Portugal prohibirá el acceso de inmigrantes sin papeles a la salud pública

Este jueves, el Congreso portugués aprobó una ley que prohibirá el acceso gratuito al Sistema Nacional de Salud, a aquellos inmigrantes sin papeles y a los extranjeros no residentes en el país. Esto, con los votos de los dos partidos que componen la conservadora Alianza Democrática, además de Chega, el partido de ultraderecha liderado por André Ventura.

Desde el Partido Social Demócrata, la principal fuerza de gobierno, el diputado Miguel Guimarães indicó que la propuesta pretende “corregir el grave error del anterior gobierno del Partido Socialista que, hace cinco años, impuso una Ley de Bases de Salud donde decidió de forma irresponsable prometer el acceso gratuito al Sistema Nacional de Salud a todos los ciudadanos del mundo”.

La propuesta, aseguró el congresista, no afectará a los inmigrantes ya regularizados, sino a aquellos que realizarían un “uso abusivo de los servicios de salud”. Así, la única manera en que los inmigrantes irregulares puedan acceder a la salud pública es en caso de urgencia médica.

Instaurado en 2024, luego de años de administración socialista, el actual gobierno del primer ministro Luís Montenegro está más a la derecha, y ha tenido presiones para incluir a la extrema derecha en su gabinete. De momento, las propuestas que se habían aprobado estos últimos meses no habían sido muy significativas, y los Presupuestos del Estado para 2025 habían sido aprobados con la abstención del PS y votos en contra de Chega.

Sin embargo, la modificación de la ley de salud, que fue la que hoy prohíbe el acceso de salud a inmigrantes irregulares, fue anunciada por sorpresa, y se negoció entre el gobierno y Chega. Fundado en 2019 por André Ventura, este último partido logró endurecer la propuesta inicial, incluyendo en el proyecto la obligatoriedad de pagar para acceder al Sistema Nacional de Salud para los apátridas y solicitantes de asilo.

En un discurso relativo a este proyecto, Ventura señaló: “Extranjeros de países con ingresos superiores a los nuestros se desplazan mensualmente a Portugal para tener tratamientos para la sífilis o la diabetes. Si no hay para los nuestros, no habrá para nadie”.

De momento, no se sabe cuánto impactaría esta ley en cuanto a la cantidad de extranjeros que ya no podrían acceder al sistema de salud portugués. Por su parte, la principal fuerza de oposición, el PS, pidió que se monitorice lo que vaya ocurriendo, para obtener datos sobre el uso del sistema.

Asimismo, la diputada socialista Mariana Vieira da Silva señaló que es posible que se cometan abusos, e incluso ofreció colaboración para combatir fraudes, pero criticó el proyecto de ley. Incluso, en el partido opositor hay sectores que están estudiando declarar el proyecto inconstitucional.

Hasta el momento, en general Portugal era un país conocido por ser una de las naciones europeas más abiertas a la llegada de inmigrantes. Esto se intensificó con una ley de 2017 impulsada por el gobierno del premier socialista António Costa, que permitía la regularización de personas sin permiso de trabajo sino con la simple presentación de una declaración de interés.

Luego del cambio de administración en abril de este año, las políticas de migración comenzaron a cambiar en Portugal. El primer ministro, Luís Montenegro, defendió las acciones de su gobierno indicando que lo que buscaba era “acabar con algunos mecanismos que se han transformado en un abuso excesivo de nuestra capacidad para acoger inmigrantes”.

Una nueva norma migratoria, que tendrá que aprobarse prontamente por la presidencia, da prioridad a los ciudadanos de países lusófonos para poder ingresar a Portugal, además de perfiles seleccionados por el gobierno para atraer mano de obra y estudiantes extranjeros al país.

Este Plan de Acción para las Migraciones también contempla la creación de un permiso especial de residencia para lo que tenga que ver con inversiones sociales en infraestructuras de acogida y proyectos de integración de inmigrantes: algo similar a lo que antes se conocía como “golden visa”, que facilitaba la residencia en Portugal a cambio de compras inmobiliarias.