Pompeo durante visita en Arabia Saudita pide que todos los responsables de la muerte de Khashoggi "rindan cuentas"

Jamal Khashoggi
Jamal Khashoggi el 15 de diciembre. AFP

El secretario de Estado de EE.UU. se reunirá con el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán en una etapa sensible luego de la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi.


El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo llegó este domingo a Riad, etapa sensible de su gira, en la que pedirá al príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, que todos los responsables de  la muerte del periodista Jamal Khashoggi "rindan cuentas".

Adel al Jubeir, ministro de Estado para Relaciones Exteriores y el príncipe  Jaled ben Salmán, embajador de Arabia Saudita ante Washington, saludaron en el  aeropuerto al funcionario estadounidense, que tiene previsto reunirse durante  su visita con el príncipe heredero de la Arabia Saudita. Mantuvo una primera  reunión con los dos altos funcionarios saudíes en el aeropuerto.

"Vamos a seguir discutiendo con el príncipe heredero y los sauditas para  lograr que todos rindan cuentas en relación a la muerte de Jamal Khashoggi", declaró Pompeo durante una conferencia de prensa en Doha antes de viajar a  Arabia Saudita en el marco de una extensa gira por Oriente Medio.

Pompeo explicó que quería asegurarse de que Washington "dispone de todos  los detalles" sobre el asesinato del periodista saudita, el 2 de octubre en el  consulado de su país en Estambul. Y que los autores "sean tomados por  responsables, por los sauditas pero también por Estados Unidos".

El juicio de 11 sospechosos comenzó el 3 de enero en Arabia Saudita y el fiscal general pidió la pena de muerte para cinco de ellos. La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, sancionó por su parte a 17  responsable sauditas.

Más de tres meses después, el cuerpo de Khashoggi, periodista crítico con el poder de su país, que colaboraba con el Washington Post, aún no ha sido hallado y quedan algunas interrogantes, como la identidad del o de los que ordenaron esta operación perpetrada por un comando de 15 agentes sauditas.

Bajo presión, las autoridades del reino terminaron por admitir que el  periodista había sido drogado y que había muerto de sobredosis, antes de que su  cuerpo fuera desmembrado en el interior del consulado. En cambio, desvincularon  del caso al poderoso príncipe heredero.

Este caso afectó a las relaciones entre Estados Unidos y el reino saudita, pilar tradicional de las alianzas regionales de Washington, en un momento en el que la administración Trump intenta construir una sólida "coalición" contra el  enemigo común, el Irán chiita.

Aunque el Senado estadounidense atribuyera claramente al príncipe heredero  la responsabilidad del asesinato, Trump afirmó que quería conservar la relación  estratégica con el reino.

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Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo junto Adel al Jubeir, ministro de Estado para Relaciones Exteriores. Reuters[/caption]

Llamado a la unidad

En Catar, donde se reunió con el emir, jeque Tamim bin Hamad Al- hani,  Pompeo también intentó impulsar la reconciliación entre los países vecinos, sin  signos de apertura en esta etapa después de un año y medio de crisis que socava  la política estadounidense en la región, y paraliza al Consejo de Cooperación  del Golfo (CCG).

"Hoy he señalado la importancia de la unidad entre los miembros del CCG. El  presidente Trump y yo mismo pensamos que la disputa duró demasiado", insistió  el jefe de la diplomacia estadounidense durante una conferencia de prensa con  su homólogo catarí, jeque Mohamed bin Abderrahman al Thani.

En El Cairo, el jueves, ya había exhortado a los países de la región a "superar las viejas rivalidades", en un discurso sobre la estrategia de Estados Unidos en Oriente Medio.

Arabia Saudita, Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto rompieron  relaciones diplomáticas con Catar en junio de 2017, imponiéndole un bloqueo, en  razón de los presuntos vínculos entre Doha y los grupos islamistas radicales y, precisamente, el Irán chiita, enemigo común de otros países sunitas de la  región. Catar rechaza categóricamente apoyar a movimientos extremistas.

Para Washington, pasar página en esta crisis es indispensable para lograr su Alianza Estratégica en Oriente Medio, una especie de OTAN árabe destinada a unir a sus aliados del Golfo y a Egipto y Jordania contra Teherán.

Aunque "es complicado de implementar", reconoció el sábado en Abu Dabi el  jefe de la diplomacia estadounidense. "Se trata de un acuerdo complejo entre  varias naciones, a las que se les pide importantes compromisos, pero creo que  es posible avanzar", señaló.

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