Nigeria: 17 de los 330 niños secuestrados la semana pasada han sido rescatados
El grupo yihadista Boko Harem se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Furia, miedo y agotamiento. La angustia abruma a muchos padres en la aldea de Kankara, en el norte de Nigeria, ya que esperan noticias de sus hijos los que están entre los 330 estudiantes secuestrados la semana pasada, por extremistas en una escuela para varones.
El gobernador del estado de Katsina, Aminu Bello Masari, dijo que 17 muchachos habían sido rescatados desde el ataque; siendo 15 liberados por las fuerzas armadas, otro por la policía y uno que fue hallado deambulando en el bosque y al que los residentes entregaron a las autoridades.
Los yihadistas de Boko Haram se adjudicaron la responsabilidad del secuestro de los alumnos de la Escuela Secundaria de Ciencias de Kankara. En esa oportunidad, cientos de estudiantes lograron escapar, al saltar una cerca o huir cuando los llevaban a un bosque cercano.
Según las declaraciones de Boko Haram, el secuestro de realizó porque creen que la educación occidental es contraria al islam, dijo el líder rebelde Abubakar Shekau, en el video donde se declararon como responsables del ataque. Información recopilada por el SITE Intelligence Group, un organismo no gubernamental dedicado al análisis de la actividad de extremistas en línea.
El intenso rescate
El gobierno nigeriano está negociando con los agresores para tratar de liberar al resto de los secuestrados, indicó su vocero, Garba Sheru. Sin embargo, no se ha identificado a los atacantes, a quienes el gobierno calificó de delincuentes.
Aminu Ma’le es la madre de uno de los menores rescatados, y expresó que le daba “las gracias a Dios por ayudarnos de forma milagrosa, y oro por la seguridad de los otros niños que siguen desaparecidos o están secuestrados”. Las fuerzas armadas hallaron a su hijo deambulando entre la maleza.
Mientras tanto, algunos padres señalaron estar ya “cansados” de la situación en el norte, de donde proviene el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari.
“Ya no tengo manera de medir mi furia”, dijo Marwa Hamza Kankara, una de las madres que acampa afuera de la escuela, quien desde el martes en la noche se encuentra a la espera de noticias de su hijo. “Ninguna mujer quiere estar afuera a esta hora, pero no podemos dormir, no podemos comer debido a nuestros hijos desaparecidos”, enfatizó.
Zona de extrema violencia
“Nadie está feliz por la inseguridad en el país. Incluso los niños tienen miedo de estar en la Nigeria actual debido a la inseguridad”, comentó Syvester Anachike, de 58 años, y vendedor de diarios en Abuya. Además, agrega: “Sólo imaginen, ¡los niños secuestrados en el estado del presidente! No es justo, no es bueno”.
No es la primera vez que el grupo islamista realiza secuestros masivos de estudiantes. En Chibok, en abril de 2014, se secuestraron a más de 270 estudiantes mujeres de una escuela en el estado de Borno. Hasta la fecha, un centenar de ellas siguen desaparecidas.
Amnistía Internacional puntualizó que los secuestros han puesto de relieve que la educación está bajo ataque en Nigeria.
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