Nacionalistas y populistas se toman la política italiana
La Liga y el Movimiento 5 Estrellas alcanzaron una histórica votación, pero no lograron superar el umbral del 40% para formar gobierno.
El hartazgo pareció ganar en Italia. El Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y La Liga de Matteo Salvini, dos partidos de corte antisistema y euro escéptico, fueron los grandes triunfadores de la jornada electoral del domingo. Sin embargo, ningún bloque político logró superar el umbral del 40% que marca la nueva ley electoral para poder formar gobierno. Así se cumplieron todas las previsiones: Italia ingobernable.
Tras 12 horas de escrutinio, hubo varios ganadores. El nuevo populismo del Movimiento Cinco Estrellas, el partido fundado por el cómico Beppe Grillo y ahora liderado por Luigi di Maio, consiguió un 32,7%. Con estos resultados, Di Maio se presentó como el "vencedor absoluto" y dijo que está abierto a negociar con otros partidos ante la ausencia de mayoría.
El otro ganador fue la coalición de derecha liderada por Silvio Berlusconi. En total las tres formaciones que la integran (Forza Italia, Liga Norte y Hermanos de Italia) obtuvieron el 37,01%. Los últimos sondeos ya auguraban este resultado, la sorpresa fue que La Liga de Salvini consiguiera el sorpasso ante Forza Italia del eterno Berlusconi, imponiéndose así como primer socio de la coalición y en condiciones de reclamar su puesto como primer ministro.
Pero mientras Di Maio decía que están "abiertos a la negociación con todas las fuerzas políticas", Salvini descartó una posible alianza con el M5S, con quien comparte su rechazo hacia la Unión Europea.
"Tenemos el derecho y el deber de gobernar los próximos años. No vamos a hacer coaliciones extrañas. Es la coalición que ha ganado la que podrá gobernar. No veo la hora de empezar", aseguró. De igual forma, Silvio Berlusconi publicó en su cuenta de Twitter que "la coalición de centro derecha es la ganadora política de las elecciones. Los datos confirman que después de cinco años de oposición representa la primera área política del país".
Con todo, el gran derrotado de estos comicios fue el Partido Demócrata (PD) de Matteo Renzi que apenas llegó al 18% de los votos y la coalición de centroizquierda sumó un magro 22,9%. Frente a este resultado, algunas voces del PD no tardaron en pedir la dimisión del ex primer ministro. Y así lo hizo. Renzi colgó el lunes su acta de secretario general del PD. "Es obvio que después de este resultado yo deje la dirección del partido", dijo Renzi, quien además afirmó que ya ha pedido al presidente del PD, Matteo Orfini, que se convoque a un congreso del partido para decidir quién será su próximo secretario general. Renzi, de 43 años, también dijo que creía que el partido no debería hacer ningún pacto postelectoral con los "partidos extremistas".
Estos comicios se presentaron como los más inciertos de las últimas décadas y los analistas coinciden en que los resultados han provocado uno de los escenarios electorales más complejos e inquietantes.
"Por primera vez en Europa, las fuerzas anti sistema han ganado", resumió el editorial del diario La Stampa. Tanto el Movimiento 5 Estrellas como La Liga de Salvini reivindican su derecho a formar gobierno y exigen ser los primeros en pasar por el Palacio del Quirinal para recibir el encargo del Presidente de la República, Sergio Mattarella. Pero ninguno tiene los apoyos suficientes.
Posibles escenarios
Unidos por su recelo a la Unión Europea y su intención de frenar la llegada masiva de migrantes, Luigi di Maio y Matteo Salvini podrían llegar a pactar un gobierno que anteponga los intereses italianos a las restricciones europeas.
Sin embargo, el Movimiento Cinco Estrellas y La Liga no son lo mismo. El M5S tiende en muchos temas más hacia la izquierda -incluso habría logrado captar el apoyo de ex votantes desilusionados del PD- y en La Liga hay un pálpito xenófobo, lo que propiciaría que las formaciones chocaran en temas económicos, por ejemplo. Así, se entiende que Salvini afirmara el lunes que no tiene intención de mirar a otra parte que no sea un gobierno de derecha.
Siguiendo esta línea, Salvini podría intentar imponer un gobierno de derecha convenciendo a otros partidos con menos apoyo. Pero los analistas descartan este escenario, pues primero sería necesario saber si sus compañeros de Forza Italia lo apoyan.
También se contempla un posible gobierno de izquierda entre el Movimiento Cinco Estrellas, el Partido Demócrata y Libres e Iguales, pero esta es una opción improbable, ya que los fieles de Renzi nunca aceptarían gobernar con el M5S, que han criticado toda la campaña.
Según los analistas, la opción más realista sería que Mattarella propusiera una figura que pueda reformar la ley electoral y concurrir a elecciones nuevamente.
Con Italia polarizada por la fractura norte-sur, los pasos a seguir para iniciar la legislatura serán, primero, la convocatoria de la Cámara de Diputados y el Senado para elegir a los respectivos presidentes el próximo 23 de marzo.
Después, Mattarella abrirá una ronda de consultas para elegir a la personalidad encargada de formar un Ejecutivo. Y visto el panorama político post electoral, tendría que elegir entre Salvini y Di Maio, ya que ninguno de los dos parece tener la voluntad de ceder su opción a presidir el próximo gobierno.
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