El Papa en África: el clero se está "momificando"

El Papa Francisco aseguró hoy que la Iglesia Católica no sabe a veces cómo insertarse en los nuevos escenarios y que en ocasiones el clero se va "momificando", durante el encuentro que mantuvo con religiosos en la Catedral de la Inmaculada en Maputo, Mozambique.

"Queridos hermanos y hermanas, nos guste o no, estamos llamados a enfrentar la realidad tal como es. Los tiempos cambian y debemos reconocer que a menudo no sabemos cómo insertarnos en los nuevos escenarios", dijo el Papa en portugués ante cerca de 2.000 religiosos. "Olvidamos", aseveró , "que la Tierra Prometida está adelante y no atrás, y en ese lamento por los tiempos pasados, nos vamos petrificando".

"Nos momificamos y no es bueno que un obispo o un sacerdote en vez de profesar la Buena Nueva anuncie una cosa gris que no enciende el corazón de nadie", agregó.

En Mozambique, los cristianos son cerca el 47 % de la población, y los católicos representan el 28%, con un aumento progresivo de fieles protestantes.

Francisco invitó al clero del país a no caer en "cierta mundanidad espiritual", "por la fascinación de mil propuestas de consumo que no nos podemos quitar de encima para caminar, libres, por los senderos que nos llevan al amor de nuestros hermanos".

Al referirse a la guerra civil que durante años se vivió en el país, los exhortó a estar siempre dispuestos a "visitar", a acortar las distancias entre todos. "No puede ser parte del problema de las competencias, menosprecios y divisiones de unos con otros, sino puerta de solución, espacio donde sea posible el respeto, el intercambio y el diálogo", subrayó.

Se espera que el Papa llegue este viernes a Madagascar, en una visita de relevancia global que algunos jóvenes ven como una oportunidad única para romper estereotipos y promover, al fin, un futuro mejor.

"Francisco Superstar", como llama un diario local al Pontífice en alusión a su popularidad en ese país, estará del 6 al 8 de septiembre en Madagascar, un país entre los 20 más pobres del mundo y donde los católicos representan el 36%.

Con el 75% de sus alrededor de 25 millones de habitantes viviendo con menos de dos dólares al día, el viaje del Papa Francisco simboliza para muchos el escaparate al mundo de un Madagascar mejor y más unido, sin etiquetas.