. Hemos llegado hasta aquí porque la hemos cumplido con disciplina”, añadió en Chacao, antes de que ocurriera la detención.
La duda sobre si asistiría o no eran importantes. Además del riesgo de una eventual detención, medios reportaron que para la mañana del jueves, las calles de Caracas, la capital, estaban desiertas y en manos de efectivos de seguridad fuertemente armados.
Según Infobae, desde el fin de semana pasado que la urbe estaba sitiada por más de 1.400 funcionarios de seguridad. En línea similar, fuentes que prefirieron no explicitar su nombre señalaron a BBC Mundo que “decenas de uniformados recorrieron en motos y patrullas las calles de la ciudad cada día y la vigilancia en instalaciones clave como el Metro de Caracas y las autopistas que conducen a la urbe también aumentaron”.
Todo ello era lo que provocaba que estuviera presente el miedo a que se repitiera el escenario de agosto, cuando 28 personas murieron, casi 200 terminaron heridas y hubo más de 2.400 detenidos en las manifestaciones poselecciones.
Y esas aprehensiones se justificaron momentos después del arribo de Machado en Chacao, cuando miembros del Comando con Venezuela, el organismo político que respalda a la oposición de Machado, anunció la detención de la política venezolana.
Previo a la realización de la marcha, María Corina Machado había asegurado que reaparecería desde su salida a la clandestinidad para encabezar un “día histórico”. Edmundo González, que asegura ser el verdadero mandatario electo basándose en las actas que el comando de la oposición reunió de manera extraoficial -y que son el principal argumento de los países que lo han reconocido como el mandatario electo de Venezuela-, reafirmó en los últimos días su compromiso de que llegará al país para asumir la presidencia el 10 de enero.
Esto, tras permanecer en España en calidad de asilado político y realizar una gira internacional en la que se reunió con distintos mandatarios y líderes políticos. La lista incluyó su paso por Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana, pero al ser declarado prófugo de la justicia -incluida una recompensa por parte de las autoridades venezolanas que alcanza los 100.000 dólares por su captura-, el oficialismo anunció que González “será detenido inmediatamente” al pisar tierra caribeña, y sus acompañantes serán tratados como “invasores”.
Edmundo González fue más allá y aseguró que él debe “asumir el rol de comandante en Jefe”. En un video publicado en redes sociales, el político instó a las Fuerzas Armadas de Venezuela -pilar de las más de dos décadas del chavismo en el poder- a “romper” con la cúpula militar para convertirse en “garantía de la soberanía y el respeto a la voluntad popular”.
En paralelo, el chavismo había llamado a una contramarcha para defender la postura de Maduro, quien dice haber ganado las elecciones de julio pasado. Todavía no han mostrado las actas electorales completas al mundo, lo que ha llevado que incluso políticos afines a la inclusión venezolana en el panorama regional, como el presidente de Colombia, Gustavo Petro, den un paso al costado.
Este miércoles, el mandatario anunció que no viajaría al cambio de mando programado para este viernes 10, acusando que su gobierno no puede reconocer que las elecciones de julio “no fueron libres”.
En medio de esa nebulosa, Maduro se apresta a ser investido para un nuevo período de seis años, que lo mantendría en el poder hasta 2031, en medio de acusaciones de detenciones arbitrarias a opositores y dirigentes de la sociedad civil, pero también a personas que el régimen identificó como supuestos espías o agentes de otros países.
Venezuela no fue el único escenario donde se realizaron marchas. Una de las más multitudinarias se esperaba que se diera en España, donde asistirían los expresidentes conservadores José María Aznar y Mariano Rajoy, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y uno de los máximos referentes de la ultraderecha de Vox, Santiago Abascal.
París, Buenos Aires, Nueva York, Bogotá y Ciudad de México también tenían agendadas manifestaciones de venezolanos y simpatizantes de la oposición a Maduro. Chile no fue la excepción.
Bajo la consigna de “Gloria bravo pueblo”, los organizadores llamaron a congregarse a las 18:00 del jueves en la calle Parque Almagro con Paseo Bulnes. “La manifestación contará con la presencia de los venezolanos representantes de diversas organizaciones políticas, sociales, líderes comunitarios, junto a familias enteras, jóvenes, abuelos, todos ciudadanos comprometidos con la recuperación de nuestra democracia”, señalaron en un comunicado.
Además de Santiago, se llamó a movilizaciones en Antofagasta, Arica, Rancagua, Viña del Mar, Angol, Chillán, Concepción, Iquique, La Serena, Puerto Montt, Talca, Curicó, Los Andes, Quillota y Valparaíso, indicaron desde Comando conVzla en Chile.
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