Rusia lucha por reconectar las líneas de suministro a Crimea después de la explosión de puente
El servicio de ferry se reinicia a través del Estrecho de Kerch, mientras que los cohetes rusos matan al menos a 17 personas en la ciudad ucraniana.
Cohetes rusos se estrellaron contra la ciudad de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, durante la madrugada del domingo, mientras Moscú se apresuraba a restaurar las conexiones de transporte con Crimea después de que una gran explosión dañara el puente que conecta la península con Rusia.
El daño al puente de casi 20 km, crítico para mover armas, municiones y otros suministros militares, tiene el potencial de perjudicar el esfuerzo de guerra de Moscú en el sur de Ucrania, donde las fuerzas rusas luchan por contener una ofensiva ucraniana.
“No hay duda de que este es un ataque terrorista destinado a destruir la infraestructura civil de importancia crítica de la Federación Rusa”, dijo el domingo el Presidente Vladimir Putin, hablando en una grabación televisada de una reunión con Alexander Bastrykin, jefe del Comité de Investigación de Rusia. “Sus conspiradores, perpetradores y autores intelectuales son los servicios de seguridad de Ucrania”, agregó Putin.
Kiev no se atribuyó la responsabilidad del ataque, aunque altos funcionarios ucranianos lo celebraron en las redes sociales.
Apuntar al puente seguiría un plan de juego que el Ejército de Ucrania ha utilizado con eficacia en los últimos meses: interrumpir las líneas de suministro traseras de las fuerzas rusas para agotar su fuerza y desmoralizarlas antes de seguir adelante con un asalto.
A medida que se intensifican los combates en el frente sur, donde Ucrania intenta desalojar a los rusos del territorio que ocuparon en las primeras semanas de la guerra, las fuerzas ucranianas han atacado una serie de centros logísticos y depósitos de municiones rusos en la zona.
El sábado, Ucrania también usó cohetes Himars para destruir un centro ferroviario utilizado por el Ejército ruso en la parte sur de la región de Donetsk, que podría haber servido como otra ruta de suministro al sur ocupado.
Usando sistemas de cohetes Himars de largo alcance suministrados por EE.UU., Ucrania ya ha desactivado la mayoría de los puentes de la región de Kherson a través del río Dnipro, que separa la ciudad de Kherson, ocupada por Rusia, y sus alrededores de otros territorios controlados por Rusia.
“Si no pueden reparar el puente y usarlo en la medida en que lo necesitan, y si cortan el puente terrestre, se puede ver que será una situación muy difícil para el reabastecimiento”, dijo Ben Hodges, un teniente general norteamericano retirado que estuvo al mando del Ejército de Estados Unidos en Europa, sobre la situación en Crimea. “No solo a las fuerzas rusas allí, sino también a las personas que viven allí”.
La logística militar rusa depende en gran medida del transporte ferroviario, y la línea ferroviaria directa crítica pasa sobre el puente dañado. “Ese ferrocarril es esencial para traer más equipo pesado o para sacarlo”, dijo Hodges.
El servicio de ferry sería menos confiable y más vulnerable a los ataques con aviones no tripulados, dijo, y el puente terrestre ruso del territorio ocupado que conecta el sur de Ucrania con la Rusia continental está cada vez más dentro del alcance de la artillería ucraniana.
El puente, inaugurado por el Presidente Vladimir Putin con bombos y platillos en 2018, también es simbólicamente importante, celebrado como un monumento al poderío del Estado ruso y su objetivo de aferrarse permanentemente al territorio ucraniano anexado.
Los funcionarios en Moscú dijeron que los enlaces de transporte a través del puente se estaban restaurando gradualmente y que se encontrarían medios alternativos para mover suministros esenciales, como los servicios de ferry.
El domingo, el Ministerio de Transporte de Rusia dijo que los trenes de carga y pasajeros de larga distancia saldrían nuevamente de Crimea y cruzarían el puente hacia Rusia. Las autoridades rusas no reportaron si los trenes comenzarían a moverse desde Rusia hacia Crimea. También se permitió que los automóviles cruzaran el puente, pero permaneció cerrado para los camiones.
