Poca participación marca la primera jornada del referéndum que puede perpetuar al presidente de Egipto hasta 2030

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Foto: Reuters

El Parlamento aprobó esta misma semana una batería de enmiendas constitucionales que, entre otras cosas, confieren al mandatario más prerrogativas y más control sobre el poder judicial, dan más atribuciones a las Fuerzas Armadas como protectoras de la democracia, entre otras.


Movidos por las canciones patrióticas, el transporte gratuito y los refrescos ofrecidos por grupos favorables al presidente Abdelfatah al Sisi, los egipcios empezaron hoy a votar en el referéndum constitucional de tres días que podría perpetuar al gobernante en el poder hasta 2030.

Fotografías de Al Sisi y música a todo volumen, así como grandes carteles instando a votar "Sí" frente a la intimidatoria presencia de numerosos militares y policías, marcan el ambiente a las puertas de los colegios electorales y sus calles aledañas en esta primera jornada electoral en El Cairo.

Decenas de personas ya se agolpaban a las puertas del Colegio Nacional Al Zamalek, en el barrio cairota del mismo nombre, antes de la apertura de las mesas electorales a las 09.00 de la mañana hora local (03.00 horas en Chile), que en el transcurso de la mañana han visto cómo la afluencia de votantes era escasa, según constató EFE.

En el Colegio Nacional no todos eran residentes de la zona, sino que venían de otras áreas más humildes de la capital.

Tampoco todos conocían las enmiendas constitucionales, como Safá Ramadan, una empleada de hogar de mediana edad que acudió a votar porque le han dicho que "es algo bueno".

En el patio del colegio, hombres y jóvenes se empujaban impacientes para depositar la papeleta, como si de ello dependiera su salario de hoy.

Un adolescente dijo a EFE que acudía "en contra de su voluntad" y que no sabía de política ni de las enmiendas, pero no quiso revelar por qué razón participaba, bajo la mirada atenta de militares, policías y algunos agentes de la Seguridad Nacional de paisano.

Samir, trabajador de un hotel de lujo cercano, acudió a votar al concluir su turno de noche y consideró que sería necesario un nuevo referéndum para permitir a Al Sisi optar a un nuevo mandato en 2024, y que en estos "momentos difíciles" los egipcios tienen que estar de acuerdo en torno a su presidente.

El Parlamento aprobó esta misma semana una batería de enmiendas constitucionales que, entre otras cosas, confieren al presidente más prerrogativas y más control sobre el poder judicial, dan más atribuciones a las Fuerzas Armadas como protectoras de la democracia y el Estado civil en Egipto e instauran de nuevo el Senado. 

"He venido a votar por las enmiendas constitucionales, para que hagan algo bueno para nosotros, para que nos suban la pensión", aseguró con entusiasmo Sabra Abdelhamid, una anciana que acudió a votar con su nieto y un grupo de personas transportadas en una furgoneta en el barrio de clase media de Aguza, en la orilla occidental del río Nilo.

Al igual que la mujer, muchas personas mayores necesitan ayuda para poder votar porque no saben leer ni escribir, y la encargada de la mesa electoral, la jueza Suzanne al Raba, les ofrece ayuda para señalar la respuesta que desean.

La jueza es la única de la mesa electoral que puede intervenir para ayudar a votar a electores que se muestran confundidos ante la papeleta, en la que tienen que marcar el recuadro "Estoy de acuerdo" o "No estoy de acuerdo". Ella les pregunta de forma sencilla si quieren votar "Sí" o "No" a las enmiendas.

La campaña a favor de la reforma constitucional, que dio comienzo en las calles de El Cairo mucho antes de que esta fuera aprobada por el Parlamento el pasado día 16, pedía el "Sí" de los egipcios.

La oposición se decantó por pedir el voto por el "No", en lugar que llamar al boicot de la consulta, aunque ninguno de los entrevistados por Efe admitió haber votado en contra de las enmiendas.

Asimismo, los debilitados partidos opositores renunciaron a hacer campaña en las calles y se han limitado a las redes sociales, tras arrestos de algunos militantes en los últimos meses.

Activistas consultados por EFE aseguraron que votarán "No", pero que no harán ninguna otra actividad porque "es demasiado peligroso" en estos momentos.

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