Milei sigue pasos de Trump y replica cuestionadas medidas
Desde salirse de la Organización Mundial de la Salud y levantar un cerco en la frontera con Bolivia al estilo Trump, hasta ir más allá y cuestionar la figura del femicidio y asociar la homosexualidad con la pedofilia, el mandatario argentino parece amplificar su propia agenda cultural al amparo de las decisiones que su par estadounidense ya ha adoptado.
Javier Milei es un político al que le gusta ser transparente -alguno podría acusar, no sin falta de pruebas, que llega hasta la agresividad para darse a entender- sobre su forma de pensar. De sus tiempos de panelista, pasando a diputado y ahora Presidente de Argentina, ha mantenido ese perfil. Pero con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, algo pareció cambiar: ese discurso “antiwoke” y contrario al “socialismo satánico”, se potenció.
El crecimiento en el discurso más ideológico/cultural contra lo “woke” -un anglicismo que significa, literalmente, despierto, y que sectores conservadores utilizan actualmente como sinónimo despectivo del progresismo- no solo se dio en las palabras, como cuando dijo que iba a “buscar hasta en el último rincón del planeta” a los “zurdos hijos de puta”, sino que diversos medios argentinos han afirmado que se traduciría en políticas públicas.
Según la prensa trasandina, el gobierno de Milei se alista para ejecutar una tanda de medidas similares a las realizadas o prometidas por su par estadounidense, todas desde un punto de vista de la “batalla cultural”, como le llama el sector. “Vamos a analizar la conveniencia de permanecer en los distintos organismos internacionales. Con la asunción de Trump ya no estamos tan solos en el mundo”, dijo un funcionario mileísta al diario Clarín.
El mandatario parece haber pasado un nuevo cambio en su búsqueda por generar una transformación de la sociedad argentina. ¿Por qué acelerar? Porque analistas coinciden en que siempre fue así, solo que ahora, con la vitrina mundial, se exacerbó de manera pública. Así lo cree Mario Riorda, politólogo argentino que dijo a La Tercera que “la propuesta de Milei de la batalla cultural, que mutó de liberal a ultraconservadora, no es nueva. En todo caso, ha tenido un fuerte impulso tras la victoria de Trump, que se evidenció en una profundización de la violencia política de Milei, arremetiendo contra la comunidad homosexual y equiparándola a la pedofilia”.
Lo secunda Julio Burdman, analista trasandino que planteó a este periódico que la agenda de la batalla cultural “siempre estuvo, y esto es parte de la identidad de Milei. Él ya venía tomando un lugar en los medios de comunicación como alguien que opinaba de economía, defendiendo las ideas liberales de una manera muy efusiva, pero comienza su actividad política un poco más formalmente primero, en la pandemia, oponiéndose a la cuarentena, formó parte de los movimientos que protestaban en la calle contra los encierros, y también, en ese mismo contexto, en contra del aborto”.
Además, le añade el factor Trump a la ecuación. Para el politólogo, el mandatario trasandino proviene de “una visión de libertarismo conservador”, por lo que “él no está haciendo esto (los distintos anuncios) como un show porque está Trump: Milei nació ahí”.
Una tercera voz coincide con la mirada, pero señala que el ascenso del mandatario estadounidense ayudó a una cristalización de medidas, pasando de la ideología a la política real. Se trata de Orlando D’Adamo, académico y analista argentino que apuntó a que “ya en campaña, el año 2023, Milei había manifestado su postura ‘antiwoke’, muy especialmente en los temas de género, y seguido, yo diría, de los temas ambientales”.
Pero “lo que es evidente es que, al amparo de la victoria de Trump y de la posibilidad de hablar en foros internacionales que antes no tenía, lo subió a un lugar más importante dentro de sus comunicaciones, pero siempre tuvo esa agenda, no es una novedad. Vuelvo a repetir, la victoria de Trump le da impulso a los líderes políticos afines para que expresen sus puntos de vista, pero no es una novedad en Milei, sería injusto decir que es así”, argumentó a La Tercera.
