Revés en Parlamento deja a un inestable Sánchez contra las cuerdas en España
A poco más de ocho meses de llegar al poder, el socialista enfrenta el escenario de elecciones adelantadas luego que hoy la derecha y los independentistas catalanes rechazaran su presupuesto.
En 1995, el Congreso español se opuso a las cuentas públicas del gobierno socialista de Felipe González, lo que provocó elecciones anticipadas. Al mismo escenario se enfrenta ahora su correligionario Pedro Sánchez, luego que hoy la derecha y los independentistas catalanes tumbaran su proyecto de presupuestos para 2019. Serían las terceras elecciones generales en solo tres años y medio si se decide a convocarlas Sánchez, quien lleva poco más de ocho meses en el poder y apostaba por el éxito de este presupuesto para agotar la legislatura, en 2020.
El Ejecutivo socialista, que gobierna en minoría, defendió el texto por su calado social, pero con 191 votos a favor, 158 en contra y una abstención, las enmiendas prosperaron, por lo que los primeros presupuestos presentados por Sánchez fueron rechazados.
Votaron en contra del proyecto presupuestario, por motivos diferentes, los conservadores del Partido Popular (PP), los liberales de Ciudadanos y los independentistas catalanes ERC y PDeCAT, mientras que socialistas, Unidos Podemos (izquierda) y los nacionalistas vascos los apoyaron. Así, recordó el diario El País, la mayoría que hizo posible la moción de censura contra Mariano Rajoy en junio de 2018 ha quedado rota.
Sánchez llegó al poder en junio pasado, gracias a una exitosa moción de censura contra su predecesor conservador, hundido por una sentencia judicial por corrupción contra su partido, el PP. La moción prosperó con el apoyo de la izquierda radical de Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos. El socialista tomó así las riendas del gobierno más minoritario de la democracia española, con sus 84 diputados socialistas de 350 en la Cámara Baja, sobre una base heteróclita que en las últimas semanas se le resquebrajó del lado catalán.
Tanto ERC como el PDeCAT rechazaron los presupuestos ante la negativa del gobierno de emprender la negociación sobre un referéndum de autodeterminación de Cataluña. Además, el adelanto electoral se perfila al día siguiente de que se abriera ante el Tribunal Supremo, en Madrid, el proceso contra 12 líderes separatistas catalanes por su implicación en el frustrado intento de secesión de 2017.
PP, Ciudadanos y el nuevo partido de extrema derecha Vox, en tanto, montaron en cólera con Sánchez, al conocerse que había propuesto nombrar un relator independiente para que organice y coordine un futuro diálogo entre partidos políticos en Cataluña.
"Es absolutamente inaplazable la convocatoria de elecciones generales", dijo hoy metiendo presión el líder del PP, Pablo Casado. "Hay que echar a Sánchez", abundó Albert Rivera, presidente de Ciudadanos.
Pero Sánchez esperará hasta el viernes, cuando se reúna con su consejo de ministros, para tomar su decisión sobre la fecha electoral. "Todo apunta" que se convocarán para el próximo 28 de abril, según adelantaron al diario La Vanguardia fuentes próximas al Ejecutivo. Aunque otra posibilidad es que Sánchez decida unir las elecciones generales a las locales y europeas convocadas para el 26 de mayo.
Los últimos sondeos pronostican que el PP, Ciudadanos y Vox podrían alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones. El analista Antonio Barroso, del gabinete londinense Teneo, advirtió, no obstante, que una eventual negociación entre estos partidos no sería "tan evidente como la gente piensa". Los ultraderechistas, que han ganado espacio cargando enérgicamente contra el feminismo y el separatismo catalán, "no pondrían las cosas fáciles", avisó. Y en cualquier caso, "el Parlamento que viene va a ser igualmente fragmentado" que el actual o el que tuvo que enfrentar Rajoy en su segundo mandato, lo que significa que "tendremos un problema a la hora de implementar legislación".
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