¿Qué pasó con James, el gato de Julian Assange que lo acompañó mientras estaba en la embajada de Ecuador en Londres?

A mediados del 2016 los hijos de Julian Assange le regalaron un gato para que lo acompañara durante su asilo en la embajada de Ecuador en Reino Unido. El Gato de la Embajada, James o Cat-stro -llamado así luego de la muerte de Fidel Castro en 2016-, eran algunos de los nombres que se llevaba el felino.

Fue el compañero del creador de Wikileaks en ese cuarto de la embajada donde pasaban mucho tiempo juntos.

Era muy habitual también que el felino se asomara por las ventanas de la embajada, siempre con una elegante corbata de collar.

Sin embargo, ayer su amigo humano, Assange, fue detenido por la policía británica luego de que Ecuador le quitara el asilo diplomático por "violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolos de convivencia".

Desde Estados Unidos habían solicitado el arresto del activista australiano acusándolo de conspiración por la revelación de más de 70 mil documentos privados del ejército estadounidense.

Luego de esta intervención policial, la pregunta es ¿qué paso con James, el compañero gatuno de Julian Assange?

El felino está a salvo. Eso es seguro. Según el canciller ecuatoriano José Valencia, señaló que el gato se encuentra con familiares del australiano desde finales del año pasado.

Carlos Poveda, uno de los abogados de Assange dijo para Reuters que "Por lo menos el gato se salvó. Sí fue entregado, no sé si a un amigo pero salió ya de la embajada, posiblemente semanas antes" de que se terminara el asilo.

Según un reporte del periódico italiano Repubblica, indicó en noviembre del 2018 que James ya no estaba en el cuarto de la embajada. El autor, quien visitó a Assange para el reportaje, indicó que Assange prefirió "ahorrarle al gato un aislamiento que se ha vuelto insoportable y permitirle una vida más saludable".

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