Fue en el Foro Económico Mundial en Davos, tres días después de que su par norteamericano retornara a la Casa Blanca, que dedicó gran parte de su discurso a la llamada “batalla cultural”. “Feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género”, dijo, son sus enemigos. Allí aseguró que las ideas de Donald Trump “inspiran” al gobierno argentino.
Entre ellas, está la firma de una orden ejecutiva por parte del magnate republicano que ordenó el inicio del retiro de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y Milei quiere seguir los mismos pasos. Según medios trasandinos como La Nación y Clarín, solo bastaron unos días desde que Trump ordenó la salida de EE.UU. del organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que el economista libertario comenzara su propio período de reflexión.
En línea similar, quedan dudas de si Milei se sumará al retiro de Washington del Acuerdo de París. El mandatario, que niega el cambio climático y que ha asegurado que es una “mentira socialista”, también lo estaría pensando, dijeron fuentes gubernamentales a medios locales.
En este caso, sin embargo, no es tan sencillo. Esto, porque en la diplomacia trasandina hay preocupación sobre que el reciente acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea bloquee las desregulaciones relacionadas con el medio ambiente, considerando las cláusulas al respecto. Lo mismo pasa con organismos internacionales de crédito, como el FMI, el Banco Mundial y el BID.
Una eventual salida del Mercosur tampoco está fuera del radar, puesto que el propio mandatario argentino señaló en una entrevista a Bloomberg que estaba dispuesto a sacar al país del bloque si eso se convertía en un obstáculo para alcanzar un acuerdo de libre comercio con EE.UU. ¿Acaso un retorno a las “relaciones carnales” de la época Menem?
Otra medida sacada del repertorio del trumpismo parece ser la instalación de un cerco en la frontera con Bolivia. Fue este martes cuando Milei felicitó a sus ministras de Seguridad y Capital Humano, Patricia Bullrich y Sandra Pettovello, respectivamente, por su “excelente trabajo” de seguridad, para luego confirmar la construcción de un “cerco” para encauzar el control fronterizo”. Y añadió: “La defensa de nuestra frontera no se negocia”.
A esto se suma el proyecto de ley que restringe el ingreso de personas con antecedentes penales y limita el uso del sistema de salud para extranjeros que no acrediten residencia en Argentina.
Respecto al género, nada más regresar a la Casa Blanca, el republicano firmó una orden ejecutiva para el no reconocimiento de las identidades transgénero, solo aceptando el masculino y femenino. Pero Milei subió la apuesta.
Primero fue en el propio Davos donde apuntó a que “dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a 100 años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años. Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos”. Gran parte de la oposición -incluso la que dialoga con él- consideró que fue una asociación homofóbica.
De todos modos, el proyecto de “igualdad ante la ley”, sigue en pie. “Vamos a eliminar la figura del femicidio del Código Penal. Porque esta Administración defiende la igualdad ante la ley consagrada en nuestra Constitución. Ninguna vida vale más que otra”, dijo en redes sociales el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Pero en la Casa Rosada hay preocupación. En EE.UU., el nuevo secretario del Tesoro, Scott Bessent, está casado con un hombre y tiene dos hijos por subrogación de vientres, mientras que en Alemania, la líder del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), tiene dos hijos adoptados junto a su expareja, una mujer de Sri Lanka radicada en Suiza.
Y entre los estrategas comunicacionales de la Casa Rosada tomaron nota. “El gobierno no está del todo cómodo con cómo quedó reflejado el tema, porque no es lo que piensan. Al menos respecto a los homosexuales, que fue el punto de la polémica”, dijo a Clarín un dirigente cercano a la máxima cúpula política del libertarismo.
En opinión de Burdman, “estamos en una época en que las identidades políticas nítidas forman parte de lo que construye la política contemporánea”. De cara a las elecciones de medio mandato, “aunque le reste alguno que otro voto, en el fondo le sirve porque el gran desafío que hoy tiene es separar la paja del trigo. Hoy, Milei tiene una gran aprobación”.
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