Papa Francisco continúa “satisfactoria” recuperación en hospital tras operación al colon
El pontífice, de 84 años, sigue comiendo de forma habitual tras la intervención del domingo, en la que se extirpó la parte izquierda de su colon.
La recuperación del papa Francisco tras una cirugía intestinal sigue siendo “corriente y satisfactoria”, según indicó el miércoles el Vaticano. Las últimas pruebas que se hicieron al pontífice antes de la operación habían mostrado un “grave” estrechamiento del colon, añadió la institución.
El pontífice, de 84 años, sigue comiendo de forma habitual tras la intervención del domingo, en la que se extirpó la parte izquierda de su colon, dijo el vocero vaticano Matteo Bruni.
Las últimas revisiones del tejido afectado, señaló, “confirmaron una grave estenosis diverticular con signos de diverticulitis esclerosa”, o un endurecimiento de las bolsas que en ocasiones se forman en el interior del intestino.
Francisco pasó por una intervención de tres horas el domingo por lo que el Vaticano describió como un estrechamiento del intestino grueso. Se esperaba que, si no había complicaciones, permaneciera el resto de la semana en la Policlínica Gemelli de Roma, que tiene una habitación especial reservada a los papas.
Entre los que enviaron sus buenos deseos al papa estaba el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que es católico y ha citado a Francisco en el pasado. El mandatario “le desea una pronta recuperación”, según indicó el martes en una conferencia la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Bruni dijo que Francisco agradecía todas las oraciones en su nombre.
“El papa Francisco está conmovido por los muchos mensajes y el afecto recibidos en estos días, y expresa su agradecimiento por la cercanía y la oración”, señaló.
Francisco ha tenido una salud relativamente buena, aunque en su juventud perdió la parte superior de un pulmón por una infección. También sufre ciática, que le hace caminar con una visible cojera.
El Vaticano ha seguido operando con normalidad en su ausencia, aunque julio es un mes en el que el papa suele cancelar sus audiencias públicas y privadas. El miércoles, por ejemplo, no se celebró la audiencia general semanal, aunque ya se había anunciado con anterioridad la suspensión durante un mes de la lección semanal de catecismo que ofrece el papa.
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