¿Qué esperar del tercer pleno?: Cúpula del PC se reúne para trazar la hoja de ruta económica de China

El presidente chino, Xi Jinping, saluda cuando llega a la ceremonia de apertura del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, el 16 de octubre de 2022. Foto: Reuters

La reunión a puertas cerradas presidida por el presidente Xi Jinping, jefe del Comité Central del partido, finalizará el jueves con un plan para exponer la dirección política de China para los próximos cinco años y más allá.


El futuro de China se dirime, como de costumbre, a puerta cerrada. Después de meses de retrasos inexplicables, el gobernante Partido Comunista de China (PCCh) inició este lunes su llamado tercer pleno, una reunión de cuatro días que se celebra aproximadamente una vez cada cinco años, que históricamente ha sido una plataforma para que los líderes de la colectividad anuncien reformas económicas y directivas políticas clave. Y en momentos de incertidumbre económica en el gigante asiático, las decisiones que adopte el régimen de Xi Jinping son esperadas con expectación.

Su Comité Central convocó la sesión plenaria, la tercera desde que sus miembros fueron elegidos durante el último congreso del partido en 2022, para deliberar sobre un documento político clave sobre la profundización de las reformas y el avance de la modernización de China.

La reunión a puertas cerradas presidida por Xi, jefe del Comité Central del partido, finalizará el jueves con un plan para exponer la dirección política de China para los próximos cinco años y más allá.

El líder chino, Xi Jinping, y el primer ministro Li Qiang, en la sesión de clausura de la Asamblea Popular Nacional celebrada en Beijing. Foto: Reuters

El tercer pleno de su XX Comité Central comenzó justo cuando China informó su tasa de crecimiento económico más lenta en abril-junio desde el primer trimestre de 2023, lastrada por una prolongada espiral descendente del sector inmobiliario y una débil demanda de consumidores cautelosos, destacó Reuters.

China, agrega CNN, está lidiando con una crisis del sector inmobiliario, una elevada deuda de los gobiernos locales y una débil demanda de los consumidores, además de una menor confianza de los inversores y una intensificación de las tensiones comerciales y tecnológicas con Estados Unidos y Europa.

Esos desafíos quedaron subrayados por sus últimos datos de crecimiento económico, que se anunciaron este lunes. El producto interno bruto de China creció un 4,7% entre los meses de abril y junio, en comparación con el año anterior.

Esto representa una desaceleración del crecimiento del 5,3% reportado para el primer trimestre y también no cumplió con las expectativas de un grupo de economistas encuestados por Reuters que habían pronosticado una expansión del 5,1% en el segundo trimestre.

En teoría, este pleno debería haberse reunido a finales de 2023, pero se ha retrasado debido principalmente a las largas investigaciones disciplinarias sobre varios miembros del Comité Central y a la incertidumbre sobre cómo responder a una recuperación post-Covid más débil de lo esperado.

Según la agencia oficial Xinhua, durante el pleno “se examinarán cuestiones relacionadas con el impulso a la profundización de las reformas y al avance de la modernización de China”.

El tercer pleno de esta semana ayudará a China a navegar mejor las complejidades de los paisajes globales, avanzar en su transformación económica y mejorar el “sentido de ganancia” del pueblo, dijeron los medios estatales citando a grupos de expertos chinos.

La gente pasa por un sitio de construcción en el Distrito Central de Negocios de Beijing, el 14 de julio de 2024. Foto: Reuters

Este pleno, en el que participarán 200 miembros del órgano de dirección del Comité Central del partido, así como 170 miembros suplentes del comité, generalmente se convoca en octubre o noviembre. En abril, las autoridades anunciaron que se celebraría en julio, sin explicar el retraso. Es la primera vez desde 1984 que el pleno no se organiza en el año siguiente al congreso quinquenal del PCCh, el último de los cuales fue en 2022, cuando el presidente Xi Jinping obtuvo un tercer mandato inédito entre sus predecesores.

“Éste es el primer tercer pleno en 11 años con la reforma económica como tema central”, dijo Hiroya Yamauchi, especialista en mercados de China y Asia de Nikko Asset Management en Tokio.

El año que viene, el gobierno necesita mejorar su plan económico quinquenal, y los dos años siguientes llevarán a Xi hacia el final de su tercer mandato. “Será difícil discutir reformas económicas importantes si no se cumple este año”, afirmó Yamauchi, citado por Nikkei Asia.

“Si bien hay muchos argumentos a favor de la reforma, es poco probable que sea un asunto particularmente emocionante”, dijo Harry Murphy Cruise, economista de Moody’s Analytics. En cambio, esperaba “un modesto ajuste de política que expanda la manufactura de alta tecnología y brinde un poco de apoyo a la vivienda y los hogares”.

El órgano oficial del Partido Comunista, The People’s Daily, también pareció reducir las expectativas la semana pasada cuando advirtió que “la reforma no se trata de cambiar de dirección y la transformación no se trata de cambiar de color”.

Clientes compran ropa en un puesto dentro de un mercado mayorista en Beijing, el 8 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

“En lugar de una gran liberalización, lo más probable es que este pleno anuncie estrategias para abordar los obstáculos económicos y mejorar la productividad, la innovación, el crecimiento económico y los niveles de vida, continuando la tradición china de reformas económicas pragmáticas y graduales”, escribió Yiping Huang, académico de la Peking University, en el sitio East Asia Forum.

En ese sentido, Neil Thomas y Jing Qian, del Center for China Analysis, señalaron en un artículo publicado por el Asia Society Policy Institute, que “las señales políticas para el pleno de este mes sugieren un fuerte énfasis en los objetivos de Xi de lograr la autosuficiencia tecnológica, abordar los riesgos financieros, racionalizar las relaciones centro-locales y mejorar el bienestar social”. “También hay indicios de que Beijing podría intentar aliviar las condiciones para las empresas privadas y los inversores extranjeros en sectores de alta tecnología, así como esfuerzos para mejorar la gobernanza interna del Partido. Además, se espera que varios funcionarios previamente despedidos pierdan sus escaños en el Comité Central”, pronosticaron.

“Sin embargo, las expectativas deberían ser modestas. Históricamente, los terceros plenos suelen ser sobrevalorados como catalizadores de un cambio transformacional y, en cambio, introducen planes que amplían los temas de políticas existentes. El tercer pleno de Xi en 2013 pareció inusualmente ambicioso y generó esperanzas de liberalización económica y política, pero su verdadera importancia fue permitir la centralización del poder por parte de Xi”, señalaron los investigadores.

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