Nueva ola de migrantes en la frontera sur se convierte en el mayor desafío del gobierno de Biden y amenaza con eclipsar su agenda
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, criticó el domingo al expresidente Trump por haber “desmantelado la forma ordenada, humana y eficiente” en que se abordaban los casos de los más pequeños, y se negó a entregar detalles al ser cuestionado sobre un cronograma para solucionar la crisis.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, las autoridades fronterizas detuvieron a más de 100 mil migrantes en febrero, lo que representa un aumento mensual del 28% desde enero.
En una medida desesperada, la administración de Joe Biden aseguró un contrato de US$ 86 millones para que hoteles albergaran a los migrantes, según informó Axios el sábado.
Durante una entrevista en el programa Meet the Press de la cadena NBC, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo que pese a que la “frontera está cerrada” y están enviando de regreso a familias y adultos que habían intentado cruzar al país, la administración de Biden no seguiría la misma práctica para “niños pequeños y vulnerables”.
Mayorkas aseguró que la administración está buscando nuevas políticas para abordar la afluencia de migrantes desde México y países centroamericanos, y criticó al expresidente Donald Trump por haber “desmantelado la forma ordenada, humana y eficiente” en que se abordaban los casos de los niños más pequeños.
“Tenemos un plan a corto plazo, un plan a mediano plazo y un plan a largo plazo, y el Presidente y yo hemos hablado de esto repetidamente”, dijo el funcionario. “No expulsaremos al desierto mexicano, por ejemplo, a tres niños huérfanos que vi durante las últimas dos semanas. Simplemente no haremos eso, no es lo que somos”, agregó.
Biden se ha comprometió a abordar la inmigración desde un enfoque más humano, lo que ha recibido críticas de los republicanos del Congreso. Sin embargo, el mandatario demócrata también ha recibido golpes de su sector. La representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, por ejemplo, se quejó porque la administración reabrió una conocida instalación para albergar a jóvenes migrantes de la era de Trump en Texas.
El viernes, el senador demócrata Chris Murphy se unió a Mayorkas y otros tres legisladores -incluidos dos republicanos- para visitar una instalación de procesamiento en El Paso. “Cientos de niños apiñados en grandes salas abiertas”, escribió Murphy en Twitter tras la visita. “Luché por contener las lágrimas cuando una niña de 13 años sollozaba incontrolablemente explicando a través de un traductor lo aterrorizada que estaba por haber sido separada de su abuela y sin sus padres”, continuó el senador demócrata.
Mayorkas también ha sido atacado por el acceso de los medios de comunicación a las instalaciones fronterizas, en lo que dijo que la administración estaba “trabajando”.
“Estamos enfocados en nuestras operaciones, en sacar a los niños de esas atestadas estaciones de la Patrulla Fronteriza a las instalaciones de Salud y Servicios Humanos que pueden albergarlos mejor. Y también estamos trabajando para brindar acceso para que el público estadounidense pueda de una manera segura, sin poner en peligro nuestras operaciones, ver lo que está pasando”, señaló el abogado cubanoestadounidense.
Biden parecía ir bien encaminado respecto al tema migratorio. El mandatario demócrata emitió cinco órdenes ejecutivas de inmigración en el día de su inauguración y prometió una política mucho más humana y acogedora que la de Trump. En la misma línea, su administración empezó a permitir la entrada de menores no acompañados al país.
Ahora, Biden lucha por contener el mayor aumento en 20 años, cuando el país ha recibido a cerca de dos millones de migrantes en lo que va del año. Así, la inmigración se convirtió -junto con la lucha contra el coronavirus- en uno de los desafíos más urgentes del gobierno.
Además de su potencial efecto en las próximas elecciones y la forma en que amenaza la agenda del mandatario, esta nueva crisis también podría eclipsar las recientes victorias políticas de Biden al aprobar el paquete de US$ 1,9 billones de ayuda para el coronavirus y los rápidos avances en los esfuerzos de vacunación.
Entre las medidas que tomó el equipo del mandatario, la administración permitió la entrada de menores no acompañados al país, lo que aumentó el flujo de migrantes. Ahora hay más de 10.000 niños migrantes no acompañados bajo el cuidado del Departamento de Salud y Servicios Humanos, y 5.000 más bajo el cuidado de Aduanas y Protección Fronteriza, según cifras obtenidas por The Washington Post.
En una entrevista en ABC News la semana pasada, Biden reiteró el llamado de su administración a que los migrantes se quedaran en sus casas. “Puedo decir con bastante claridad: no vengas”, dijo el mandatario demócrata. “No abandones tu pueblo, ciudad o comunidad”, agregó.
Parece contradictorio que el sucesor de Trump haya tomado medidas para facilitar la inmigración y ahora esté tratando de frenarla. Sin embargo, aunque Biden quería revertir algunas de las políticas de Trump lo antes posible, no estaba en condiciones de recibir a un flujo de migrantes como el actual. Algunos de sus aliados incluso pensaban que usaría la crisis del coronavirus para ganar tiempo y poder implementar un plan de inmigración más sólido.
Sin embargo, no fue así. Los últimos datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza muestran que los agentes hicieron casi 100 mil detenciones en lo que va de marzo, que podría convertirse en el total más alto en un mes desde 2006. El 10 de marzo, los agentes detuvieron a más de 6.200 personas.
El jueves, el gobierno estadounidense y México llegaron a un acuerdo, que consistía en que Estados Unidos suministrará a México dosis excesivas de la vacuna de AstraZeneca, y el gobierno mexicano se comprometió a ayudar a Estados Unidos a contener el aumento de la migración, incluida la recuperación de las familias centroamericanas expulsadas del país. Además, las autoridades mexicanas anunciaron el cierre de la frontera sur del país para los viajes no esenciales.
Este acuerdo es uno de los primeros pasos que ha tomado la administración para frenar la llegada de más migrantes. Sin embargo, los desafíos más importantes para el gobierno en este minuto son sacar a los niños migrantes del cuidado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y ponerlos con familiares o patrocinadores en Estados Unidos.
Más de 500 niños y adolescentes llegan todos los días sin sus padres, según las últimas cifras del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“Establecimos tres nuevas instalaciones la semana pasada, estamos trabajando en el sistema las 24 horas del día, los siete días de la semana” dijo Mayorkas en el programa State of the Union de CNN. Cuando la conductora presionó al secretario de Seguridad Nacional para que entregara un cronograma, Mayorkas se negó a dar detalles y dijo que sería “lo antes posible”, argumentando que la pandemia había complicado sus esfuerzos.
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