Rol de mediador de China en Medio Oriente recibe críticas por su postura frente a Irán
Algunos expertos cuestionan que Beijing no haya condenado de forma categórica el ataque del régimen de Teherán contra Israel. Algunos, incluso, sostienen que su papel “ha socavado la sensación de creciente influencia y confianza china en la región".
“¿Puede China contribuir a evitar una guerra total en Medio Oriente?”, se pregunta CNN, mientras que Foreign Policy advierte que “Beijing camina sobre una delgada línea en Medio Oriente”. Todo esto a raíz del rol diplomático que el gigante asiático puede jugar en la región tras la escalada de las tensiones entre Irán e Israel.
Desde hace un tiempo que se viene hablando del rol de mediador que China está desarrollando en Medio Oriente, en una estrategia que rivaliza con la influencia que tradicionalmente ha jugado Estados Unidos en esa parte del planeta. De hecho, en marzo de 2023, la cadena alemana Deutsche Welle hablaba de Beijing como “el nuevo mediador en Medio Oriente” luego que lograra lo impensado hasta entonces: que los archienemigos Arabia Saudita e Irán restablecieran lazos diplomáticos.
Al respecto, en abril de 2023, Raffaello Pantucci, miembro asociado sénior del Royal United Services Institute (RUSI) de Londres y de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam (RSIS) de Singapur, comentó a La Tercera: “Desde la perspectiva de China, al insertarse en el proceso de Medio Oriente entre Arabia Saudita e Irán, está demostrando que es capaz de solucionar un problema que ha desconcertado a Occidente durante algún tiempo”.
Pero después de que Irán lanzara este sábado cientos de aviones no tripulados y misiles en un ataque sin precedentes contra Israel, el rol que China puede jugar en Medio Oriente ha quedado, al menos, en entredicho.
“China pide a las partes implicadas que actúen con calma y moderación para evitar una nueva escalada”, se limitó a declarar el Ministerio de Asuntos Exteriores chino en un comunicado emitido este domingo, en el que calificaba las últimas tensiones de “desbordamiento del conflicto de Gaza”, al que debía ponerse fin lo antes posible.
Los ataques iraníes, que según Teherán fueron una represalia por el bombardeo de un edificio diplomático iraní en Damasco el 1 de abril, supusieron la primera vez que la República Islámica lanza un ataque directo contra Israel desde su suelo.
Según CNN, tras ese ataque en Siria, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, habló con el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, y con sus homólogos de Turquía y Arabia Saudita, para “dejar claro que la escalada no beneficia a nadie y que los países deben instar a Irán a no escalar”, según un portavoz del Departamento de Estado.
Pero no era la primera vez que Estados Unidos pedía a China que influyera en Irán desde que estalló la guerra entre Israel y el grupo militante palestino Hamas el pasado 7 de octubre, recuerda la cadena norteamericana. Tras los ataques de los rebeldes houtíes a la navegación comercial en el mar Rojo a finales del año pasado, las autoridades estadounidenses intentaron en repetidas ocasiones que Beijing presionara a Teherán -que se cree que entrena, financia y equipa a los houtíes- para que frenara los ataques.
Así, el último recrudecimiento de las tensiones ha vuelto a suscitar dudas sobre la influencia de China sobre Irán y sobre si Beijing está dispuesta a convertir su capital político en influencia. “Sobre el papel, China tiene un gran potencial de influencia sobre Irán”, afirmó William Figueroa, profesor adjunto de la Universidad de Groningen (Países Bajos), en declaraciones a CNN.
China ha sido el mayor socio comercial de Irán durante la última década y compra el 90% de las exportaciones de petróleo iraníes, lo que supone un salvavidas para Teherán frente a las sanciones estadounidenses. Las empresas chinas también suministran a Irán equipos de seguridad y vigilancia.
Este martes, el medio Business Insider destacó que China se ha negado a condenar el ataque de Irán a Israel, pese a que es parte de un juego de poder en Medio Oriente. “Una lectura de la llamada del ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, con su homólogo iraní, Hossein Amir-Abdollahian, el lunes, informada por los medios estatales chinos, caracterizó el ataque como un acto de autodefensa”, detalló el sitio. “La declaración fue notable porque no contenía ninguna condena del ataque de Irán contra Israel el sábado”, agrega.
Analistas citados por Business Insider creen que uno de los intereses clave de China en la región es socavar la influencia estadounidense. Beijing ha criticado la campaña de Israel, aliado de Estados Unidos, en Gaza y ha formado vínculos más estrechos con el enemigo regional de Estados Unidos, Irán, argumentan.
China también es un importante cliente del petróleo de Irán y el año pasado el líder chino Xi Jinping dijo que quería profundizar los lazos con Teherán después de reunirse con el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, en Beijing.
En este escenario, hay quienes consideran que el moderado silencio de China en el conflicto de Medio Oriente está inclinando la balanza de la influencia regional nuevamente a favor de Estados Unidos. Así lo considera Julien Barnes-Dacey, director del programa de Medio Oriente y Norte de África del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, quien el martes dijo lo siguiente en el programa “Street Signs” de CNBC: “El papel (de Beijing) ha sido menos pronunciado de lo que muchos esperaban y, de hecho, creo que ha socavado la sensación de creciente influencia y confianza china en la región”.
“Realmente, lo que hemos visto son las posiciones dominantes de Estados Unidos y los iraníes al tratar de dar forma a la dinámica y cambiar el entorno de seguridad de una manera que afecte esos mercados económicos y energéticos”, añadió.
En la misma línea, James Palmer, editor adjunto de Foreign Policy, escribió: “El conflicto ha socavado en cierto modo la credibilidad que China construyó con su exitosa diplomacia al negociar un acuerdo entre Irán y Arabia Saudita el año pasado (...) Al principio, parecía como si la guerra entre Israel y Hamas estuviera ayudando a acercar a los dos Estados rivales, pero los ataques del fin de semana ponen de relieve cuán grande sigue siendo el abismo entre ellos”.
“Aunque China busca mantener relaciones con casi todas las partes en Medio Oriente, ha causado un daño real a sus vínculos con Israel. A puertas cerradas, los diplomáticos chinos están tratando de convencer a sus homólogos israelíes de que en realidad no quieren decir lo que dicen sobre la culpabilidad de Israel y que Beijing quiere mantener los lazos bilaterales”, agrega.
Sin embargo, el diario estatal chino Global Times enfatizó este martes que “además de intercambiar opiniones con los países árabes, China también está hablando con Israel sobre el conflicto actual. Zhai Jun, enviado especial del gobierno chino para cuestiones de Medio Oriente, se reunió el lunes con la embajadora de Israel en China, Irit Ben-Abba Vitale”.
Según el medio chino, “Zhai explicó la posición de principios de China sobre el conflicto en Gaza y dijo que China está profundamente preocupada por la actual escalada de tensiones regionales y que los conflictos y el derramamiento de sangre no sirven a los intereses de nadie. Todas las partes interesadas deben ejercer la máxima calma y moderación”.
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