México extradita a "El Licenciado" que buscaba ser el sucesor de "El Chapo" en el cartel de Sinaloa

México extraditó el viernes a Estados Unidos al capo mexicano de la droga Dámaso López Núñez, alias "El Licenciado", quien enfrenta cargos por asociación delictuosa y delitos contra la salud en una corte de Virginia, informó la fiscalía nacional.

López, quien presuntamente libró una sangrienta lucha para reemplazar a Joaquín "El Chapo" Guzmán como líder del cartel de Sinaloa, fue capturado en mayo del 2017 en Ciudad de México.

Se cree que López se enfrascó en una lucha de poder con los hijos de Guzmán, quien fue extraditado en enero desde México a Estados Unidos.

"Es potencialmente un testigo clave contra Joaquín Guzmán Loera, considerado como el principal líder de un grupo delictivo con operación en Sinaloa, cuyo juicio se tiene programado para septiembre en Nueva York", dijo Alberto Elías Beltrán, encargado del despacho de la fiscalía de México.

"El Licenciado", un exfuncionario penitenciario quien según autoridades era muy cercano a Guzmán y jugó un papel clave para orquestar la primera fuga de prisión del capo en 2001, fue entregado a autoridades estadounidenses en el fronterizo estado mexicano de Chihuahua en la madrugada.

En un video en la cuenta de Twitter de la fiscalía podía verse en un aeropuerto de la fronteriza de Ciudad Juárez a López esposado y con chaleco antibalas mientras era conducido por militares y agentes de investigación mexicanos al avión que lo trasladaría a Estados Unidos.

"Tanto para la Procuraduría General de Justicia (fiscalía nacional) como para el Departamento de Justicia de Estados Unidos hay un interés jurídico para que el juicio y la sanción contra Guzmán Loera fueran exitosos", agregó Beltrán.

En julio de 2017 el hijo de Dámaso López, alias "El "Mini Lic", se entregó a agentes estadounidenses en un cruce fronterizo.

El Gobierno mexicano ha logrado en los últimos años la detención de grandes capos de la droga, lo que lejos de contener la violencia ha provocado que grupos delictivos se fragmenten e incursionen en otras actividades ilícitas como extorsión, secuestro y robo de combustible.

En medio de este escenario, el año pasado fue considerado el más violento en México con casi 30,000 personas asesinadas y miles de desaparecidos en todo el país.