Profesores y médicos acorralan al gobierno de Honduras
Las protestas contra el Presidente Hernández han provocado tres muertos y altos niveles de violencia.
"¡Fuera JOH!", "¡Fuera JOH!", son los gritos que miles de hondureños han lanzado desde abril contra el Presidente Juan Orlando Hernández, después de que el gobierno aprobara dos decretos en el sector de salud y educación que los gremios de médicos y de profesores sostienen que son un intento de "privatizar" esos servicios. Esto ha desencadenado una crisis social y una enorme presión para que el mandatario deje su cargo.
Tras las elecciones presidenciales de 2017, el clima de tensión se instaló en Honduras tras la reelección del Presidente Hernández (42,9% de los votos). Sin embargo, la victoria no fue el problema, sino que el cambio en la legislación para permitir su reelección, respaldada por la Corte Suprema. En 2009, el expresidente Manuel Zelaya debió dejar el poder tras un golpe de Estado debido al "fantasma de la reelección".
A la acusación de "falta de legitimidad e inconstitucionalidad" de la oposición por la reelección de Hernández, se sumó una denuncia de corrupción contra el mandatario después de que su hermano, Juan Antonio Hernández, fuera acusado por la DEA de tráfico de "toneladas de cocaína".
Según una encuesta de Cid Gallup de mayo, el 64% de los hondureños desaprueba la gestión de Hernández.
Las manifestaciones que estallaron en abril, cuando el Parlamento visó los polémicos decretos, han ido de la mano con el aumento de violencia en las calles, con bloqueos de carreteras y ataques a la propiedad pública y privada.
A pesar de la derogación de las medidas en junio pasado, al reclamo de profesores y médicos aglutinados en la Plataforma en Defensa de la Salud y la Educación, se han sumado agrupaciones estudiantiles, sectores de la Policía Nacional y transportistas, que exigen la salida del mandatario tras un "hartazgo" con los niveles de violencia, corrupción y pobreza del país, que han obligado a cientos de personas a huir en caravanas migrantes.
"El gobierno no socializó suficientemente los decretos que gatillaron una protesta social legítima de los gremios de profesores y médicos que en Honduras son muy fuertes, pero que luego derivó en actos violentos y un camino de insurrección a nivel nacional. Entre la semana pasada y esta las protestas alcanzaron el clímax en varios puntos del país", afirmó a La Tercera Edgardo Rodríguez, periodista y analista político hondureño. "Honduras es un país políticamente dividido entre los que adversan al Presidente Hernández por la reelección y otros que consideran que la ejecutoria como Mandatario ha sido acertada, pero es muy difícil, no imposible, que las protestas callejeras tumben al Presidente", agregó.
Tras los incidentes registrados durante los últimos días, que dejaron al menos 20 heridos y tres fallecidos, el gobernante y el Consejo de Defensa y Seguridad ordenó "el despliegue nacional de FF.AA., Policía, Inteligencia y órganos que dependen del Ejecutivo para garantizar el derecho a la libertad de locomoción, protección propiedad privada y pública y protección a la integridad de la población", sostuvo el Presidente Hernández mediante su cuenta personal de Twitter, que usualmente utiliza para dar instrucciones.
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