Reino Unido vota en un “superjueves” electoral crucial para los independentistas escoceses

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Unos 48 millones de votantes están llamados a elegir 5 mil concejales de 143 asambleas regionales en Inglaterra, al alcalde de Londres y los parlamentos regionales de Gales y Escocia.


Los británicos votaban este jueves en unas elecciones complejas, las primeras tras el Brexit y el inicio de la pandemia, que son una prueba para la unidad del país si los independentistas escoceses consiguen consolidarse en el poder regional.

En una jornada apodada “superjueves” por la gran cantidad de elecciones que acumula, en su mayoría retrasadas desde el año pasado debido al coronavirus, las urnas abrieron a las 07.00 horas y cerrarán a las 22.00 horas. Pero los resultados no se conocerán hasta el viernes o el fin de semana.

“Este es un gran día”, afirmó el primer ministro Boris Johnson en un video publicado en Twitter, en el que pedía a los electores -residentes europeos incluidos en los comicios municipales- acudir a las urnas y votar por su Partido Conservador.

Unos 48 millones de votantes están llamados a elegir 5 mil concejales de 143 asambleas regionales en Inglaterra, al alcalde de Londres y los parlamentos regionales de Gales y Escocia.

En esta última, región de 5,4 millones de habitantes, los independentistas del Partido Nacionalista Escocés (SNP) de la primera ministra Nicola Sturgeon, que gobierna en minoría, esperan lograr un muy fuerte respaldo con el que impulsar su reclamo de un segundo referéndum de autodeterminación.

En el primero, en 2014, los votantes decidieron por un 55% permanecer en el Reino Unido. Entonces el gran argumento contra la separación fue que esta dejaría a Escocia fuera de la Unión Europea, pero dos años después el referéndum sobre el Brexit giró las tornas y los escoceses acabaron saliendo del bloque con el resto del país en 2020 pese a haberlo rechazado por un 62%.

Sturgeon argumenta que esto cambió la situación y, aprovechando la popularidad ganada con su buena gestión de la pandemia -que contrasta con las políticas erráticas de Johnson- espera reforzar su posición para presionar a Londres.

“Solo espero que gane el SNP, estoy totalmente a favor de Nicola Sturgeon porque creo que lo ha hecho maravillosamente durante la pandemia, creo que es muy buena para Escocia y quiero la independencia”, decía a la AFP en las calles de Glasgow Lorna Mcclure, una limpiadora de 60 años.

Pero no todo el mundo es de la misma opinión y el resultado es incierto. “Preferiría que Escocia permaneciese en el Reino Unido, así que prefiero a un partido que apoye eso y ya saben por quién no voy a votar”, afirmaba Raghav Jay, estudiante de administración de empresas de 35 años.

Pruebas a izquierda y derecha

“Realmente está en el filo de la navaja”, tuiteó Sturgeon llamando a los escoceses a votar por el SNP “si quieren (...) una primera ministra con la fuerza y la experiencia necesarias para ponerse inmediatamente a trabajar para sacar a Escocia de la crisis y llevarla hacia la recuperación”.

Si los independentistas lograsen un apoyo masivo, la presión aumentaría para Johnson, férreamente opuesto a otra consulta.

“Vamos a esperar a ver qué pasa realmente, pero creo que mucha gente en Escocia y en todo el Reino Unido siente que este no es el momento, cuando salimos juntos de una pandemia, de tener un segundo referéndum irresponsable e insensato”, dijo el primer ministro el miércoles.

Las elecciones locales serán también un test para Johnson y su Partido Conservador tras la plena entrada en vigor del Brexit, con la salida del país del mercado único europeo y la unión aduanera el pasado 1 de enero.

También es una prueba para el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, cuyo partido se enfrenta a las urnas por primera vez desde que asumió el liderazgo en abril de 2020, tras la histórica derrota de su predecesor Jeremy Corbyn en 2019.

“Hemos luchado por cada voto”, dijo el hombre que prometió volver a poner en pie a la izquierda británica, pero al que parece costarle. “Sea cual sea el resultado, asumiré la responsabilidad”, aseguró.

Los laboristas sí parecen seguros de ganar en la multiétnica y supercosmopolita Londres, donde Sadiq Khan, de origen paquistaní, primer alcalde musulmán de una capital occidental, debería imponerse a su oponente conservador, el británico de origen jamaicano Shaun Bailey.

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