Nuevo brote en Harbin amenaza la recuperación de China

Matrimonios, funerales, espectáculos y conferencias están prohibidos, y quienes estén contagiados de Covid-19 o hayan estado en contacto con algún infectado deberán quedarse en sus casas con vigilancia las 24 horas del día.

La ciudad de Harbin, en el extremo norte de China, reforzó sus medidas restrictivas esta semana luego de registrar un brote de 52 casos, lo que generó preocupación ante la posibilidad de una nueva propagación del coronavirus en el país, que con 82.798 contagios y 4.632 muertes, parecía tener la situación bajo control.

Mientras China anunciaba este jueves que solo quedaban dos pacientes críticos en Wuhan, las autoridades en Harbin prohibieron la entrada a complejos residenciales para cualquier persona, excepto los residentes, y limitaron el movimiento de sus casi 11 millones de habitantes. Los cuatro distritos donde se concentró el nuevo brote fueron puestos en cuarentena total por las próximas dos semanas.

En un principio se pensó que los nuevos contagios podían ser resultado de la reinfección de Rusia. Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang, siempre ha tenido una estrecha relación con su vecino del norte. No solo tiene un número importante de población rusa, sino que ha mantenido vuelos entre Rusia y China durante la pandemia.

Sin embargo, en las últimas semanas se cerraron todos los cruces fronterizos terrestres ante el temor de una nueva propagación importada de sus vecinos rusos, que tardaron en tomar medidas de confinamiento y han realizado pocos tests en relación al resto de los países de la región.

Más de 70 casos han sido confirmados en la ciudad y más de cuatro mil personas han sido testeadas luego de que el virus fuera importado por un estudiante que llegó de Nueva York, según reportan medios locales. El joven de 22 años dio negativo a la prueba que le tomaron durante la cuarentena preventiva, pero dos tests más recientes mostraron que tenía anticuerpos contra el coronavirus, lo que indicaba que había estado infectado anteriormente.

El gobierno local publicó un instructivo el miércoles con medidas para evitar una mayor propagación en Harbin.

Antes de entrar a cualquier instalación pública o complejo residencial, los ciudadanos deben usar una aplicación de salud aprobada por el gobierno para demostrar que no están contagiados, además de tomarse la temperatura y usar mascarilla.

Asimismo, se deben seguir estrictas medidas de distanciamiento social, por lo que matrimonios, funerales, espectáculos y conferencias están prohibidos.

Se instalaron puntos de control en el aeropuerto y estaciones de trenes para testear a los ciudadanos con pasaporte chino que vengan de afuera, quienes deberán cumplir además una cuarentena preventiva de 28 días. Esta se divide en dos períodos: las primeras dos semanas en un centro designado por las autoridades y el tiempo restante en el lugar de residencia del viajero.

Todos los casos confirmados, sospechosos y asintomáticos -así como quienes hayan estado en contacto con ellos- son puestos en cuarentena estricta. Además, todos sus vecinos deben estar aislados en sus casas durante dos semanas con vigilancia las 24 horas del día.

Cualquier persona que esté cumpliendo la cuarentena en su domicilio debe pasar dos pruebas de diagnóstico y una de anticuerpos antes de poder salir.

Además, las autoridades ofrecieron una recompensa de cerca de US$ 300 para quienes informen de individuos que hayan llegado a la ciudad sin registrarse ni cumplir las medidas.

Hasta el momento, la provincia de Heilongjiang ha reportado 540 casos de transmisión local y 385 casos importados. Además de Harbin, la ciudad de Mudanjiang tiene dos contagiados.

El nuevo brote en Harbin da cuenta de la fragilidad de la victoria de China sobre el coronavirus. Incluso con la vuelta a una relativa normalidad en la provincia de Hubei, siempre está la posibilidad de volver al confinamiento.