¿Por qué una ciudad francesa decidió prohibir a la gente quedarse parada en las calles del centro?: arriesgan multa de 35 euros
También está prohibido “sentarse o acostarse cuando esto constituya un obstáculo para el tránsito de peatones”. La medida ha generado polémica en la ciudad de Angoulême.
La ciudad de Angoulême, en el oeste de Francia, publicó una ordenanza municipal que prohíbe sentarse, acostarse o permanecer de pie en las calles del centro. El decreto considera estas “ocupaciones abusivas” del espacio público, que pueden ser sancionadas con una multa de 35 euros.
“Toda ocupación abusiva y prolongada de las calles y demás espacios públicos por personas solas o en grupos, estacionarias o con poco movimiento, que no estén en tránsito y que generen molestias (ruidos, daños, amenazas, etc.) que perturben la paz y la tranquilidad para transeúntes o residentes está prohibido”, dice el decreto, consultado por France Info.
Según el texto, también está prohibido “sentarse o acostarse cuando constituya un obstáculo para la circulación de peatones y el acceso a los edificios, así como ponerse de pie cuando dificulte la circulación de las personas, el paso o la seguridad en las vías y espacios públicos”.
El vicealcalde de la ciudad, Jean-Philippe Pousset, uno de los firmantes del decreto, dice que los grupos de pie en el centro de la ciudad son una molestia frecuente para los residentes. “Es habitual la presencia en determinadas calles, plazas, lugares públicos y vías privadas abiertas al tránsito público de grupos que presenten conductas perturbadoras, provocadoras u obstructivas”.
Según Pousset, las personas a menudo están bajo la “influencia del alcohol” e interfieren con la libre circulación de los peatones.
La ciudad de poco más de 50 mil habitantes es mundialmente conocida por albergar un importante Festival del Cómic y atrae turistas durante todo el año a su centro histórico, construido en una ciudad medieval sobre una colina a orillas del río Charente.
Disturbios frecuentes
Para el vicealcalde, el objetivo del decreto es claro: “Es un decreto que gestiona la ocupación pacífica del espacio público”, explicó a la radio France Bleu La Rochelle. “Hay 200 de ellos en Angoulême y causan mucha delincuencia: beben a pesar de que hay un decreto contra el alcohol, a menudo tienen perros y son violentos”.
Pousset es categórico. “Esta ley es una forma de decir: muévete o vete, o compórtate diferente”.
“No es un decreto contra la mendicidad”, insiste el vicealcalde. “Que alguien mendigue sin perturbar el espacio público no es problema. Una persona tirada en medio de una calle peatonal, sí”.
La oposición de izquierda denunció el decreto. El dirigente local Raphaël Manzanas dijo que se trata de “un ataque a la libertad de circulación. Pedir 35 euros a la gente que pide limosna es un mal truco publicitario para Angoulême”, dijo a Le Parisien.
Pousset promete manejar cada situación “con delicadeza”. Próximamente se impartirá un período de formación acompañado de “casos prácticos” dentro de la policía municipal, detalló el vicealcalde.
Cualquier persona sorprendida de pie en estas áreas puede ser sancionada con una multa de 35 euros. Una reincidencia puede costar 150 euros.
El texto fue publicado el pasado 11 de julio, luego de una serie de protestas que tuvo lugar en la ciudad para denunciar la violencia policial.
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