Suicidio de bajista de Botellita de Jerez reinstala debate sobre el movimiento MeToo en México

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Familiares y amigos despiden a Armando Vega Gil, de Botellita de Jerez, el lunes.

El caso de Armando Vega Gil, acusado de forma anónima, resucitó las denuncias de abuso. El 46% de las mexicanas admitió haber sido víctima de acoso.


"No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal", escribió a las 03:41 del lunes en su cuenta de Twitter el músico mexicano, Armando Vega Gil, bajista de la banda Botellita de Jerez. La publicación, que concluía con el hashtag #MeTooMúsicosMexicanos, iba acompañada de una carta en la que desmintió una denuncia de abuso en su contra, realizada de manera anónima el pasado 31 de marzo, por supuestamente haber acosado a una niña de 13 años.

El fallecimiento de este músico, integrante de una de las bandas de rock más influyentes de México, conmocionó al país y resucitó el debate sobre el movimiento MeToo.

En los últimos días, México ha sido escenario de una ola de acusaciones de agresiones y abusos sexuales de mujeres, presuntamente cometidas por músicos, escritores, periodistas, artistas, creativos e investigadores.

Lo que comenzó con denuncias de un grupo que aseguró haber sido víctima de violencia de género por parte del escritor Herson Barona, quien fue editor de la revista Tierra Adentro y colaboró con distintos medios -como La Tempestad, Punto de Partida y Nexos-, no solo terminó por tumbar la presentación de un nuevo libro de dicho autor, sino que también despertó polémica sobre la veracidad de las revelaciones anónimas en cuentas destinadas a recoger estos casos, especialmente tras la muerte de Vega Gil. Barona negó todas las acusaciones.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al Instituto Nacional de las Mujeres que atienda los casos del movimiento para "salvaguardar la dignidad de las personas, tanto del que acusa como del acusado".

Pero la preocupación es todavía mayor. Un estudio de Gallup International reveló que casi la mitad de las mexicanas (un 46%) admitió haber sido víctima de acoso sexual, ubicándose como el país con los más altos niveles de violencia de género, superando a Perú (41%) y Chile (39%).

No obstante, una de las mayores problemáticas que dificulta un cambio en el mecanismo de denuncia y el anonimato digital, es la impunidad. Esto, porque sólo una de cada 10 denuncias por violación consiguió condena en México en 2014.

Según el columnista del diario Milenio, Carlos Guizar, "el 90% de todos los casos de abuso sexual en México es contra mujeres y una de cada dos de ellas tienen menos de 15 años".

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