Rusia también señaló que estaba reiniciando el servicio de ferry a través del Estrecho de Kerch -que separa Rusia y Crimea- para transportar pasajeros y carga. Antes de la construcción del puente, los transbordadores eran el principal enlace directo que conectaba los dos lados del estrecho.
Los expertos dijeron que no estaban seguros de si el puente permanecía estructuralmente lo suficientemente sólido como para soportar vehículos pesados.
David MacKenzie, director técnico sénior de Cowi Holding A/S, una empresa con sede en Dinamarca que diseña y construye algunos de los puentes más grandes y largos del mundo, dijo que Rusia tardaría varios meses en poder restaurar por completo los tramos dañados del puente.
Es probable que se mantengan las restricciones al tráfico de camiones y trenes debido a la preocupación de que la subestructura del puente se haya dañado, dijo Mackenzie.
La explosión del puente provocó la indignación de algunos legisladores de alto nivel, así como de los rusos comunes. Pero los medios estatales rusos trataron de minimizar el evento, absteniéndose de llamarlo un ataque y transmitiendo por televisión imágenes con alegres pasajeros del tren expresando su gratitud por el restablecimiento del servicio, entrevistas y expresando su confianza en el uso del puente.
Los ataques rusos durante la madrugada en Zaporiyia mataron al menos a 17 personas e hirieron a otras 40, según Anatoly Kurtev, presidente del consejo de la ciudad. Docenas de edificios de departamentos resultaron dañados o destruidos y se esperaba que aumentara el número de muertos, dijeron las autoridades.
Zaporiyia, que está a unos 50 km de las líneas del frente donde luchan las fuerzas ucranianas y rusas, se ha convertido en un objetivo constante de los bombardeos rusos en los últimos días. El viernes, otro ataque con cohetes en una zona residencial de la ciudad también mató a 17 personas.
“Los rusos no pueden responder en el campo de batalla y, por lo tanto, atacan las ciudades en la retaguardia”, escribió en Twitter el domingo por la mañana Anton Gerashchenko, asesor del Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
Los funcionarios del Ministerio de Defensa ruso no hicieron comentarios de inmediato.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, un think tank con sede en Washington, dijo que el daño al puente no interrumpiría permanentemente las líneas de suministro rusas, pero es probable que cause problemas significativos a corto plazo.
“Es probable que las fuerzas rusas aún puedan transportar equipo militar pesado a través del ferrocarril”, escribió el instituto. “Sin embargo, es probable que los funcionarios rusos intensifiquen los controles de seguridad en todos los vehículos que cruzan el puente, lo que agregará demoras en el movimiento de equipos, personal y suministros militares rusos a Crimea”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, hablando en el programa This Week, de ABC News el domingo, dijo que la reciente retórica de Putin sobre el uso de armas nucleares, combinada con las pérdidas de Rusia en el campo de batalla, refleja las “altas apuestas” involucradas en Ucrania. Agregó que Estados Unidos sigue comprometido a apoyar a Ucrania en su lucha para recuperar el territorio incautado por Rusia.
“Lo que debe suceder es que las dos partes puedan sentarse y negociar y encontrar una salida a esto de manera pacífica y diplomática”, agregó Kirby. “Putin no ha mostrado indicios -cero, ninguno- de que esté dispuesto a hacer eso”.
Kirby también dijo que los comentarios de “armagedón” nuclear del Presidente Joe Biden no se basaron en información reciente de inteligencia ni en nuevos indicios de que Putin haya tomado la decisión de usar armas nucleares. “Tampoco hemos visto nada que nos haga detenernos a reconsiderar nuestra propia postura nuclear estratégica”, dijo Kirby.
El almirante Mike Mullen, expresidente del Estado Mayor Conjunto, describió a Putin como un “animal acorralado” y dijo que, por eso, Estados Unidos no debería subestimar su voluntad de usar armas nucleares o tomar otras medidas extremas.
“Es cada vez más peligroso... Ese puente fue golpeado, lo que fue logísticamente crítico y muy simbólico”, dijo Mullen.
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