Papa Francisco abre reunión extraordinaria con cardenales en medio de rumores de posible dimisión
La cita inaugurada ayer en el Vaticano y que se extiende hasta hoy tiene por objeto debatir sobre la Constitución Apostólica que entró en vigor el 5 de junio, relativa a la reforma de la Curia Romana, pero también abrir una discusión sobre el futuro de la Iglesia católica.
Tras el consistorio público ordinario para la creación de 20 nuevos cardenales del sábado, el Papa Francisco abrió ayer la reunión extraordinaria de dos días donde más de 190 purpurados debatirán sobre la Constitución Apostólica que entró en vigor el 5 de junio, relativa a la reforma de la Curia Romana, así como sobre el futuro de la Iglesia católica. El consistorio a puertas cerradas se da justo en medio de los rumores sobre la eventual dimisión del pontífice a raíz de sus problemas de salud.
El Papa abrió ayer, con un pequeño discurso introductorio en el Aula del Sínodo del Vaticano, el encuentro privado que mantendrá con los purpurados para abrir a la discusión la nueva Constitución apostólica “Praedicate Evangelium”, que reemplazó a la “Pastor Bonus”, promulgada por Juan Pablo II en 1988.
La nueva Carta Magna es la gran reforma del pontífice argentino y para la que se han necesitado casi nueve años de trabajo y que ha sufrido algunas reticencias por parte de miembros de la Iglesia. “Praedicate Evangelium”, que cambia totalmente el organigrama de la Curia romana -la administración de la Iglesia-, da una dirección “más misionera” y abre a la puerta a una mayor presencia de laicos y mujeres.
Prueba de ello, apunta el diario español El Mundo, es la creación del gran dicasterio (ministerio) para la Evangelización, en el que se engloba la Congregación para la Evangelización de los pueblos y el Pontificio consejo para la nueva evangelización. Será presidido directamente por el Papa y, además, se sitúa como el principal en el organigrama de la administración vaticana, mientras que hasta ahora era el de la Doctrina de la Fe.
“Se trata de un consistorio que, a mi juicio, tiene un triple objetivo muy concreto. El primero, estudiar la ‘Praedicate Evangelium’, para aplicarla en sus respectivas curias diocesanas, no sólo en la Curia Romana. El segundo, definir bien la figura del Papa emérito o, como le gusta decir a Francisco, el obispo emérito de Roma. Y el tercero: ver, en concreto, cómo la sinodalidad puede escalar hasta la cúpula de la Iglesia, hasta el mismísimo colegio cardenalicio”, explica a La Tercera el vaticanista español José Manuel Vidal.
“Si toda la Iglesia va a ser sinodal (como pretende Francisco con el actual Sínodo), el colegio cardenalicio no puede quedar al margen de esa dinámica. Veremos pronto cardenales laicos o, incluso, alguna mujer cardenal. O eso espero”, agrega.
El último encuentro similar se celebró en febrero de 2014, cuando el Para Francisco convocó a los cardenales para preparar el sínodo sobre la familia. Entonces participaron 183 purpurados, y esta vez asistirán 197 de los 226 que forman el Colegio Cardenalicio, según informó Vatican News.
En estos nueve años de pontificado, el Papa Francisco ha convocado ocho consistorios en los que ha creado 121 nuevos cardenales. De ellos, 83 son electores -de un total de 132 que actualmente tienen esa calidad- y no se conocen. “Si este consistorio preparatorio es un ensayo de su relevo solo él lo sabe”, apuntó el diario español ABC.
Al respecto, Vidal sostiene que “es evidente que Francisco está conformando un colegio cardenalicio a su imagen y semejanza, pero, sobre todo, mirando a la puesta en marcha y al mantenimiento de una Iglesia en salida. Quiere evitar un nuevo pendulazo o una nueva involución, como la vivida con Juan Pablo II. Y hay una ley eclesiástica no escrita que juega a su favor: que los ciclos en la institución son suficientemente largos, para que sus reformas cuajen”.
El inicio de este consistorio extraordinario se da un día después de la simbólica visita del Papa Francisco a la ciudad italiana de L’Aquila, donde se convirtió en el primer pontífice, desde el siglo XIII, en abrir la Puerta Santa de Celestino V en la Basílica de Santa María di Collemaggio. La última vez había sido hace 728 años.
En junio, tras la confirmación de la visita del Pontífice a L’Aquila, comenzaron a surgir rumores de una posible dimisión, ya que el Papa Celestino V fue el primer Papa de la historia en renunciar al pontificado, el 13 de diciembre de 1294. Además, cuando Benedicto XVI se convirtió en el primer Papa en dejar el cargo en casi 600 años en 2013, los observadores del Vaticano recordaron que había visitado la tumba de Celestino V años antes.
En su visita del domingo a L’Aquila, Francisco, tras rezar en silencio ante la tumba de Celestino V, dijo que, al renunciar al poder, este demostró la fuerza que proviene de la humildad. “A los ojos de los hombres, los humildes son vistos como débiles y perdedores, pero en realidad son los verdaderos ganadores, porque son los únicos que confían plenamente en el Señor y conocen su voluntad”, dijo el Pontífice.
Pero el teólogo y director del portal Religión Digital descarta que la dimisión del Papa Francisco esté próxima. “El Papa no está preparando su salida… todavía. Como él mismo dijo, ésa es una puerta que siempre estará abierta, sobre todo después de la histórica renuncia de Benedicto XVI, pero no la va a cruzar por ahora”, afirma Vidal. “Tiene que terminar sus reformas o, al menos, dejarlas empistadas. Creo que está pensando en un plazo de cuatro o cinco años. Lo de la eventual renuncia es, fundamentalmente, ruido mediático de los círculos rigoristas y de los que quisieran que se fuese cuanto antes”, concluyó.
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